Destino cruel

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Me desperté por que una enfermera entro al mi habitación con mi bebé en brazos, debía darle de comer, me descubrí un pecho y lo pegue, él busco mi pezon con la boca, cuando lo encontró succionó y empezó a comer.

Alguien toco la puerta de mi habitación, la enfermera entre abrió la puerta, reconocí el olor de mi mate.

- Soy el esposo de la señora Gray- la enfermera asintió y lo dejo pasar, ella salió sin mirar atrás una vez que él entro, Maxton cerró la puerta - Todos quieren conocer a Malakai- sonreí.

- Es obvio, solo hay que esperar a que termine de comer y ya podremos dejarlos pasar- él asintió y acarició cuidadosamente la cabecita de Malakai.

- Me encanto el nombre que elegiste, le diremos Kai de cariño- asentí.

- Quería que llevara tu inicial- él sonrió ampliamente.

- Los amo- beso mi frente y luego la de nuestro hijo, cuando Kai termino de comer Maxton fue por todos, yo mire el rostro de mi bebé aun era muy pronto para saber a quien se parecía más pero creo que se parece mas a mi.

Cuando todos entraron me sonrieron, ya me había puesto bien la bata de hospital para que no me vieran, mi mamá y mi suegra fueron las primeras en cargar a mi bebé, mi papá me abrazo, cada miembro de nuestra familia fue cargado al bebé, cuando le toco a Yair cargarlo empezó a llorar de felicidad.

- Arcane seré el guardián de tu bebé- sonreí, los brujos pueden ser guardianes de ciertos lobos cuando estos van a jugar un papel importante en la vida.

- Así pues entonces yo también, si tu lo proteges entonces yo también- Yair negó.

- Tu tendrás que cuidar a la futura hija de Arcane eso ya se había decidido-Hakkon asintió de buena gana, yo estaba confundida pero decidí no preguntar nada.

Cuando Malakai volvió a mis brazos me toco la cara con su pequeña manita, se sentía tan cálida y pequeña, no necesitaba nada mas para ser feliz, solo estos momentos con mi familia, mi mate y mi bebé.

Unas horas mas tarde me dieron de alta en el hospital junto con mi bebé, después de vestirme y ver que Kai estaba bien tapado salí de ahí de la mano de Maxton, nos subimos en la camioneta, mientras íbamos de camino a la casa nos vimos atrapados en el tráfico de la ciudad, Yair y Hakkon habían decidido venir a vivir con nosotros solo que ellos venían en sus propios carros.

- Señor al parecer un grupo de personas ha cerrado la calle para un concierto improvisado de la cantante de rock Alicia White- mire a mi Maxton y él me miro a mi, sabe de mi antiguo conflicto con Alicia pero hace mucho que dejamos eso de lado y si bien no somos amigas tampoco tenemos esa enemistad que antes teníamos.

- Solo toma otra ruta- el chofer se paso al carril contrario cuando no venía ningún carro, en el otro lado no había tráfico así que pasamos sin dificultades, al llegar a la casa nos bajamos y entramos a la casa, Hakkon llego primero que Yair, Maxton les indicó cuales serían sus habitaciones.

Yo fui a la habitación de mi bebé para dejarlo dormir tranquilamente en su cuna, yo ya sabía que iba a ser un niño por lo que mande a decorar la habitación y Maxton nunca se acerco a esta habitación por que como ya dije antes él no quiso saber el sexo del bebé hasta que naciera, deje cuidadosamente a mi bebé en su cuna, sonreí tomando sus pequeñas manitas, puse cojines a su alrededor para que cuando se mueva no se fuera a quedar boca abajo.

- Es tan hermoso, tan pequeño y tan frágil que me hace pensar en protegerlo para siempre- suspire, ¿Había algo mas hermoso que escuchar a tu esposo, al amor de tu vida hablar sobre protegerte a una parte que era de ambos?

