A TU VERA, SIN TI...

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Dime tú, verdugo de mis silencios, capaz de cambiar sonrisas por lágrimas y lágrimas por quejidos que rompen el silencio del alba, dime por qué hoy me encuentro arañando la esperanza de poder ver tu sonrisa rozando la mía, sin dejar de respirar pero ahogándonos sin fe, sin ti, en esas noches de invierno donde más que una manta me encantaría tener tu abrazo, porque es ilógico decir que no soy presa de tu mirada y que tus brazos no son mis mejores cadenas donde el tiempo en sueños me hace cumplir condena, que no he llorado mil veces, sino mil y una, esperando que te dieras cuenta que mis dedos gritan porque necesitan el tacto de tu suave piel, donde se mueren quemados al calor de tus impertinencias, porque me prometiste que no te irías y así ha sido, la que acabó alejándose fue mi alma, en pena, protagonista de un homicidio, y yo aquí rogando a tus manos que rueden por mi cabello, donde se pierdan las despedidas, donde podamos sellar un te quiero infernal pero infinito, perderemos las peleas contra las estrellas pero a mí siempre me ganará tu galantería.





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