005

292 26 0
                                    


>—°—°—°—<
Capítulo cinco: Una noche.

>—°—°—°—<Capítulo cinco: Una noche

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

>—°—°—°—<

La joven mujer luego del viaje de regreso al cuertel llego a su despacho, giró la manija abriendo la puerta.

Al ingresar se encontró con su subordinada y mejor amiga, Ellen quien veía por la ventana con unos papeles en las manos, Scarl noto también que había una montaña de papeles sobre su escritorio.

Al sentir unos pasos Ellen volteó, una sonrisa se formó en su rostro al ver a la capitana.

Estaba con su característico peinado de trenzas en moño con un hermoso listón rojo dejando unos mechones por su frente, aunque Ellen solía esperar por Scarlett a quien le gustaba peinarla por la mañana, había hecho su intento de hacerse los moños sola.

—Bienvenida, la estába esperando—Sonrió.

—Gracias, Ellen—Camino hacia el escritorio.

—¿Cómo estan sus padres?, no recibímo cartas.

—Estan bien, logramos encontrarlos y ahora estan en una casa en Rose—Comentó.

—¿Su casa y la del capitán Levi?—Asintió ante su pregunta—Me alegra por usted.

—Ellen, ¿Qué pasa?¿Por qué me llamas por usted?—Ellen amablemente estiró su mano ofreciendo los papeles—Solo dime Scarlett.

—Esta bien—Accedió—Creí que los primeros en habitar la casa serían ustedes.

—También lo creí pero si mis padres lo necesitaban jamás me negaría—Dijo con sinceridad. Caminó hacia el escritorio para sentarse en la silla frente a este.

—¿Y el Capitán Levi?—Pregunto.

—Lo tomó bien, al fin y al cabo son sus suegros y los aprecia. Pero siento que en el fondo le duele un poco—Confesó llamado la atención de Ellen.

—¿Por qué le doleria?—Se sentó frente al escritorio.

—Ya sabes, compramos la casa para un futuro, cuando tengamos hijos—Movio las manos nerviosa por lo pronunciado.

—Me encantaría ver a vuestros hijos—Pocas veces Ellen demostraba muestras de afecto pero al imaginarselo no pudo evitar no reír de felicidad. Solía soltarse más con Scarl.

—Bien, bien—Rio un poco—Supongo que no descansaste por terminar esto—Se refiero al papeleo—No te preocupes, me ocupare.

—¿Segura?, no estoy cansada, lo juro—Afirmo.

Destinó / LeviAckermanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora