𝘾𝙄𝙂𝘼𝙍𝙀𝙏𝙏𝙀 𝘿𝘼𝙔𝘿𝙍𝙀𝘼𝙈𝙎- [𝗛𝗮𝗻𝗺𝗮 𝗦𝗵𝘂𝗷𝗶]

𝓟𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻 𝓮𝓷𝓬𝓾𝓮𝓷𝓽𝓻𝓸

Advertencia: Ninguna

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Saori es...

Nada en esa chica es singular, es guapa, pero tampoco es la más hermosa de su escuela, o si quiera su clase, a sus 17 años mide 1.63 metros, lo cual la pone solo un poco encima del promedio. No destaca por su inteligencia, es más bien aplicada, eso sí es alguien muy franca.

Físicamente tampoco pareciera ser la protagonista de ninguna historia. Su color de piel es algo claro, el cabello medianamente largo y negro (que debía agradecer a su madre) casi a la altura de su busto, sus atributos físicos no son nada del otro mundo, los tiene, pero prefiere no usar ropa que los resalte.

Quizá lo único que podría ser llamativo en la joven son sus ojos, un poco grandes, este rasgo fue heredado por su padre, al cual no ha visto desde los cinco años y el cual solamente se contacta para saludarla en su cumpleaños y mandarle el dinero necesario para la escuela.

Es buena hermana, trata siempre de hablar con su hermano Keiichi, pasar tiempo con el es realmente difícil desde que se casó ya tiene otras responsabilidades. Cuando eran niños solo se tenían el uno al otro, la diferencia de edad eran solo siete años y el ya se portaba como un adulto, incluso con el divorcio de sus padres, el trató de siempre estar bien para ella.

Su madre trabajaba para poder darles una vida decente, por lo cual estuvo ausente la mayoría de su infancia y hace un año que se había casado de nuevo, trató de convencer a su hija para que se mudará con ella, de esa forma podrían vender su casa pequeña, donde vivían, pero ambos hermanos se oponían a qué la joven viviera con un hombre al que no conocían.

Así decidieron que Saori se quedaría en aquella casa, con la condición de que siempre sería supervisada por su hermano y su madre, pero ellos tenían sus propias vidas, las primeras visitas que eran cada tres días pasaron a ser cada dos semanas, y ahora cada dos, o tres meses.

Empezó así a vivir sola con 16 años, aunque claro, sus vecinos, una pareja anciana siempre la cuidan y vigilan su llegada a casa, suelen ser muy chismosos, y al tener el número de su hermano son prácticamente quienes le avisan si su hermana se comporta de manera extraña, o no está "respetando" su casa.

Saori vive en un barrio tranquilo, y pese a vivir sola nunca ha tenido ningún altercado con sus vecinos, que la conocen como una chica tranquila y respetuosa.

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Hoy es otro lunes monótono en su vida, lleva puesto su uniforme y carga su mochila, se encuentra caminando junto a una chica de su escuela, es un año menor que ella, su nombre es Aki, al ser casi vecinas siempre van juntas al instituto.

—No digo que me moleste que siempre se va con sus amigos, solo digo que si me pusiera más atención me haría sentir mejor— Aki nuevamente se quejaba de su novio con Saori

—Se lo has dicho a el, creo que sería lo mejor, ¿o no?— contestó la azabache sin despegar la mirada del camino.

—Tienes razón— declaró como un susurro la más joven. El ambiente se quedó tranquilo unos minutos hasta que Aki volvió a entablar una conversación—. ¿Podemos pasar a la tienda?— preguntó con un tono infantil, y en seguida hubo una respuesta negativa por parte de Saori.

La menor seguía insistiendo, hasta que la mayor cedió y cambiaron el rumbo llegando a una tienda de conveniencia que estaba a diez minutos de la escuela. Aki entro a la tienda para comprar unas golosinas, pero al haber unas cinco personas en la fila para pagar se estaba tardando. La otra joven esperaba fuera del establecimiento.

Observó a unos metros a un gato gris, amaba verlos y en ocasiones tocarlos, se acercó lo suficiente para acariciarlo, estaba más concentrada en alcanzar al minino que no presto atención al ruido del motor acercándose, solo escucha un claxon acompañado del chillido de una motocicleta.

Saori cerró los ojos con fuerza, pero no sucedió nada, los abrió y solo podía respirar humo, la joven estaba sudando. La motocicleta había frenado de golpe a un escaso medio metro de ella.

El hombre que la conducía tenía el cabello negro y unos mechones pintados de rubio, la veía con mala cara. Aki observo todo con horror desde el interior de la tienda, había terminado de pagar sus cosas. Lo que en realidad fueron unos segundos, para Saori habían sido un gran rato contemplado al chico, estaba en un trance, lo único que la saco de este fue cuando el mayor le gritó que se moviera; Aki salió de la tienda a toda velocidad con mucha angustia.

La joven solo pudo articular una disculpa mientras se paraba rápidamente y retrocedía, por parte del chico solo recibió una mirada, que no podía descifrar. El felino había corrido por todo el ruido, el era astuto.

Así tuvo que escuchar el llanto, y sermones por parte de Aki todo el camino a la escuela. Aquel joven había despertado interés en Saori.

Este es el primer capítulo, espero que le guste a quien sea que esté leyendo esto, si ven algún error pueden corregirme.
Muchas gracias por leer. 💗