Limbo

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Capítulo 65

══════ •『 ♡ 』• ══════

Lyn

Sentí como el calor de la mano de Mortem me abandonaba, quería despertar pero me sentía demasiado cansada y tenía mucho frío, poco a poco sentí como el calor abandonaba mi cuerpo y caí en un profundo sueño.

Cuando desperté no había más que una oscuridad abismal, no podía escuchar nada a mi alrededor, solo yo y aquel silencio profundo que me hacía sentir tan aterrada, intentaba recordar cómo es que había llegado aquí pero fue en vano, ni siquiera sabía quién era yo, , no podía gritar o llorar, no sentía nada más que impotencia, pero aún así había algo que me impulsaba a luchar para salir de ese lugar; me levante con lentitud y por fin logré escuchar un ruido, parecían...¿aleteos?...si, definitivamente eran aleteos, de aves, me asusté cundo las oí volar hacia mi, una parvada grande, aunque no podía verlos podía oírlos, eran muchos, y por su graznido estaba segura de que eran cuervos, su peculiar canto me recordaba a algo, algo que al mismo tiempo no podía recordar; intenté correr a la dirección opuesta pero todo mi cuerpo pesaba y caí al suelo con un golpe seco, puse mi cabeza entre mis rodillas intentando reunir la fuerza suficiente para volver a levantarme, mis pies pesaban pero poco a poco avance, deje de escuchar el aleteo a mis espaldas y me sentí aliviada; mi cuerpo se llenó de energía cuando entre toda aquella oscuridad pude ver una luz, caminé con pesadez hasta aquella fuente de esperanza, oí agua caer, no sabía de dónde venía, entre más me acercaba a la luz más me sumergía, tenía el agua hasta la cintura pero estaba a nada de aquella luz, me decepcioné cuando supe que la luz era sólo un reflejo, aún me faltaba camino por recorrer, di un paso al frente desplazándome en el agua y el
suelo desapareció, resbalé y caí en un agujero, contuve la respiración pero sabe que no duraría mucho así, una vez en aquel pozo vi nuevamente una luz y nade hacia ella, no me iba rendir, si moría no quería hacerlo en vano, quería luchar hasta que no me quedara más fuerza.

Nade hasta aquella luz y de alguna manera pude llegar a la superficie, estaba a nada de ahogarme y me tomo algunos segundos recuperarme, en cuanto alce la vista me encontré con la destellante mirada de un chico, sonriente se acercó a mi y me tendió su mano, dudé, no sabía lo que estaba pasando, no sabía quién era él pero por alguna razón me parecía conocido, yo ya había visto esos ojos y ese rizado cabello rubio, los rasgos subes, incluso recordaba vagamente su aroma, ese dulce aroma; la penetrante mirada y voz del chico desconocido del que parecía tener recuerdos me volvió a la realidad, tomé su mano y me ayudó a salir del agua

—Te estuve esperando, es un placer tenerte de nuevo en casa...

—¿Qué? ¿En dónde estoy? Yo...

—Tranquila —acarició mi cabeza con ternura—, necesitas descansar, tuviste un viaje muy largo...

Me levanto en sus brazos y me llevo hacia no sé dónde, esté lugar, era como un gran jardín, un bosque lleno de flores, nunca había visto un lugar como este o por lo menos no lo recuerdo, pero entonces....¿por qué me parece tan conocido?

Me recostó sobre el césped dejando caer suavemente mi cabeza sobre sus piernas, no sabía que estaba pasando, un aroma a menta llegó a mis fosas nasales y un sinfín de recuerdos golpeó mi mente, eran recuerdos de una vida que no viví, no parecían míos pero dolían, dolían mucho, me levanté bruscamente pero él me detuvo.

—Tranquila, la primera fase siempre es dolorosa —dijo mientras secaba las lágrimas de mis ojos—, debes descansar ahora, estarás bien, yo cuidaré de ti y estaré aquí cuando despiertes....

La Muerte También Puede Amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora