Otro click resonó en el ambiente lleno de vida frente a los edificios coloridos de las calles de Viena. Bajé mi cámara para ver la imagen de la pantalla y mordí mi labio inferior para retener la sonrisa que quería extenderse en mi rostro.
Era precioso.
— Cuando quieras hacer una criva de todas las fotos que has hecho, solo vas a encontrar edificios.— mi hermana me tendió el café que había ido a comprar mientras yo captaba todo lo que podía con mi cámara.
— No pasa nada, siempre puedo eliminar todas las fotos en las que sales tú para hacer espacio a mis edificios— cogí el envase dejando con cuidado la cámara a la altura de mi estómago— ¿De qué es?
El dulzor de la vainilla y la canela bañó mi paladar.
— Batido de vainilla para ti, un mocca para mí— me sonrió antes de que sus labios se cernieran sobre la pajita.
Miré el envase de plástico con el líquido blanco y le dí otro sorbo encogiéndome de hombros.
— ¿Qué quieres hacer ahora?— mi mano fue hacia el bolsillo pequeño de mi mochila para coger el pastillero— ¿Damos un paseo?
Abrí la tapa del organizador y saqué la pastilla del hierro y las vitaminas para metérmelas en la boca. Cerré los ojos cuando las tragué.
— Vamos a callejear un rato antes de ir a la exposición esa de Picasso— Irune dio otro sorbo a su café y comenzamos a andar calle abajo— Sabes, hoy siento que vamos a volver a encontrarnos al moreno de nuevo, como se llamaba...
— Namjoon— dije distraída viendo los edificios coloridos de la ciudad— O Levis también....
— ¿Levis? ¿Qué clase de nombre es ese?— mi hermana arrugó su nariz con gracia— Además, ¿Levis no es una marca de ropa?
Di un sorbo a mi batido, empapándome del color de Viena.
— Si que lo es, pero, si él escogió ese pseudónimo es por algo— Irune levó una de sus cejas y me miró con una sonrisa ladeada.
— ¿Pseudónimo? ¿De que estás hablando?— di otro sorbo a mi batido, y adelántandome unos pasos dejé que una sonrisa de labios cerrados se extendiera por mi boca.
— Nada de lo que te incumba, hermanita.— llevé la pajita a mis labios, dejando que el sabor a vainilla invadiera mi paladar mientras el color de Viena bañaba todo mi ser.
Los recuerdos de aquella tarde en Venecia también me iluminaron por dentro.
— Wow hermanita, simplemente wow— la pelirroja se puso a mi altura sincronizando nuestros pasos mientras caminábamos tranquilas— Por cierto, siento cortarte el buen rollo, pero aita me ha enviado un mensaje esta mañana diciendo que lo llames, que es urgente.
Paré mis pasos en seco, y frunciendo el ceño, giré para mirar a mi hermana con ojos entrecerrados.
— ¿Te ha dicho algo más?— ella negó dando un sorbo a su café.
— Nop, simplemente que le llames urgentemente—una de mis manos se colocó en la base de mi cámara, acariciándo el material mientras mis ojos se perdían en las baldosas del suelo de la calzada— ¿Crees que puede ser algo relacionado con patas de gallo?
Puse los ojos en blanco.
— Irune...— advertí con tono bajo— Por mucho que me haya hecho sigue siendo mi madre, deja de llamarla así.
Ella elevó una de sus cejas.
— Eso no es ser una madre, Jana.— sus manos gesticulaban provocando que el contenido de su envase resonara en nuestro espacio— Una madre es querer y cuidar a sus hijos, apoyarlos y ser un pilar para ellos. Patas de gallo solo quería un clon de sí misma, porque ella no se preocupa por los demás Jana, nunca se preocupó por ti— mi rostro se contrajo al escuchar sus palabras, algo en mi pecho comenzaba a doler— Ella no merece una hija como tú, ella no te merece,
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EL ARTE DE SABER AMAR: PERFECCIÓN - RM
FanficMis pies habían avanzado el camino de mi vida hasta este punto, donde ya no sabía quién era o qué me gustaba. Siempre en busca de unos estándares que relamente no valían nada, al menos no para mí, no para él. Acogidos bajo los brazos llenos de espin...