2 semanas después
30 de agosto de 2019
Querida Jana;
¿Cómo estás? Espero que muy bien, y que verdaderamente seas feliz en donde sea que te encuentres. Realmente no sé por qué me he decidido por escribir esto, pero he leído por internet que era un buen modo de terapia eso de desahogarse mediante un trozo de papel, así que supongo que estoy haciendo eso ahora mismo, desahogándome.
No sé muy bien por donde empezar, ni que decirte que no sepas ya, pero creo que la razón por la que lo hago es para dar un final, un punto y final que definitivamente me permita avanzar. Ahora mismo me encuentro sentada en el sótano de la abuela. Había bajado aquí porque la abuela me había pedido buscar un mantel de hule que había guardado aquí abajo y que le apetecía poner, así que eso hice.No me esperé encontrar bajo una tela raída el piano de pared que me había regalado mi abuelo hacia tantos años.
Supongo que ha sido inevitable recordar todos los momentos con él, todas aquellas risas que él y yo dejábamos ser cuando tocábamos juntos, aunque él no tuviera ni la más remota idea de hacerlo. Así que, te cuento, que esta ha sido mi motivación para escribirte esta carta, ese piano tan viejo, pero tan especial, que tiene consigo los pocos recuerdos felices de mi infancia. He descubierto, trasteando con las teclas, que además de que suena horrible por lo desafinado que está, que no se me ha olvidado eso de tocar, aunque estoy demasiado oxidada, pero me acuerdo de aquellas canciones que me enseñaron en el bar donde el abuelo echaba la partida de cartas, lo que es muy importante para mí, para nosotras. En fin, esto del piano no tiene mucho que ver con lo que verdaderamente quiero contarte, pero creo que necesitaba ponerlo por si te olvidas en el futuro del piano, que sé que no lo vas a hacer, pero por si acaso.
¿Cómo lo estás haciendo ahora? Espero que mejor de lo que lo hago yo ahora mismo. Sé que he mejorado, que mi actitud ha cambiado bruscamente y que me he vuelto un ápice más abierta. Ahora sonrío más y espero, que tú, lo hagas mucho más de lo que yo lo hago ahora.
¿Sabes algo? No me había dado cuenta de lo rota que estaba, de cuan rota estaba, hasta que no me he visto fijamente reflejada en un espejo. Sí, después de mucho tiempo, y por voluntad propia, me he parado en el baño de la abuela para mirarme al espejo y mirarme. Mis ojos estaban diferentes, mi expresión era diferente y por mucho que me costó creerlo acepté que esa era yo. Y me encantó ser yo.
Ambas sabemos que nuestro camino no ha sido fácil, para nada fácil, y que llevamos años escondidas en un caparazón que se hacía más pequeñito a medida que el tiempo pasaba. Cuando me he dado cuenta, he aparecido aquí, con casi 25 años y ninguno aprovechado. He decidido comenzar a vivir ahora.
Hemos soltado muchas lágrimas por el camino, demasiadas, y nos hemos sentido, perdóname esto que voy a decir, como la mierda innumerables veces por culpa de Marta, el ser que decía ser nuestra madre. Quiero que comprendas, como he hecho yo ahora, que ser una madre no es eso, porque no se trata de hundir a una persona, de aparentar ser un bloque de hielo todo el tiempo y de no mostrar ninguna imperfección al mundo...no. Nosotros somos seres, y porque somos seres es que sentimos Jana, y quiero que tengas claro una cosa;
Tienes permitido sentir Jana, y por favor, espero que sientas mucho.
Ahora nos está siendo difícil, no te quiero engañar. Estamos experimentando demasiadas emociones cada día, emociones que nunca hemos tenido el placer de sentir, y aunque muchas veces nos volvamos locas por no saber como reaccionar, todo es aprendizaje, y eso lo estamos haciendo bien.
Quiero contarte una anécdota, una que espero que no hayas olvidado, porque gracias a él es que hoy podemos ser lo que somos. Aquella tarde en Dinamarca (si viajamos por Europa con la loca de Irune) fue mágica. Experimentamos muchas cosas a la vez, pasamos del miedo familiar a la locura en menos de un segundo. Los jardines de Tívoli siempre quedarán como mi sitio de escape. Mi mente ha creado una representación gráfica en la que puedo respirar cuando me siento ahogada. Los pasos pequeños que vamos dando es lo que nos está haciendo crecer día a día, y aquel día, esa tarde, fue cuando pudimos dar el primero de todo este camino lleno de baches.
![](https://img.wattpad.com/cover/216232959-288-k132543.jpg)
ESTÁS LEYENDO
EL ARTE DE SABER AMAR: PERFECCIÓN - RM
Hayran KurguMis pies habían avanzado el camino de mi vida hasta este punto, donde ya no sabía quién era o qué me gustaba. Siempre en busca de unos estándares que relamente no valían nada, al menos no para mí, no para él. Acogidos bajo los brazos llenos de espin...