El camino de regreso a casa se estaba convirtiendo en una odisea, si ayer el transito era ameno hoy era completamente lo opuesto, cientos de autos detenidos uno frente a otro avanzando de forma sumamente lenta, me preguntaba si se trataba de algún caso especial, un evento o quizás una festividad, de ser así lo había olvidado por completo.
Esta noche era mucho más fría que la anterior, al parecer la temperatura comenzaba a disminuir, agradecía estar protegida dentro del vehículo y contar con dos chaquetas cubriendo mi cuerpo.
A medida que los autos avanzaban detuve mi mirada en varias ocasiones, recordando que estaba cada vez más cerca del lugar en el cual dejé a la chica esta mañana, ¿dónde se encontraría? ¿estaría protegida del insoportable frío?, esperaba que la respuesta a esa última pregunta fuese afirmativa, recordaba las prendas de la rubia y si se encontraba en las calles de esa forma definitivamente sería una noche difícil.
Observé el reloj en mi muñeca, 19.30, el sol ya se encontraba cubierto en su totalidad, las calles eran iluminadas por la luz de la luna y algún que otro farol. Reincorporé la mirada al frente solo para quejarme ya que la fila continuaba sin avanzar.
En ese momento algo captó mi atención, a tan solo unos pocos metros sentada sobre una banca se encontraba la chica que ocupaba mis pensamientos minutos atrás, sus rodillas junto a su pecho mientras las rodeaba con sus brazos, posiblemente buscando resguardarse del frío.
Sin pensarlo llevé una de mis manos hacia el centro del volante, tocando dos veces la bocina de este, buscando llamar su atención, pero claro, estaba estancada en el transito, no era la única que emitía ese desagradable sonido, por lo tanto la chica no se inmuto de mi presencia. Debía pensar en otra forma de conseguir su atención.
Estiré mi cuerpo para lograr bajar el vidrio del asiento del copiloto, quizás se escuchaban muchas bocinas pero no habría muchas Lisas en el parque. Dejando de lado la vergüenza que esto me causaría inflé mis pulmones de aire para gritar su nombre lo suficientemente alto como para que ella lo escuchara.
Inmediatamente su rostro dejó el escondite entre sus piernas y elevó la vista buscando de donde provenía el sonido, a pesar de que movía mi mano de forma frenética se encontraba a una distancia significativa y por lo tanto no lo notaba.
La idea llegó a mi cabeza de forma veloz y comencé un juego de luces con el vehículo, apagando y prendiendo las mismas hasta que su mirada se posara en él.
Efectivamente lo hizo y fue ahí cuando volví a gritar su nombre, obteniendo esta vez toda su atención. Con la mano hice una pequeña seña indicando que se acercara y de forma dudosa ella lo hizo.
-Hey Jennie, ¿que tal?- ¿ella creía que simplemente buscaba tener una conversación?
-Sube.- su rostro sumamente confundido, quizás estaba siendo muy directa con mis palabras.
-¿Qué?
-Sube al auto Lisa, no me obligues a utilizar la cuchilla chanel que guardo en la guantera.- una enorme sonrisa y hasta ahora la más grande de todas se formó en sus labios, abriendo rápidamente la puerta e ingresando al vehículo.
-No lo entiendo, creí que no querrías volver a verme- frotaba sus manos una junto a la otra buscando obtener algo de calor.
-No dejaré que mueras de frío allí afuera, aun conservo un poco de corazón- quité una de las chaquetas que me cubría para entregársela, ella la necesitaría más que yo.
-No es necesario, estoy bien.
-No lo estás, solo pontelo - de forma veloz tomó el abrigo cubriendo su cuerpo con este, en el procesó mi mano chocó con la suya y podría asegurar que su temperatura corporal era sumamente baja.
ESTÁS LEYENDO
Play of Fate- Jenlisa
FanfictionUn año después del accidente que cambió su vida, Jennie decide enfrentarse a uno de sus más grandes miedos. ¿Que pasará cuando esa misma noche una extraña se atraviese en medio de la carretera y cambie por completo sus planes? -Historia original. -S...