La Muerte También Puede Amar

Bajo el mismo techo

Capítulo 37

Entraron en el pequeño apartamento de Lyn; el aroma a menta invadió las fosas nasales de Mortem, se estaba acostumbrado a este olor ya que el aroma de Lyn era similar, incluso le comenzaba a gustar.

—¿Quieres algo de beber? Puedo prepárate un té si quieres

—Con miel, por favor —respondió tumbándose  en el sofá

—Te ves cansado...

—Lo estoy, hace días que no puedo dormir bien.

—¿Por qué?, ¿estás enfermo? —pregunto preocupada

—No, estoy bien, suele pasarme a menudo —mintió

La verdad era que había estado pensando en ella durante cada noche, no sabía que hacer para poder sacarla de su mente, si bien algunas veces sufrió insomnio esto era diferente, su mente estaba intranquila, vagaba en todo tipo de pensamientos sobre ella y solo ella, no podía pensar en nada más.

—Te enfermaras si no duermes —dijo dándole el té

—Sabes que no puedo enfermarme —respondió después de dar un sorbo

—Tal vez no te sientas mal pero no te ves bien, tienes que cuidarte un poco más.

—No te preocupes por mi, estaré bien.

—No puedo verte mal y simplemente hacer como si no me diera cuenta, no importa quien seas o si sientes o no, eres mi amigo y tratare de cuidarte más de lo que te cuidas a ti mismo.

Mortem sonrió ante sus palabras, de lo más profundo en su mente apareció un recuerdo, había escuchado algo como eso antes, hace tanto tiempo que parecía irreal.

La lluvia comenzó a volverse más intensa y podía verse como los rayos caían a lo lejos.

—Debería irme —se levantó

—No irás a ningún lado, el clima no es bueno y tu salud tampoco, te quedarás aquí.

—Estaré bien, no quiero molestarte.

—Me molesta que te vayas —dijo cruzándose de brazos

—¿Me acogerás como tú invitado y me cuidarás como si fuera estúpido? —arqueó una ceja

—Por supuesto que si tonto —revolvió su cabello.

—Era una pregunta capciosa —suspiro

—Me pareció más un reto

Lyn tomó algunas sabanas y almohadas y se las lanzó a Mortem

—¿Dormiré en el sofá?

—No dormirás en MI cama

Mortem se sonrojó un poco ¿en que estaba pensado?, la respuesta a su pregunta era obvia, claramente no iba a dormir con ella.

—Iré a ducharme primero, luego prepararemos la cena —dijo entrando al baño

Después de algunos minutos Lyn salió del baño y entró en su habitación, al salir le entregó a Mortem algunas prendas de ropa que pertenecían a su padre.
Mortem solo le agradeció y entro al baño.

Cuanto termino de ducharse, frente a la puerta del baño encontró las pantuflas de gatito que había usado la última vez, al verlas solo sonrió y se las puso.

Lyn estaba en la cocina ordenado algunas cosas cuando el apareció detrás de ella.

—¿Qué quieres cenar? —preguntó sin mirarlo

—Tal vez yo debería preparar algo para ti

—¿Y cuál es la especialidad del chef? —dijo con sarcasmo

—Bueeeno, no es por presumir pero el cereal con leche me queda delicioso —bromeó

—¿Ah, en serio?, veamos...¿qué va primero, el cereal o la leche?

—El cereal, obviamente.

—Bien, ahora sí confío en ti —se burlo

Después de discutir un poco más prepararon sándwiches y palomitas, se cubrieron con una manta y comieron mientras veían una película de terror.

Lyn ayudó a Mortem a preparar su "cama" y cerca de las 11:30 p.m se fueron a dormir.

Lyn daba vueltas en la cama, el reloj en su mesita de noche marcaba las 3:30 a.m, no había podido dormir, se la había pasado mirando hacia la puerta de su habitación, como si estuviera esperando a que él apareciera ahí

Al otro lado estaba Mortem, quien también miraba fijamente la puerta de la habitación de Lyn, había pasado noches enteras viéndola dormir pero ahora se le dificultaba dormir bajo el mismo techo que ella.

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