Amor Prohibido//Cole Sprouse (Sin Terminar)

Capitulo 33

~Bonita...~

Narrador omnicente:

-Entonces, querido dylan, dime ¿Por qué hiciste todo esto?.-En las oficinas de interrogación de nueva orleans, un famoso criminal estaba sentado justo frente a Thomas, un... Gran detective, que no quería apresularlo todo pero lo más que deseaba era ver cómo estaba su mejor amiga en estos momentos.-Si te lo cuento todo, ¿Me sacarás de aquí, corazón?
–Si tu historia me convence...
–Bien, primero que nada quiero decir que nada de esto fue mi plan.
–Okey, entonces, si es así... ¿De quién fue?
–Sebastian y Megan.–Ha de decir, que al chico que hacía las preguntas, le impresionó el escuchar el nombre "Megan" en esta historia, pues, a esa chica la conocía más que a su propia madre, o bueno, eso creía. Crecio con ella, y aunque fueran distantes y el poco se relacionara con Megan, de igual manera estaban juntos casi todo el día.–Antes de decir "¿Megan? ¿Megan Blake?" Diré, ¿Quien es Sebastián Rodrigo y por qué se metió en ese negocio?
–Sebastian Rodrigo, como muchos lo conocen en América, realmente es "Jackson Israel" es un hombre que crecio entre las drogas de su madre y abusos de su padre, nacio en Canadá, pero sus padres de mudaron a Suecia debido a algunos problemas en su país natal.
–Entiendo.–Tomo de su café y puso su pierna izquierda encima de la derecha.–Al cumplir los once, su madre lo metió en el negocio de distribución, creció, con muchos delitos detras como, droga, violaciones a menores y mayores...
–¿Mujeres?
–Obviamente, a hombres no será.
–Podria ser, ¿Por qué no?.–el rubio volteo los ojos y continúo hablando tranquilamente.–Siguiendo con el tema, el se ganaba la vida con eso, comenzó a prostituir, chicas, niñas... De todo, todo lo que se cruzaba, pasaba por sus manos primero y luego lo desechaba. Mucho dinero vio, tuvo que alquilar un departamento a las afueras de nueva orleans y ahí metió todo el dinero, este llegaba al techo.
–Dios, que cerdo.
–Totalmente.
–ahora lo que no entiendo, ¿Que tiene que ver Megan aquí?
–Megan... Ella viajo a Nueva Orleans por trabajo hace unos años, sabes que es abogada.–Asintio con la cabeza mientras tomaba un lápiz y escribía, dejo de hacerlo y apoyo su cabeza en su mano, dejando el lápiz cerca de su cara.

–Hola, lindo, ¿Cómo es tu nombre?
–Uh, pero dios envía cosas bonitas a los inocentes.–Una sonrisa pícara se mostró en su rostro, megan con un descote, shorts de cuero mucho arriba de la rodilla, camiseta blanca, con un sweater de pelos, aparentemente de leopardo, y labios increíblemente rojos y brillantes en un bar.

¿Ha qué hombre no provocaría?

–El le invito una cerveza, y ella acepto.–Continuo hablando el arrestado.–¿Todo era parte del trabajo?
–Sí.–Thomas siguió anotando todo, en la misma posición de hace unos minutos.–Diez cervezas y ya el hombre estaba pasado de copas.

–¿Que tal si vamos a mi departamento? Está por aquí cerca, a unas calles de aquí.
–Por supuesto, ¿Por qué no?.

–Ella acepto, pensó que el plan iba mejor de lo esperado.
–Pero algo pasó.
–Siempre pasa algo.

–Vamos, niña, déjate hacer o...
–No podrás asesinarme. Soy abogado de una de las familias de una niña que violaste y asesinaste, me pidieron que te llevará a la corte para que te arrestaran, tan solo estoy haciendo mi trabajo.
–Con más razón debo matarte.

–Estaba nerviosa, muy nerviosa, todo podía salir mal en cuestión de... Segundos.

–Tan solo dame pruebas de que tu no fuiste.
–No te puedo NO dar pruebas cuando no las tengo.
–Finjamos algo, déjame hacer algo a cambio de que no me mates, tengo familia, tengo a mi madre, soy yo quien la mantengo.