*Narración especial*
— Maldita estúpida— la frustración le supera y termina por tomarse toda la copa de whiskey que se había servido—. Debí de haberme deshecho de ella en cuanto tuve la oportunidad ¡agh!
El vaso de cristal explota en mil pedazos en cuanto impacta con la pared del salón. Yun se sobresalta, pero es tan tenue su movimiento que apenas es perceptible. Sus ojos, condescendientes, se fijan en la mujer que dista mucho de la persona que había conocido.
El alcohol parecía su mejor amigo desde que habían llegado a la casa en ese barrio tan absurdamente caro de Madrid. Su moño deshecho, el delineado de sus ojos corrido por su rostro y la blusa por fuera de su falda, arrugada y decorada con pequeñas machas de ese whiskey tan caro que había abierto nada más llegar. No era ni la sombra de la mujer que aparentaba ser siempre, no quedaba ni un ápice de esa clase y superioridad que emanaba de su presencia.
— Es un estorbo, siempre ha sido un estorbo— la botella no pesa en sus manos cuando la inclina. El líquido ambar desciende veloz hasta desaparecer tras sus labios—. Odio a esa estúpida, la odio, la odio, la odio...
El dorso de su mano pasa por su boca retirando el carmín y alguna que otra gota de alcohol que quedaba en las comisuras de sus labios. La mano que sostiene la botella endurece su agarre y no duda en empinarla para dar un buen trago. El líquido desciende a una velocidad que asusta y es perceptible en su garganta el esfuerzo que está haciendo por terminar la botella lo antes posible.
Otra botella más.
— Tuve que haberme deshecho de ella en el momento que nació, tuve que haberla matado...
Yun eleva sus cejas al escuchar la sarta de palabras que salen de su boca. No entiende que dice, pero intuye que no es nada bueno por el tono que emplea. El desprecio, asco y odio se desprenden con una facilidad que da miedo, y por primera vez Yun teme que esta mujer haga una estupidez.
Porque Yun podría ser muchas cosas, pero nunca se mancharía las manos de sangre.
— Estaría bien que dejaras de beber de una vez— Yun se mira las uñas aparentando aburrimiento, aunque en realidad está nerviosa.
Nerviosa por lo que sea que pueda hacer esa señora en ese estado.
Marta sonríe con sus labios cerrados y el carmín corrido por su rostro. Sus dientes tienen marcas de esa barra de labios tan cara que solo se ha dejado ver en dos ocasiones mientras descorchaba las botellas de las que ahora solo quedaba el cristal transparente.
Esta era la tercera vez que se mostraban.
— Tú mejor cállate— la señala con su índice, mostrando el temblor que la borrachera le había proporcionado—. Eres una estúpida que no me avisó de que esos jodidos chinos estaban aquí— empina la botella, eso se le da demasiado bien.
Los ojos en blanco no tardan en aparecer en la expresión de Yun. Todo esto se la está yendo de las manos y cada vez se siente más acorralada. La oferta de Namjoon es cada vez más tentadora y solo la dan ganas de aceptar todo y salir corriendo de aquí.
Maldito momento en el que pensó que esto podría salir bien.
— Esos jodidos chinos, como tú les llamas, son los que te van a joder a base de bien como no deje de beber y se despeje en este mismo momento— camina con determinación hacia Marta, no hay dudas aparentes en su porte, aunque realmente todo sea un torbellino que amenaza con arrasarla—. Te lo advertí claramente que no los subestimaras, pero te creíste intocable y ahora míranos, aquí dándonos a la bebida como si no se nos viniera un tsunami encima.
![](https://img.wattpad.com/cover/216232959-288-k132543.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL ARTE DE SABER AMAR: PERFECCIÓN - RM
FanficMis pies habían avanzado el camino de mi vida hasta este punto, donde ya no sabía quién era o qué me gustaba. Siempre en busca de unos estándares que relamente no valían nada, al menos no para mí, no para él. Acogidos bajo los brazos llenos de espin...