Amigas

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Capítulo 77

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Cuando Lyn despertó no había nadie a su lado, se asustó, no había señales de Mortem ni de Dai, estaba sola.

No pudo gritar, ni siquiera pudo levantarse, las lágrimas corrieron por sus mejillas mientras que miraba hacia todas direcciones desesperada.

Segundos después Mortem apareció a lo lejos, corrió hacia ella en cuanto la vio llorar.

—¿Qué pasa? —la abrazo

—Tú...no estabas aquí, me asusté, pensé que te habías ido...que me habías dejado —sollozo

—Estoy aquí pequeña, jamás te dejaría —la consoló—. Solo fui a buscar a Dai, estoy aquí ahora...

Después de tanto tiempo Lyn aún temía que la abandonaran.

Volvieron a casa y prepararon el desayuno, había un ambiente muy tenso entre ellos, nadie hablo sobre lo qué pasó la noche anterior aunque era lo único en que pensaban.

—¿Hay algo que quieras hacer hoy?

—No, estoy agotada solo quiero descansar

—Iré a hacer algunas cosas...¿está bien o prefieres que me quede contigo?

—Estaré bien aquí, has lo que tengas que hacer, cualquier cosa llámame ¿si?

—Si, prometo volver antes del almuerzo

—Te esperaré entonces.

—Descansa —besó su frente y se fue

Al salir del edificio Mortem se encontró con Chloe:

—Hola Erlik

—Chloe ¿estás aquí hoy?

—Es mi día de descanso

—Por supuesto...escucha, ni siquiera te he agradecido por cuidar a Dai...

—No hay nada que agradecer, fue un placer aunque él me odie. Te busque ayer por la tarde y está mañana también...

—Lo siento, salí con Lyn...

—¿Cómo está ella?

—Bien, espero.

—¿Esperas?

—No se si está bien, supongo que si sino no estuviera conmigo.

—Podrías preguntárselo

—No, sería raro hacerlo.

—¿Que hay de ti, cómo te sientes?

—Yo...estoy feliz de que ella esté aquí.

—Pues no lo pareces. Hiciste algo ¿cierto?, no me digas que ya lo arruinaste

—Espero que no sea así —suspiro

—Cuéntame

—Digamos que hice algo que no debía y ahora me siento algo incómodo con toda esa situación...

—¿Te arrepientes de lo que hiciste?

—En absoluto

—¿Ella se molesto contigo?

—No, creo...

—Pues si los dos están bien con ello no veo qué hay de malo.

—No es malo, es incómodo.

La Muerte También Puede Amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora