Hace mucho tiempo que mi rumbo acabó más allá de mis deseos, es difícil admitir que te has equivocado y no poder volver atrás para pedir perdón, para pedir más tiempo o para vivir de nuevo algunas cosas.
Al final la vida va pasando, el tiempo se va acabando, nadie puede evitar irse o crecer, pero a veces el camino que elegimos no es el que queríamos, o el camino nos elige a nosotros porque no tenemos el valor suficiente para coger las riendas de nuestra propia vida y hacer lo que queremos.
Eso me pasa a mí, mi corazón dice una cosa y mi cabeza dice otra, y el tiempo me pide que decida, de una vez, y aunque mi corazón me está gritando y golpeando el pecho para que lo oiga, al final es la razón la que guía mis pasos, muchos dicen que está bien pero yo siento que siempre he hecho lo que quiero y no lo que debo, y así me traiciono, a mí y a mi esencia.
Empecé a escribir porque me gustaba, y sigo haciéndolo por el mismo motivo, porque las palabras son la cosa más bonita que alguna vez se haya cruzado en mi vida, las palabras no te fallan, ni te abandonan, ni te apuñalan, siempre están, en las buenas, pero sobretodo en las malas, y sin ellas yo, no sería yo del todo.
Que siempre hay una opción de triunfar haciendo lo que más te gusta, porque nunca se sabe, nadie lo sabe, pero cuando me enfrento al mundo real siento que nadie quiere que haga eso, excepto yo, y me da miedo equivocarme, coger un tren que me lleve tan lejos que ya no sepa volver, y me da miedo arriesgar, lo admito, no soy una persona que toma riesgos y eso no suele cambiar con el tiempo.
Ojalá algún día encuentre el camino, ese que dicen que existe para todos y que alguna vez en la vida te topas queriendo o sin querer, y sepa lo que hacer, y que merezca la pena hacerlo, duela lo que duela y cueste lo que cueste, pierda o no, sabiendo los riesgos, que corra por ese camino hacia cualquiera que sea la meta que me espera al final del túnel, porque ahí es donde están mi sueños, y tal vez gane el corazón, o la razón, o ambas, quién sabe, pero si algo sé es que no siempre hay que precipitarse, a veces, hay que dejar que el tiempo haga algo y reencontrarse una vez más cuando nos perdemos.
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SENTIR Y RESPIRAR
PoesíaRespiramos automáticamente. Sentimos automáticamente. La diferencia es que cuando piensas en respirar puedes controlar cuando lo haces y como lo haces, cuando sientes, solo sientes, haces uno con el corazón. Por eso, sentir y respirar, podrían ser l...