𝘾𝙄𝙂𝘼𝙍𝙀𝙏𝙏𝙀 𝘿𝘼𝙔𝘿𝙍𝙀𝘼𝙈𝙎- [𝗛𝗮𝗻𝗺𝗮 𝗦𝗵𝘂𝗷𝗶]

𝓟𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻𝓪 𝓬𝓲𝓽𝓪

Advertencia: Lenguaje vulgar.

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6 de noviembre 2005.

Solo han pasado unos días desde la pelea entre ToMan y Valhalla, el plan de Kisaki fue perfecto.

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Hoy sábado Saori tuvo que reunirse con su equipo de trabajo para comprar el material de su trabajo final de química, este se entregaba antes de las vacaciones de invierno.

Después de comprar todo lo necesario se los encargaron a Kano, el único chico del equipo. Hiromi volvió a casa con su madre, y la azabache tendría que regresar sola, pese a lo mucho que insistió la rubia para acompañarla, pues era la época del año dónde el sol se pone un poco antes de las 6 pm.

Saori caminaba directo a casa por la avenida principal, eran las 4:29, así que tomar la ruta más poblada sería lo ideal, aunque tardará un poco más. Escuchó una motocicleta acercarse a lo lejos para después verla por enfrente de ella y detenerse a unos escasos metros.

El conductor se quitó el casco y dejó ver un cabello oscuro con unos mechones rubios algo alborotado. Era Shuji quién manejaba.

De inmediato Saori se acercó para saludarle, pero no era necesario el ya la había visto, de hecho desde hace unos metros, por eso decidió parar.

—Hola— la más baja tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras el más alto solo hizo un ademán con la mano —¿A dónde vas?— Saori noto que Hanma todavía no bajaba de la motocicleta.

—Te ví tonteando y tuve que detenerme— respondió con pereza —Ya sabes, al parecer eres un imán de violadores.

Por primera vez desde que la conoció pudo ver una reacción de molestia.

Solo se escuchó un suspiro de resignación por parte de Saori, el vió la incomodidad en su rostro, supo que se excedió.

—Soné como un pendejo— reafirmo, haciendo que Saori lo mirará sorprendida.

—Mucho en realidad— el hecho de que el por primera vez tratará de remediar su error merecía el perdón de la azabache.

—Mierda, solo sube te llevaré a casa— le estiró el casco, pero Saori no lo recibió.

—Sabes, preferiría caminar, las motocicletas me dan un poco de miedo— La reacción de Hanma fué solo reírse, pero no como normalmente es su risa, está era un poco más natural.

—Por algo está el puto casco— se acercó para ponérselo, Saori no puso resistencia y solo permaneció quieta mientras el hacía su labor.

—Parece que está bien— Retrocedió un poco, gracias a dios Saori tenía tapada la mayoría de la cara, porque de otra forma se vería su rostro tintado de rojo.

—Subete joder— El ojiambar se subió y le indicó con la mano hacer lo mismo. Y como si de un niño se tratará Saori de inmediato estaba detrás de el sujetando su camisa.

—Si te agarras así te caerás— el más alto tomó sus manos llevandolas justo a su abdomen.

Esto hizo que Saori terminará aún más pegada a la espalda del chico.

—¿No deberías llevar el casco tú?— preguntó antes de que Hanma arrancará.

—¿Y que termines más tonta por mi culpa?— dijo con una risa burlona.

Cuando la menor sintió el movimiento por instinto cerro los ojos, ahora que lo pensaba bien, seguramente Hanma no tenía licencia para conducir, fué estúpido subir sin considerarlo.

Aún sabiendo esto, la sensación de calidez en el pecho de Saori crecía, ir aferrada a el era una sensación placentera, y pacífica, hasta que vio como Hanma tomaba otro camino.

Terminaron en un campo, que Saori conocía pues no estaba tan lejos de casa. Hanma apagó la motocicleta y le ayudo a bajar, estaba siendo amable por primera vez.

—En realidad me sentí como una mierda por burlarme de "aquello"— Saori de inmediato conectó las piezas, era una disculpa por haber bromeado con lo del ataque.

—No te preocupes, de todas formas no me pasó nada gracias a ti— se sacó el casco dejando ver su cabello rebelde por el mismo.

—No soy un cabrón como para reírme de eso, lo siento— El ojiambar le dió un último vistazo a Saori antes de avanzar hacia el pasto y quedarse tumbado.

—Te perdonó solo porque me trajiste—se posicionó justo a su lado pero sentada —¿Por qué aquí?— a Saori le gustaba la vista que tenía el cielo en tonos naranjas.

—No lo sé, solo es tranquilo o una mierda así— el más alto tenía los ojos cerrados.

Hanma decía la verdad, era tranquilo estar ahí. Pasaron un rato ahí tumbados en el pasto sin decir nada, pero no hacía falta, ambos disfrutaban de la compañía del otro.

Al dar las 7 Hanma llevó a la menor a su casa, hasta la femenina le invitó a pasar de todas formas era probable que sus vecinos ya estuvieran dormidos, pero este se negó, tenía que hacer otra cosa.

La sensación de calidez no abandono el cuerpo de Saori, e incluso después de despedirse y entrar a casa su cara seguía roja, y su corazón latía muy rápido.

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Esto contaba como su primera cita.

Ay no, mi poderosisimo Hanma me trae mal.✨