Evil grows in me

Día 11 - Primera vez (no smut)

La primera vez que Harry montó una escoba fue como encontrar una parte de sí mismo que no sabía estaba perdida. La escoba se amoldaba fácilmente a su cuerpo y el viento parecía cambiar de dirección siguiendo sus movimientos. No podía creer lo bien que se sentía, lo libre que era arriba de una escoba, lo poco importante que la vida en el suelo parecía.

La señora Hooch se aseguró de decirle que por ningún motivo soltara la escoba pero el pequeño Gryffindor parecía nacido en el aire, así que lo dejó volar libre mientras ella corregía y salvaba a otros pobres estudiantes.

Era la única clase en que Harry probó ser mejor que Tom. Al menos durante las primeras lecciones. Después de acostumbrarse y leer todo lo que pudo sobre la teoría de volar, Tom casi igualó la facilidad que Harry tenía sobre una escoba. Claro que al Slytherin no le importaba mucho volar en escoba, pero no podía dejar que Harry le ganara en algo.

—¡Más alto! —Gritó Harry, volando en círculos por encima de Tom.

—Estás demente, Potter —respondió Tom. —No pienso subir más. ¡Tú baja!

—¡No! ¡Nunca! —Harry rió con total felicidad.

Tom lo seguía con la mirada, sus manos firmemente agarradas al mango de la escoba. No entendía cómo le era tan fácil al otro niño, por qué Harry no sentía miedo de caer o vértigo al mirar hacia abajo. Por lo que fuera, a Tom solo le quedaba aceptar su sufrimiento y aguantarse si quería ser parte de la felicidad de Harry.

Harry, por su parte, no entendía por qué Tom parecía tan tenso sobre su escoba. Era verdad que las escobas del colegio eran viejas y no se veían muy bien cuidadas, pero Harry sabía que no se iban a romper bajo su peso o iban a caer de pronto. No tenía sentido. Pero como quería compartir ese momento con Tom, solo le quedaba volar más bajo, girando alrededor de su amigo e intentando piruetas como si se tratara de una patineta.

—¡Señor Potter! ¡No siga con eso o tendré que enviarlo dentro! —amenazó la señora Hooch.

La entrenadora tampoco se veía muy feliz de tener a un primer año intentando cosas tan avanzadas sobre la escoba. No importaba que tan bueno fuera. Tuvo que detener a Malfoy cuando el rubio hizo ademán de seguir a Potter. No quería tener que llevar a dos niños a la enfermería si decidían pelear en el aire.

Harry intentó volar con más calma, pero le era difícil ignorar el impulso de ir más rápido, más alto, dando vueltas solo porque sí. Entonces Longbottom perdió el control de su escoba. Fue una lástima, su compañero de casa ya había superado su propio récord, y hasta había alcanzado la misma altura que Tom.

Varias niñas gritaron, varios Slytherin rieron, la señora Hooch ordenaba a todos que volvieran al suelo, preparando su propia escoba para rescatar al pobre chico. Harry solo pudo ver cómo Longbottom terminaba resbalando de su escoba. La señora Hooch no lo iba a alcanzar. Harry estaba más cerca.

Harry se pegó a su escoba y la dirigió hacia el otro Gryffindor, ignorando las órdenes de Tom y la señora Hooch. Apenas logró alcanzar a Neville y jalarlo de una mano para subirlo a su escoba detrás de él. No sabía calmar a las personas, así que solo le quedó flotar lentamente hacia abajo mientras le decía a Neville que abriera los ojos o al menos dejara de apretar tan fuerte.

Tom parecía enojado, y la señora Hooch intentó regañar a Harry pero al final se rindió y admitió que su manejo de la escoba fue excelente. Le otorgó puntos a los leones por ayudar a un compañero en apuros, aunque sí le dijo que la próxima vez hiciera caso a sus indicaciones.

La historia de lo sucedido no tardó en dar la vuelta al colegio, y cuando el director Dippet lo mandó llamar, Harry creyó que estaba en serios problemas. Fue demasiada su sorpresa cuando le dijo que le daría un permiso especial para participar en las pruebas del equipo de Quidditch de Gryffindor. No importaba que al jefe de casa no le gustara mucho la idea, la decisión final de si Harry era o no parte del equipo sería del capitán. Y aunque Oliver Wood no estaba convencido al principio, la forma en que Harry volaba lo terminaron convenciendo.

Tom no apartó a Harry cuando el menor lo abrazó contándole la noticia. También prometió ir a todos los partidos, aunque no lo apoyara a él, específicamente. De por sí los Slytherin lo odiaban, no podía ir y apoyar a otras casas en Quidditch. Sin embargo, podía disfrutar de ver a Harry volar y ganar todos y cada uno de sus partidos.

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

[ugh creo que este no estuvo tan bien pero es porque a sus once años solo son amigos tipo hermanos porque viven juntos y solo son pequeños bebés traumados - luego se explica porque decidieron hacer otros amigos desde primero y así, mañana será más fluffy lo prometo]