SENTIR Y RESPIRAR

¿POR QUÉ NO ME MATASTE DE AMOR?

Fui la sirena que cazaron con una red como si de un pez se tratase, la joya que cayó al suelo rompiéndose en pedazos, la partida de un juego que nadie quiso terminar, el osito de peluche desterrado en el rincón con el que nadie quería jugar, un libro en la estantería jamás abierto por nadie, una ola que se tragó el mar incluso antes de nacer, una lluvia que todavía chispea bajo los ojos de las personas tristes, un poema que no rimaba y estaba escrito en prosa, la sonrisa fingida de los corazones rotos y las almas mudas, la canción desafinada de una guitarra sin cuerdas, el más triste llanto que deja cada amor perdido, el odio de miles de personas que no es capaz de sanar, la mirada muerta de las personas que arden de dolor por dentro, un susurro del viento inaudible que acompañaba a las pesadillas por las noches de insomnio, una caricia fría antes de una despedida y la compañía de la luna cada noche que nadie más la acompañaba.

¿Por qué fui todas esas cosas? Pues mírame, mírate y míranos, cuando hagas eso dime por qué nos convertimos en dos extraños con recuerdos en común, porque soy lo que dejaste tras de ti una vez que decidiste que era el momento de partir, porque solo puedo mirar al cielo azul y sentirlo gris pero no llueve porque ya llovió demasiado y no queda suficiente agua, y por qué no me mataste de amor si mi alma ya está muerta y se desangra con cada latido.