Culpable

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Capítulo 51

Cuando Mortem despertó todo el bosque estaba cubierto de nieve, no había ninguna señal de Lyn, ni de Vittae.

Se levantó rápidamente y corrió en la dirección en la que se había ido Vittae, por más que lo intento no logro encontrar rastro de alguno de ellos, estaba oscuro y el bosque parecía infinito, ni siquiera sabía en dónde estaba, se sentía solo y aterrado...

Despertó exaltado, solo había sido una pesadilla pero se sintió tan real; no sabía cómo había llegado a casa, no recordaba mucho después de haber visto a Vittae, pero las crónicas de la inesperada muerte de Lyn se repetían en su mente una y otra vez; el departamento se sentía tan vacío, en el tiempo que había estado viviendo con ella se acostumbro a su ausencia con el consuelo de que en algún momento volvería, pero ahora sabía que por más que él quisiera, ella no iba a volver. Se sentía triste por su muerte, pero así era la vida, él era la muerte y bien sabía que no habría vuelta atrás.

Aquel sentimiento era tal y como ella lo había descrito, la presión en el pecho, el nudo en la garganta e incluso las ganas de llorar, todo estaba ahí.

Estar en casa lo hacia sentirse asfixiado así que tomo sus cosas y salió, en la entrada se encontró al casero, el hombre lo saludo amablemente y él solo asintió en respuesta, ni siquiera podía mirarlo a los ojos, no sabía que iba a decir sobre Lyn.

Sus propios pasos lo llevaron a la cafetería en donde trabajaba Lyn, como si intentara encontrar una parte de ella en los lugares que solía frecuentar, como si al entrar fuera a encontrarla sirviendo café y sonriéndole amablemente, para su mala suerte lo único que encontró al entrar fue un cartel de "Se solicita empleado". Se acercó al mostrador en donde estaba Joe.

—Buenos días, ¿que va a llevar?

—Joe, soy yo, Erlik —el chico dirigió su atención a él por un segundo.

—Ah, señor Mortem, no tenemos ningún pedido para usted esta mañana, ¿llevará lo de siempre?

—Si...—respondió un poco desconcertado, no sabía que estaba pasando, Joe lo trataba como a un desconocido y no entendía porque buscaban un empleado, Lyn no le contó nada sobre que la despidieran o que ella hubiera renunciado.Unos minutos después Joe volvió con su pedido.

—¿Desea algo más?

—No, gracias. ¿Están buscando personal?

—Si, ¿le interesa el trabajo?

—No, solo pregunto, ¿Qué paso con Lyn?

—¿Lyn?

—Si, la chica que trabajaba aquí antes...

—Ah, Carolina, bueno...ella decidió que servir café no era lo suyo y se fue.

—Oh...gracias Joe.

—De nada, vuelva pronto.

Mortem se sentó en una mesa lejana y un poco escondida, dejó caer su cabeza contra la mesa y dio un largo suspiro, nadie recordaba a Lyn, era como si ella nunca hubiera existido, Mortem se sentía molesto y triste ¿por qué nadie la recordaba?, ¿era culpa suya?, tenía que haber alguien que la recordara, una sola persona que supiera sobre la existencia de Lyn.

Como si el universo hubiera escuchado sus plegarias, unos minutos después un hombre mayor entró en el café y se acercó a Joe, a simple vista era otro cliente, pero las preguntas que hizo llamaron la atención de Mortem.

—Hola buen día, ¿qué va a llevar?

—Buenos días, estoy buscando a una chica que trabaja aquí, su nombre es Everlyn.

—¿Everlyn?, lo siento señor, creo que se confunde, no hay nadie aquí con ese nombre.

—Me dijeron que ella trabaja aquí, ¿estás seguro?, ¿tal vez en otro local?.

—Este es el único local que tenemos, yo llevo trabajando aquí dos años y nadie con ese nombre ha trabajado aquí, lo siento señor.

—Muchas gracias.

Mortem siguió al viejo con la vista y se asustó cuando él se detuvo y lo miró directamente a lo ojos, como si lo supiera, como si supiera quien era y lo que había pasado con Lyn. Por un momento intento en encontrar la conexión de aquel hombre con Lyn, ella no tenia contacto con muchas personas, minutos después logro descifrarlo...Bill Jalsen, no sabía porque estaba buscando a Lyn, habían pasado años desde la última vez que ella habló con él; Mortem pensó en seguirlo, pero estaba agotado como para lidiar con ese tipo de persona, tal vez después podría descubrir porqué solo ellos dos la recordaban.

Después de vagar durante todo el día Mortem volvió a casa; a unos pocos metros vio a Bill salir del edificio en donde se encontraba su apartamento, caminaba hacia su dirección,Mortem solo iba a ignorarlo pero cuando Bill pasó a su lado, lo empujó contra un muro, Mortem intentó soltar su agarre pero no pudo, Bill era viejo pero seguía siendo fuerte.

—Tu tienes algo que ver con todo esto ¿cierto?

—No se de que me habla.

—Everlyn, tú sabes lo que le pasó, es tu culpa que haya desaparecido...nadie desaparece así a menos que tenga algo que ver con ustedes, malditos eternos.

Mortem analizó los rasgos de aquel hombre, ¿cómo sabía quién era? o más bien, lo que era.

—¿Cuatro? —dijo después de algún tiempo—, vaya, ha pasado mucho tiempo, la última vez que te vi aún no tenías alas...así que terminaste aquí, podría decir que me lo esperaba, siempre fuiste diferente, amabas la literatura y la poesía o cualquier cosa hecha por los humanos, ¿quién diría que terminarías siendo un traficante que le hizo la vida imposible a una niña inocente?

—¿Qué es lo que sabes sobre ella?, estoy seguro de que no es una coincidencia encontrarte por todas partes.

—Bien sabes tú que no es mi culpa...yo no decido quién vive o quién muere.

—Erlik, dios del mal y señor del inframundo ¿piensas que te creeré?, puedes usar tus poderes aunque no tengas la autorización de hacerlo.

—Aún así, ¿por que lo haría?. Tus conceptos sobre mí son algo retrogradas. ¿Por que las buscas?

—Eso no te incumbe

—Te queda muy poca vitalidad, lo sientes ¿cierto?; ¿a caso buscará redimirte por joderle la vida a una niña inocente?

—¡Cállate!

—¿Sabes, cuatro? Espero que te pudras en el noveno círculo del infierno por toda la eternidad, te lo mereces.

—Solo dime lo qué pasó con ella.

—Está muerta y por alguna razón solo tú y yo la recordamos

—Es culpa tuya que todo esto esté pasando.

—¿Quieres hablar de culpables?

—Hazle un favor a los humanos y vuelve a tu agujero —lo soltó

Mortem camino un poco pero luego se detuvo y se volvió hacia Bill.

—Conocí a la chica, jamás le haría daño. Si quieres respuestas busca a Harim, aunque dudo que te las dé, sabes que nunca justifica sus acciones.

—¡Púdrete eterno!

—También fue un gusto verte cuatro, espero que mueras pronto.

Mortem entró en el departamento y se dejó caer en el sofá, estaba exhausto, intentar lidiar con los sentimientos que le generaba la muerte de Lyn era agotador.

Después de descansar un momento se levantó y se fue al bosque; al llegar solo se acostó en el césped hasta que el atardecer llegó, no sabía que hacer, estaba perdido sin ella.

¡Gracias por leer, tqm! 🤍✨

La Muerte También Puede Amar Donde viven las historias. Descúbrelo ahora