Reencuetro

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Narra Brayden:
Estaba a punto de dormirme cuando de repente entra Jeremías a mi habitación, se nota alterado, por un momento pienso que mi manada esta bajo ataque pero rápidamente compruebo que no es eso.

- Note demasiado tarde que Alicia ya está atacando la casa de Arcane- me vestí rápidamente y él abrió un portal, lo atravesamos y se cierra, vemos a la vampira correr hacia nosotros me transformó en lobo y ella choca conmigo, le gruño.

- Mierda- corre hacia el lado contrario y yo corro tras ella.

- Jeremías saca a Arcane y a todos de ahí- él corre hacia la casa, cuando alcanzo a Alicia la derribo, empezamos a pelear duramente, pero ella ya estaba cansada, supongo que tuvo que pelear con Hakkon y con Yair, tomo su cabeza en mis colmillos, ahí aparecen guerreros del consejo sobrenatural.

- Alfa Brayden por favor suelte a la señorita Alicia- gruño molesto pero la suelto - Alicia White queda sentenciada a muerte por asesinato a la familia Gray y la familia Tedesco y el intento de asesinato a la señorita Arcane junto a sus amigos y familia-

- ¿No murieron?- entonces a mi lado llega Jeremías, unos brujos que son médicos se encuentran revisando a Arcane que está inconsciente y a los demás que solo tosen demasiado, su esposo está gravemente herido.

- Morirás junto a tus hombres y tu compañero- se la llevaron por un portal, me acerque a Arcane lentamente, aun podía percibir ese delicioso olor a café y almendras, lamí su mejilla sin importar nada, su mate me gruño para que me alejara pero después soltó un aullido de dolor, eso hizo que Arcane se despertara.

Ella ni siquiera reparo en mi presencia, corrió hasta donde estaba su esposo.

- Maxton- susurro al ver el estado en el que estaba, de sus ojos comenzaron a caer lagrimas.

Narra Arcane:
Las lagrimas inevitablemente salen de mis ojos, mi mate, mi esposo, mi otra mitad se encuentra muy mal herido.

- No llores cariño-

- Por favor no me puedes dejar, no puedes dejar a tu hijo- ya había perdido demasiado, no podía perderlo ahora a él.

- Lo siento cariño, creo que en esta vida no me correspondía morir de vejez a tu lado- cierro los ojos fuertemente.

- ¡Hagan algo maldita sea!- les grito a los brujos ahí reunidos, mi hijo se acerca sin que Yair pueda evitarlo, abraza a su padre que sigue en su forma de lobo.

- No podemos hacer mas señorita Arcane- les gruño.

- Cariño basta mi tiempo ha llegado y no hay nada que alguien pueda hacer para impedirlo- sollozo, abrazo a mi hijo y a mi mate.

- No nos dejes, me lo prometiste Maxton, prometiste que morirías de vejez a mi lado después de ver crecer a nuestro hijo y ver a nuestros nietos-

- Tal vez en otra vida pueda cumplir mi promesa, en esta fui muy débil para cuidarte- negué.

- No fuiste débil yo fui la débil-

- Por favor cuida de nuestro hijo y prométeme que le darás una segunda oportunidad a tu mate Alfa serás feliz, yo te esperaré en la siguiente vida-

- No puedes pedirme eso-

- Por favor Arcane, nuestro hijo y tu necesitarán un lugar seguro y alguien que los cuide- suspire.

- Te lo prometo, si tu prometes convencer a la Diosa Luna de que en la próxima vida seremos felices tu y yo siendo mates- él se rio un poco, era una risa lobuna.

- Lo prometo amada mía, cachorro cuida a tu madre y hazle caso, los veré en otra vida- mi hijo asintió repetidas veces, mi lobo nos dió una última lámina y después exhalo su último aliento.

- ¡No Maxton, mi amor no me dejes!- mi hijo lloro con fuerza, aun no terminábamos de recuperarnos del fallecimiento de nuestra familia y ahora la Diosa también se ha llevado a mi mate, al padre de mi hijo.

Sentí a alguien despegarnos del cuerpo de mi esposo, me tensé un poco al sentir el olor de mi primer mate, café y caramelo.

