CORAZÓN DE PIEDRA

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Hoy no voy a hablar de lo bonito que es el amor, porque no, simplemente no es bonito, es un sentimiento que nos usa, como peones de su propio ajedrez.

He caído tantas veces en su mirada, esa que derrite en pocos segundos; en su sonrisa, esa que hace que mi cuerpo se tambaleé de arriba a abajo; sus abrazos, en los que me refugio de la soledad; y como olvidar sus besos, aquellos que pueden hacerme la persona más feliz sobre la faz de la Tierra.

Y luego se va y me deja ese vacío dentro, que no puedo llenar con nada, porque ya no soy feliz, soy solo la reina a la que ganó el rey que solo se mueve de casilla en casilla, consiguió engañarme, es que no me pregunto si me quiere o no, el problema está en todo lo que ha hecho para ilusioname, porque no soy más que aquello que tiene por miedo a quedarse solo, pero al final me acabo dando cuenta y me voy.

Me alejo, porque me he cansado de sufrir, de llorar en silencio, de convencerme de que las cosas van a cambiar, porque si algo he aprendido es que la gente no cambia, que puede parecer que sí, pero en el fondo sigue siendo el mismo, por eso dejé de creer en las segundas oportunidades para ahorrarme la mitad de las decepciones.




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