6. Un encuentro casual

435 70 16
                                    

Lo último que esperaría que sucediera, al menos en este loco mundo del que ahora formo parte, sería terminar coincidiendo con el amor de mi vida una noche en que todo parecía estar yendo mal, pero aunque idiota no soy y en realidad, la idea de pasar tiempo con Luhan me fascina hasta casi hacerme brincar de felicidad, tampoco puedo ignorar el estado en que he venido a encontrar a mi persona favorita. ¿Qué le ha sucedido y a quién debo hacer pagar por arruinar así la hermosa sonrisa de este hombrecito? No lo sé, pero lo voy a averiguar.

Ni bien el chico en turno me entrega el capuchino de caramelo que antes le he pedido, la ración extra de crema batida decorando el vaso justo como a mi chico le gusta, me apuro a pagar por la bebida y regreso a la pequeña mesita donde he dejado a Luhan. A estas horas, son pocas pero no poco ruidosas las personas que se encuentran en el café, así que el lugar está cargado por el murmullo de sus conversaciones y el eco casi imperceptible de los vasos y las cucharas golpeando las mesas. Una música suave se escucha en el fondo, "Easy" de un tipo llamado Troye al que conocí porque Luhan me obligó a comprar entradas para el único concierto que dio en la ciudad.

— ¿Otra vez presumiendo de tu buena memoria? — se burla Luhan al ver la bebida que he ordenado para él, aunque la sonrisa que compone es demasiado débil y no alcanza a llegarle a los ojos.

— Luces como si necesitaras una buena dosis de azúcar — le digo, tan suavemente como puedo para no delatar que, a decir verdad, estoy comenzando a sufrir un ataque de ansiedad debido a la impotencia que me carcome por no poder preguntarle qué es lo que le ha pasado.

No puedo evitar sentirme irritar al ser consciente de la tan desventajosa posición en que me encuentro en este mundo cuando se trata de él, pues de solo recordar cómo era-, quiero decir, como es nuestra relación en el mundo del que vengo... Jamás nos hemos guardado un secreto, nunca nos hemos mentido o intentado ocultar nada porque así como yo confío plenamente en la persona con la que elegí compartir mi vida, sé que Luhan me tiene la confianza necesaria para saber que, sea lo que sea que le suceda, puede decírmelo y contar conmigo.

Ya que en realidad no estoy acostumbrado a no saber lo que sucede con mi chico, tener que conformarme con al menos compartir un poco de tiempo con él, no es para nada algo sencillo de hacer pero si acaso se me ocurriera presionarlo e invadir su privacidad... Estoy seguro que nunca, ni aunque fuera por accidente, tendría otra oportunidad para intentar acercarme a él. Siendo así, no me queda otra más que hacerme el tonto y fingir, esperando que surja alguna, aunque sea mínima, posibilidad de hacerle hablar.

— Está delicioso — me dice Luhan, al poco, después de haber disfrutado un poco del capuchino.

Intenta llenar el silencio, hacer desaparecer la incomodidad, pero al mismo tiempo puedo darme cuenta de que quiere evitar a toda costa que comience a cuestionarlo sobre lo que le hizo terminar aquí.

— ¿Sabes? He vivido en este barrio desde hace años y jamás había notado esta cafetería.

— Tampoco la habría notado si no me hubiera equivocado de autobús. Tuve que bajarme en la parada que hay más allá para no terminar hasta el final de la línea — le explico, porque a mi conciencia le interesa dejar en claro que no soy ninguna clase de acosador.

Jongin me regañó largo y tendido por haber ido a buscar a Luhan al jardín de infantes, la tarde que mi chico fue al bar a encararme por haberle humillado en su trabajo. Según mi mejor amigo, no es posible que el Sehun de este mundo supiera donde trabaja su ex, así que debía dar gracias porque el ciervo no me preguntara cómo fue que lo averigüe. ¿Qué pensará de nuestro encuentro casual si dejo que su cabecita comience a crear teorías? Mejor para mí si eso no pasa, así que es bueno que su comentario me deje aclarar parte de la situación.

Esta vida no es mía [Hunhan] TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora