Evangeline | Internado secreto © | COMPLETA

Capitulo 29 † La añorada libertad.

Capitulo 29 – La añorada libertad.

Omnisciente

Todo el internado oscurece, la madrugada llega. Cada uno de los cinco tiene distintos sentimientos corriendo por las partículas de su cuerpos; inquietud, miedo, dicha, incredulidad y duda, este último sentimiento persigue a Armin. Su deber lucha contra sus emociones creando una guerra interna que acaba con toda su seguridad.

Brock, el chico de cabellera plateada «teñida» se ha recuperado con rapidez. Los espasmos involuntarios de su cuerpo cesaron y el dolor disminuyó hasta desaparecer, en cinco días ya se había recuperado casi en su totalidad. Evolet estuvo casi todo el tiempo a su lado, el único tiempo en el que se separaba era para ducharse o ir al baño.

Lo primero que vio al recuperar la conciencia fue a ella, y desde ese segundo no ha dejado de mirarla cada que tiene oportunidad.

A esta hora en el internado todos se encuentran dormidos, Armin es la tercera persona que más conoce la iglesia, en esta lista lo lideran su madre y la anciana Maldy. El pelinegro de sonrisa peligrosa armó un plan y se las ingenio para encerrar a todos los miembros en sus habitaciones, aunque solo logro hacerlo por ciento veinte minutos.

Tienen dos horas para escapar.

Primero deben robarle la contraseña de la puerta a Maldy, impresionantemente el mismísimo hijo de Evangeline no conoce la clave de la puerta principal. Para conseguir la libertad deben llegar hasta la última consecuencia.

—¿Estás seguro que no pueden salir de sus habitaciones?—pregunta por tercera vez la pelinegra de ojos oliva al líder de la misión, Armin.

El la mira por unos segundos admirando su rostro.

—Lo estoy, cielo. —extiende sus labios entregándole una sonrisa tranquilizadora.

—Iremos por la maldita contraseña. —todos en la habitación saben que para conseguirla deben recurrir a un método inhumano y despiadado, pero es su libertad o su moralidad. Evolet sostiene la daga protagonista de muchas de sus desgracias, con fuerza y desicion.

«Morir o ser matados».

—¿Que sucede si no la conseguimos?—la voz tímida de Ekaterina hace presencia, su interrogante golpea el estómago de Armin.

—Iremos por mi madre. —la sentencia sale de sus labios desgarrando su corazón en el proceso, el ama a su madre de la forma retorcida y perversa que le enseñaron a amarla, pero lo hace.

Antes de la llegada de Evolet a su vida creía que no había nada más importante que su madre en el mundo, hace cuatro meses entregaría su vida y la de todos sin pensarlo ni un segundo por su madre. Ahora es distinto.

—Vamos a ello. —Dante es el primero en dar un paso fuera de la habitación. Los pasillos del internado están vacíos y apenas iluminados por una luz tenue. A cualquiera le causaría terror este lugar, a ellos les causa expectativa: con cada paso la libertad se acerca más y más.

Los cinco están armados, Evolet con su daga, Dante con un tubo eléctrico que Armin robó, Brock tiene un tubo de acero que consiguieron en las instalaciones, Ekate está vez porta una daga similar a la Evolet, aunque; la suya es de color blanco parece inocente como su portadora. Armin posee un puñal de acero negro con incrustaciones de lapislazúli, arma que le obsequio su madre a los quince: justo luego de asesinar por primera vez.

Matar por primera vez para muchos sería traumático y perturbador, pero para Armin fue probar la gloria. El éxtasis de arrebatar una vida es un sabor que jamás se olvida para aquel que está putamente trastornado.