Capítulo 8, A corazón abierto

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Al escuchar sus palabras, los ojos de Jimin se llenaron de lagrimas brillantes que intentó ocultar detrás de su flequillo y agachando la cabeza

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Al escuchar sus palabras, los ojos de Jimin se llenaron de lagrimas brillantes que intentó ocultar detrás de su flequillo y agachando la cabeza. Durante dos años había tenido esa simple duda: ¿Seguiría Yoongi pensando en él?

Y acaba de darle la respuesta.

—También esperé mucho tiempo por esto... —se animó a levantar la cabeza para sostenerle la mirada.

Y entonces en ese momento no le importó demasiado cual sería la reacción de Yoongi, solamente se dejó llevar por lo que gritaba su corazón, y lo abrazó.

Lo abrazó con fuerza. Aferrándose a su cuello como a un salvavidas en medio de un océano turbio. Porque el cumplía esa función para él; por alguna razón se sentía seguro a su lado.

Un momento después sintió los brazos de Yoongi rodear de a poco su cintura y aferrarse a su cuerpo tanto como lo hacía él. Entonces ese abrazo lleno de desesperación se extendió por varios minutos en completo silencio.

Hundió su cara en el cuello que alguna vez había besado mientras sentía las manos de Yoongi acariciar con afecto su espalda sobre su camiseta. Decidió cerrar los ojos y guardar por siempre esa memoria, para incorporarla con los demás recuerdos que tenía a su lado.

—Gracias por haber aceptado venir —Yoongi se separó de él para hablar y entonces Jimin notó que algunas lágrimas habían caído de sus ojos y rodaban ahora por su comisura.

—No iba a venir —confesó en un susurro, copiando el tono que Yoongi había utilizado al hablar—, pero acepté cuando tú lo hiciste —se sentó otra vez a su lado y esta vez con las piernas cruzadas para poder verlo de frente.

Yoongi asintió pensativo.

—Tampoco iba a venir. Pero no porque no quisiera verte. Es qué pasaron algunas cosas que yo... —hizo silencio, y luego continuó—: No importa eso ahora. Dime, ¿cómo estás?

—No estoy seguro... —sonrió con timidez acariciando su propio brazo. La verdad era que su mente era una nebulosa y sus sentimientos iban desde la emoción a la tristeza—. ¿Y tú?

—Tampoco estoy seguro. Estoy algo... confundido por todo esto. Es muy extraño verte aquí.

—Lo sé, ¿verdad? Es extraño vernos con ropa limpia —Dijo Jimin, haciendo a Yoongi reír y asentir como si pensara lo mismo.

—Y sanos y salvos —agregó él con melancolía—. Que locura... —lo miró de reojo y sus miradas se cruzaron por varios segundos—. Estás igual, Jimin...

Jimin sonrió y agachó la cabeza cuando la mirada de Yoongi se tornó tan intensa que sintió desfallecer si seguía viéndolo.

—Tú también estás igual. Igual, igual... —suspiró largamente.

—Traes la piedra que te di... —señaló su cuello.

Jimin asintió y llevó su mano a la piedra agujereada colgando de su cuello.

—La he llevado conmigo por dos años.

—Yo pensé en ti cada día, Jimin —confesó Yoongi de repente en un susurro, y luego miró por el corredor hacia ambos lados. Jimin asintió aguantando las lágrimas, sintiendo que pronto despertaría de un sueño perfecto en el que escuchaba exactamente lo que quería escuchar. Yoongi continuó hablando—. Cuando supe que podría volver a verte, sentí algo extraño en el pecho. No sabía si tú querrías verme luego de que... —hizo una breve pausa y prosiguió—, de que te dejara en el hospital aquél día, solo, con una simple carta de mierda. Créeme que me dolió demasiado. Pero eso era lo mejor para ti, estaba seguro. Hasta que me alejé lo suficiente y me arrepentí. Pero entonces volví a recordar que aunque me doliera, eso seguía siendo lo mejor para ti.

Jimin lo miró confundido.

—¿En qué momento creíste que estaría mejor sin ti? —reprochó.

Yoongi estiró los labios en una mueca de tristeza y tragó saliva. Se tomó un momento para pensar.

—Cualquiera estaría mejor sin mi.

—Pues yo no. Y una temporada en el infierno me hubiera dolido menos que perderte —confesó. No había planeado confesar nada de eso. De hecho, nunca había expresado tan sinceramente a nadie lo que había sentido desde aquel día en que los rescataron.

—Lo siento mucho por haberte dejado así... El reformatorio me esperaba y no había vuelta atrás con eso. Tuve que cumplir esa condena que no era mía.

—Y... ¿cómo te fué allí, en el reformatorio?

—Como la mismísima mierda. Pero lo soporté bien. Luego de lo que nos pasó, el reformatorio se sintió como un hotel cinco estrellas —rió, y Jimin rió con él.

—Me alegra que ya haya terminado...

—Sí. Espero nunca más cumplir una condena que no sea mía.

Jimin tomó aire y lo exhaló despacio recordando que todo eso lo había hecho para cubrir a su novio, al cual seguramente amaba mucho. ¿Se trataría de ese tal Sato Hiro? Realmente esperaba que no. Tragó saliva y al parecer su expresión lo delató:

—Jimin, la verdad sobre Hiro es que...

—¿Yoongi? ¿Qué demonios haces ahí en el suelo?

Jimin y Yoongi levantaron la mirada para encontrarse al enorme Sato Hiro asomándose por la puerta de una habitación. La habitación que se encontraba justo en frente a la de Jimin. Él se paraba allí pidiendo explicaciónes.

—Hiro... —Yoongi miró a su novio y luego a la pared del corredor frente a él—. Salí a tomar aire y me encontré con Jimin...

—Levántate y ven a la cama —dijo Hiro metiéndose a la habitación y dejando la puerta abierta.

—Jimin, escucha —Yoongi se levantó apresuradamente del suelo y se quedó en cuclillas a su lado por un momento. Apoyó su mano sobre la de Jimin y susurró algo a su oído—, créeme que quería continuar con la conversación...

—¡Pero iba a contarte sobre Parkmin! —Jimin se encontró triste ante la idea de que se marchara de allí y tomó su mano entre las suyas en un acto desesperado. Entonces Yoongi le dió un fuerte apretón y volvió a hablar a su oído:

—Lo sé. Pero escucha, por las dudas si mañana no podemos hablar en privado durante el día, te veo aquí a la misma hora —se levantó y le regaló una tierna sonrisa antes de desaparecer detrás de la puerta de su habitación.

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+Reportense aquí los que creen que Hiro es el culpable de que Yoongi fuera al reformatorio.

+Reportense aquí los que creen que no es.

+Reportense aquí los que quieren que sea mañana para un nuevo capítulo 👀

NUEVAMENTE © (Libro 2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora