Evil grows in me

Día 13 - Un baño

—Si me hubieran dicho de este lugar, hubiera hecho lo posible para ser prefecto —decía Harry, girando sobre sí mismo tratando de absorber todo con su mirada.

—Yo creí que serías prefecto —respondió Tom con una ceja levantada y una pequeña sonrisa al ver la expresión de asombro de Harry. —Tienes mejores calificaciones que Longbottom, aunque no sé si soportarías hacer pareja con Patil.

—Ew, no —Harry negó con la cabeza, observando cómo una de las sirenas del mural se trenzaba el cabello. —Además, ¿cómo podría ser prefecto si me la paso rompiendo las reglas? Dumbledore lo sabe, Dippet lo sabe, Snape lo sabe. Todo el mundo lo sabe. No creo ser un buen candidato para hacer que los demás cumplan lo que yo no —miró a Tom con una sonrisa orgullosa.

Tom rodó los ojos y optó por dejar que su novio explorara la habitación mientras él preparaba el baño. Abrió la llave, eligió sus fragancias favoritas y agregó sólo un poco de burbujas. No quería perder a Harry entre tanta espuma y permitir que el menor le jugara bromas estando en la tina.

—Dicen que el dormitorio de los delegados tiene su propio baño —comentó Tom.

—Su propio dormitorio, con su propio baño. Su propia oficina —Harry hizo un gesto pensativo. —Tal vez si me comporto este año pueda quitarte ese puesto —guiñó un ojo —de todas formas íbamos a compartir habitación, ¿no? ¿Qué importa qué nombre tenga en la entrada?

—Qué gracioso —murmuró Tom con una sonrisa de lado —suena como si de verdad creyeras que puedes ganarme el puesto.

—Y tú suenas a que no me crees capaz —Harry hizo pucheros, acercándose hasta el más alto hasta rodear su cintura. —Tal vez pueda ponerme uniforme de chica y me confundan por una. Apuesto a que preferirías trabajar conmigo que con Granger.

Tom dio un corto beso a los labios del otro chico y asintió.

—Serías una chica linda —dijo. —Pero debo recordarte que ser prefecto o delegado no solo significa acceso a este lugar o un dormitorio individual. Como prefecto tengo que asegurarme que los demás no rompan las reglas —ignoró la sonrisa burlona de su novio, al que siempre dejaba romper las reglas con tal de que no lo descubrieran —castigar a quienes lo hagan, subir y bajar puntos, vigilar los pasillos, hacer mis tareas y asistir a las reuniones que convoquen los delgados. Y como delegado, tendrías que organizar los horarios de todos tus prefectos, asegurarte que cumplan sus tareas y ayudar a los demás estudiantes cuando necesiten consejos y no quieran ir con sus jefes de casa.

Harry soltó un suspiro y dejó caer su cabeza al pecho de Tom.

—Lo haces sonar tan aburrido —se quejó. —Bien, quédate con el puesto de delegado. Igual me vas a meter al dormitorio y ya me trajiste aquí —levantó la cabeza para mirar a Tom a sus ojos —y no creo que sea la última vez que me invites —sonrió.

—Y cuando seas capitán de tu equipo el próximo año también te darán la contraseña del baño —aseguró Tom. —Podrás venir a la hora que quieras, con quien quieras, sin tener que esconderte.

—Así no suena divertido —Harry se pegó al cuerpo de Tom.

—Y no queremos quitarle lo divertido a la vida —Tom volvió a rodar los ojos. —Eso sería una tortura mortal.

—Aunque no lo creas —Harry se separó un poco y le enseñó la lengua. —Por ejemplo, no sería divertido hacer esto con alguien más.

—Hacer qué —Tom entrecerró los ojos con sospecha.

—Esto —Harry se aferró al brazo de Tom y saltó a la enorme tina.

Cuando Tom logró soltarse y nadar a la superficie su cabello estaba repleto de burbujas y su ropa pesaba por el peso del agua. Miró con odio a Harry, pero Harry, en vez de asustarse como cualquier otro o disculparse por su broma, rio a carcajadas y se dejó caer de espaldas en el agua, flotando hacia una orilla. Tom no podía enojarse con él, no realmente.

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[Corto pq no se me ocurrió mucho con el baño. Pero no iba a comentar eso... lo olvidé. Bueno hasta mañana :3]