- Lo siento mucho Arcane- no me solté de su agarre por que era lo único que me impedía derrumbarme por completo, mi loba se dejo consolar por el lobo de él.

- Alfa debemos ir a la manada- le dijo un brujo a Brayden.

- Dame un momento- el brujo me miro y asintió, se alejo para hablar con Yair y Hakkon -¿Quieres venir conmigo a mi manada? Prometo darte tu espacio y todo lo que requieras- suspire, no podía fallarle a la promesa que le hice a Maxton pero tampoco se la voy a dejar fácil al Alfa este.

- Solo si Yair y Hakkon vienen con nosotros- él asintió, mis amigos se acercaron, me aleje de él para correr a los brazos de mis amigos, a mi hijo lo cargo Yair.

- Jeremías abre él portal hacia la manada- Hakkon me cargo, de sus ojos salían lagrimas, sentí cuando atravesamos el portal, el Alfa nos dió refugio en su casa mientras veía si había casas disponibles o si debía mandar a construir una casa, mi hijo y yo nos quedamos dormidos en una habitación del último piso.

En la mañana sentí ese gran vacío que había dejado Maxton, suspire y llore, no podía evitar llorar y mi loba no podía evitar soltar aullidos de dolor, habíamos perdido todo, solo nos quedaba nuestro hijo y nuestros amigos que sabía que no nos dejarían solos, no se si podría ser lo suficientemente fuerte esta vez, se que mi hijo me necesita pero perder a mi mate era incluso ms doloroso que haber perdido a mi familia, es un dolor diferente.

-Papi- mi hijo llama a su padre en sueños, se remueve y entonces empieza a llorar, lo abrazo, él despierta - Mami quiero a mi papá- mis ojos derramaron mas lagrimas.

- Lo se cariño pero no podremos verlo mas, sin embargo recuerda que siempre nos cuidará aun que no podamos verlo-

- Estoy cansado de perder a las personas que me importan- suspire.

- Lo siento cariño, lo siento tanto- él sigue llorando mientras yo lo abrazo queriendo protegerlo de tanto sufrimiento, él se vuelve a quedar dormido, lo dejo suavemente en la cama y me levanto, camino hacia el baño pero sin querer abro un closet vacío, voy a la otra puerta y esta vez si es el baño.

Salgo del baño después de hacer mis necesidades, me sorprendo al ver a Brayden acariciar la mejilla de mi hijo, mi loba le gruñe, teme que le haga algo a nuestro cachorro.

- Tranquila Briana nunca le haría daño a tu cachorro- mi loba tomo el control sobre mi cuerpo y alejo sus manos de nuestro hijo.

- No se por que pero no te creo, ¿Será que los Alfas matan a los cachorros que otros lobos procrean con su mate?- él solo sonríe.

- Eso era en el pasado cuando los licántropos eran más bestias que humanos pero solo siento un instinto de protección hacia tu hijo y hacia ti- mi loba lo analiza y me devuelve el control de mi cuerpo.

- Lo siento Briana es muy sobre protectora con nuestro cachorro y mas después de todo lo que hemos vivido- me disculpo por ella y suspiro.

- Lo entiendo completamente, venía a decirles que el desayuno estaba siendo preparado y a dejarte esto- me entrego una bolsa, la tome rosando accidentalmente sus dedos sintiendo una leve descarga.

- Creí que la conexión se había roto- murmure.

- Parece que la Diosa no nos quiso separar a pesar de que te haya dando un segundo mate- lo mire mal - L...lo que quiero decir es que tal vez nos conocimos en un tiempo que no correspondía, tal vez a ambos nos faltaba madurar o algo, bueno este hay toallas y mas cosas de aseo personal en el baño, si necesitan algo mas no dudes en buscarme- se puso nervioso y empezó a hablar rápido.

- ¿Ok? Ehhh bueno gracias por la ropa y lo demás- él asintió y salió de la habitación torpemente pues se golpeó con la puerta, mi primer instinto fue ir hacia él pero me obligué a quedarme en mi lugar.

Mi mate es cantante Donde viven las historias. Descúbrelo ahora