1 de septiembre, Cantabria, España.
Las yemas de mis dedos acariciaban el agua con suavidad. El movimiento del agua del mar me balanceaba sobre mi tabla. Las piernas enfundadas en el neopreno caían a cada costado de la tabla hasta sumergirse. El agua chocaba en mis rodillas mientras mis dedos seguían haciendo pequeños círculos sobre la superficie. El sol casi situado en lo alto indicaba que la mitad del día estaba a punto de culminarse, y aunque ya comenzaba septiembre, señal de que las temperaturas empezarían su descenso en picado, todavía hacía un calor atípico en el norte.
Mis ojos se enfocaron en mi hermana, quien ahora esta sobre su tabla culminando la última ola que había cogido. Mis labios se estiraron en una sonrisa mientras veía como se tiraba de la tabla para volver hacia donde estaba yo.
Un suspiro escapó de mis labios en ese momento, y giré el rostro para enfocar mis ojos hacia el horizonte.Era increíble como mi vida había dado un giro tan brusco en apenas unos meses.
Me sentía bien, de verdad que lo hacía, y aunque muchas veces todo se me hacía raro, me gustaba. Me estaba adaptando a lo que verdaderamente tenía que haber sido mi vida, y el suplicio que había pasado con mi madre casi parecía estar en un rincón muy recóndito de mi mente.
Se podría decir que ya había pasado los primeros peldaños y comenzaba a ver la luz del día de nuevo.
— ¿Te parece si nos salimos ya?— Irune llegó a mi lado. Giré mi rostro de nuevo, la piel de sus manos esta algo roja por el frío del agua— Estoy empezando a quedarme helada.
Asentí y hice un gesto con mi cabeza señalando la orilla.
— Anda, salgamos— mi estómago se posicionó sobre la tabla y mis brazos se sumergieron para comenzar a remar hacia la orilla.
Me bajé de la tabla cuando ya sentí que hacia pie. El agua me llegaba un poco por encima de las rodillas, y agarrando la tabla para ponerla bajo mi axila, avancé a pasos cortos por la arena esperando que mi hermana me alcanzara.
— Hoy has estado increíble, se nota que has vuelto a mejorar otra vez— mis labios se estiraron y mis ojos se empequeñecieron.
— No ibas a ganar siempre— mi tono era divertido.
Dejé la tabla al lado de nuestras cosas, y apartándome el pelo de la nuca, bajé la cremallera de mi neopreno. Saqué mis brazos como algo de dificultad de la tela, y dejando mi torso descubierto me agaché para coger la toalla y secarme.
— Siempre se te dio bien surfear, nunca entendí porque no te apuntaste al club que había— pasé la toalla por mi pecho, quitando las gotas de agua, y me fijé que el rostro de Irune se había contraído unos segundos antes de volverse a relajar— Bueno, retiro lo dicho, si se por quién no te apuntaste— su tono había sonado enfadado.
Deshice la coleta que había caído hacia mi nuca y revolví mi pelo un poco antes de hacerme un moño.
— No te ofusques por alguien que no merece la pena Irune— cogí la parte de arriba de mi bikini de recambio para ponérmela— Vamos a vivir el ahora, es más importante que estarse preocupando por alguien que no merece la pena.
Mi hermana se quedó mirándome fijamente por unos segundos.
— ¿Ha intentado llamarte?— negué con la cabeza atando mi bikini a la espalda.
Los ojos de Irune descendieron por mi torso. Sabía que estaba verificando el cambio, lo solía hacer mucho desde que comencé a engordar para recuperar mi peso.
— No lo ha hecho, ni creo que lo haga, es mejor así. Yo no quiero saber nada de ella, ni siquiera voy a intentar contactarme— la pelirroja asintió y se deshizo de su neopreno.
![](https://img.wattpad.com/cover/216232959-288-k132543.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL ARTE DE SABER AMAR: PERFECCIÓN - RM
FanficMis pies habían avanzado el camino de mi vida hasta este punto, donde ya no sabía quién era o qué me gustaba. Siempre en busca de unos estándares que relamente no valían nada, al menos no para mí, no para él. Acogidos bajo los brazos llenos de espin...