- Pienso lo mismo pero habrá cosas que tendrá que vivir y nosotros no podemos evitarlo, no podemos evitarle el sufrimiento solo estar ahí con él para poder consolarlo, ser su apoyo y dejar que confíe en nosotros para que nos cuente lo que le preocupa y poder aconsejarlo de la mejor manera- él asintió, salimos de la habitación del bebé dejando la puerta entreabierta para poder escuchar si lloraba.

Tenía hambre así que bajamos a comer, Yair y Hakkon nos alcanzaron, los cuatro platicamos tranquilamente hasta que el llanto del bebé hizo que me levantara corriendo, para ir a su habitación.

Narra Brayden:
La reconstrucción de mi manada costo mucho trabajo pero por suerte ya todo estaba bien, mi familia había vuelto a casa y aun que mi hermana aun no me perdonaba me bastaba con que ya no me ignoraba y ahora que ambos estábamos en solos en el comedor aproveche para explicarle por que hice todas esas cosas.

- ¿Entonces estabas bajo el control de Rafaela?- asentí -Eso no hubiera pasado si tu no hubieras tenido una debilidad por ella- me gruño.

- Lo se pero yo creía que lo nuestro era real, al final todo resultó ser falso pero ahora lo que me preocupa es esa maldición-

- No debería seguramente los dioses nunca te den una segunda mate y Arcane esta felizmente casada a estas alturas también ya debe haber nacido su bebé- mi lobo gruño aun que ambos sentíamos una profunda tristeza.

- Fui un imbecil con ella, tal vez si no me hubiera portado como lo hice hubiera tenido una mínima oportunidad de estar a su lado el resto de nuestras vidas y ese bebé sería mío-

- Ahora no es momento de lamentarte, por ahora concéntrate en la manada que es lo que ahorita puedes controlar les hiciste mucho daño y mataste a muchos, ahora solo te harán caso por miedo y no por respeto-

- ¿Como hago que vuelvan a confiar en mi?- me sentía una mierda por haber sido tan mal Alfa.

- En primer lugar, contándoles lo que me has contado a mi sobre el control que esa bruja tenía sobre ti, en segunda ayudando a los niños que dejaste sin padres y tercero no trayendo a una zorra para que sea la Luna de la manada, ellos solo aceptarán a su verdadera Luna aun que seguramente morirás sin tener una familia- lo pensé.

- El brujo no me lanzo esa maldición solo por que si, debe haber sabido algo, tal vez los dioses si me otorguen una segunda mate- en ese momento entro el nuevo brujo de la manada.

- Eso no sucederá, solo podrá tener descendencia con su primera mate, mi especialidad es ver el futuro y puedo asegurarle que el suyo volverá a unirse con el de Arcane pero para que eso pase pasarán algunos años- mi lobo se emocionó al oír esas palabras.

- Pero ella es feliz, los dioses no pueden arrebatarle esa felicidad- mi hermana gruño.

- No serán los dioses los que se la arrebaten señorita Elvi, será la envidia de una vampira que pronto se convertirá en líder de un clan que querrá rebelarse contra el consejo sobrenatural pero no puedo decir mas-

- Le advertiré a Arcane- mi hermana se levantó pero el brujo la hizo volver a sentarse.

- No, no lo hará, ese es su destino siempre fue su destino, sucederá de un modo u otro, en esta vida ella vino a pagar los errores de su vida pasada, todos debemos cumplir con cierto karma de nuestra vida pasada- Elvi se levanto y se fue, yo estaba totalmente feliz de que Arcane y yo tendríamos una familia pero toda felicidad se esfumo con el recuerdo de la maldición.

- Podrás quitar la maldición- él me miro.

- Tratare de hacerlo pero no puedo garantizarle nada esa maldición solo podría quitarla un brujo muy poderoso pero el brujo mas poderoso que conozco es el del consejo y no se si quiera ayudarnos-

- Yo hablare con él- me levante y fui a mi oficina.

Chic@s perdón pero he tenido mucha tarea.

Mi mate es cantante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora