Canción recomendada: Never Let Me Go - Florence + The Machine.
••••••••••••••••••••••••••••••
-Lo siento, lo último que supe es que su vuelo estaba retrasado. Pero seguro llegará pronto -contestó Susan siendo inmediatamente traducida por la chica. Sonrió tranquila y abrió la puerta de la habitación para dejarlos pasar.
-Está bien, gracias -Jimin miró todo con detenimiento: al igual que en la recepción, todo en aquella habitación era idéntico a la que había ocupado en aquél entonces.
Cuando Susan se fue para dejarlos acomodarse, Jimin se tiró de espaldas a la cama, y junto a él se tiró Taehyung rebotando en el colchón.
-Con tranquilidad, Jimin —dijo y volteó a mirarlo—. Sé que todo esto debe ser muy duro para ti... me lo imagino. Me has contado cada detalle de lo que sucedió aquella vez, y ahora que estoy aquí entiendo mejor todo -pronunció en un tono comprensivo; seguramente porque los nervios de su amigo se notaban a kilometros-. Estaré aquí para ti si quieres llorar o golpear a alguien, pase lo que pase luego, cuando él llegue.
Jimin asintió en silencio. Su cabeza y su corazón eran tal alboroto que nisiquiera pudo pronunciar palabra.
-¿Por qué nos dieron una sola cama doble? -preguntó Taehyung con el ceño fruncido levantándo la espalda con los codos-. Igual no me quejo, nunca había estado en un hotel tan lindo. Como sea, deberíamos ducharnos, acomodar la ropa y bajar a recorrer el jardín, ¿qué dices?
-Prometí a mis padres que no saldría del hotel... -acomodó sus lentes de marco negro sobre su nariz. Aún se le hacía muy incómodo llevarlos puestos y más aún porque los mismo le daban un aire de intelectualidad que él estaba seguro que no tenía.
-¡Ay! ¡Vamos, Jimin! ¡No te volverás a perder por recorrer el patio! -se levantó de la cama y revolvió su valija en busca de ropa.
Luego de que Taehyung se metiera a la ducha, Jimin se levantó y acomodó pensativo la ropa de ambos en los armarios. Mientras doblaba cada prenda sentía cómo los minutos para el encuentro se acortaban, y no había forma de que ese dolor de estómago desapareciera, no hasta que lo viera y corroborara muchas cosas.
-¡I'm ready, baby! -Taehyung salió de repente del baño vestido y listo para salir. Así que Jimin se duchó rápido y bajaron las escaleras hacia a la recepción.
Allí Taehyung se entretuvo hablando con la traductora coreana, la cual al parecer se llamaba Sara, y quién iba traduciendo toda la explicación qué la recepcionista les daba acerca de las excursiónes que habían cerca del lugar. Aunque Jimin no prestaba demasiada atención y más bien perdía la vista por las ventanas de la entrada.
-Hay varias cascadas. Algunas están disponibles sin guía. Recuerden que si desean hacer alguna excursión deberán informar aquí en la recepción. Ah, y hay una excursión nueva que aún está cerrada, supongo que luego les explicarán de qué se trata -Sara tradujo y se acomodó las trenzas que llegaban a su busto.
-¿Y se puede usar la piscina? -preguntó Taehyung mirándola entretenido.
-Sí, por supuesto. Está abierta desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche.
-¿Es climatizada?
-Sí, señor.
-Señorito, por favor -corrigió él.
-Claro... -la chica rió mirándolo e intentando entender si era un chiste—. La recepcionista pregunta si les han informado el horario del desayuno.
-Quizás Jimin lo recuerda de cuando estuvo aquí... -Taehyung miró a su amigo para corroborar y éste negó con la cabeza.
-Antes no pasé ni un día en el hotel... —contestó Jimin.
-Claro, lo siento.
-Bueno —continuó Sara—, los horarios son: de ocho a diez de la mañana se sirve el desayuno, y luego...
-Mierda... -largó Jimin mirando a través de los ventanales de la recepción hacía la entrada del hotel. Al escucharlo, inmediatamente todos voltearon a ver qué miraba con tanto detenimiento.
Pero él solo se petrificó y se quedó sin aliento al ver un taxi estacionando frente a la puerta. Y simplemente lo supo. Supo que Yoongi venía él, lo sintió en la piel y en cada molécula de su cuerpo.
El chofer bajó del auto y lo rodeó para abrir la puerta trasera. Una valija negra con ruedas tocó el suelo y luego una pierna apareció vistiendo un pantalón negro y zapatillas Converse rojas.
Jimin se acercó a la puerta de entrada del hotel y salió casi siendo guiado por un simple impulso. Estiró el cuello para lograr ver detrás del taxista, y allí estaba: el mismísimo Yoongi. Su Yoongi de cabello negro y piel pálida, ojos rasgados e intrigante expresión de saberlo todo.
Sonrió de oreja a oreja con melancolía y esperó a que él lo notara; no quiso hacer ningún movimiento hasta esperar su reacción. Entonces advirtió que los ojos de Yoongi lo encontraron, y después de fijarlos sobre los suyos, una sutil sonrisa se marcó en su boca. Soltó la valija que traía en la mano y esquivó al taxista para caminar a paso firme hacia él.
Entonces, mientras Jimin apretaba sus dedos nervioso frente a su cuerpo, sonrió instintivamente al verlo acercarse con esa gran sonrisa marcada en su preciosa cara.
Era él. Era real. Era de carne y hueso y tal cual lo recordaba.
Al sentir sus brazos rodear su cintura con fuerza, levantarlo del piso y girarlo con emoción, se preguntó si siquiera eso era real, o si sería quizás alguno de los tantos sueños que había tenido con él.
-¡Niño caníbal! -exclamó Yoongi al girarlo por el aire.
Jimin se aferró a su cuello sin querer soltarlo jamás. Su olor era el mismo. Su tacto se sentía igual. Y las lágrimas cayeron por las mejillas de ambos sin poder controlarlas.
-Yoongi... -pronunció mirándolo directo a los ojos cuando se separaron-. Pensé que jamás te vería de nuevo...
-También yo -Yoongi lo observó profundamente con afecto. Corrió su flequillo con su dedo índice y limpió una lágrima que resbalaba por su nariz.
Jimin quedó absorto por su imagen, por tenerlo en frente, por poder sentirlo cuando pensó que jamás volvería a hacerlo. Y se fundió en sus ojos hasta que sintió una sombra a su costado. Fué entonces cuando volteó a mirar y se percató del chico que se paraba allí y miraba a Yoongi con diversión mientras sostenía dos valijas en sus manos.
-¡Tienes que decirme como hacer llorar a ésta roca! —exclamó él, refiriéndose al parecer a las lágrimas de Yoongi.
Entonces Jimin observó a Yoongi frente a él y lo notó tragar duro para luego correr la vista hacia otro lado.
-Jimin, él es... -comenzó a hablar, pero rápidamente aquél chico terminó su frase:
-Soy Sato Hiro -dijo, asomando una sonrisa de lado-, el novio de Yoongi.
•••••••••••••••••••••••••••••••
Descarguen aquí sus rabias.
Descarguen aquí sus dudas y preguntas.
Descarguen aquí lo que creen que pasará en el próximo capítulo.
xd
ESTÁS LEYENDO
NUEVAMENTE © (Libro 2)
FanfictionSecuela de "PERDIDAMENTE" •Fanfic Yoonmin. Nota antes de leer: esta historia es la segunda parte de "Perdidamente", por lo que no tiene sentido si no se lee primero la parte uno. (La historia la encuentras en mi perfil) •Queda prohibida la copia...