NO ME PREGUNTEN

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No sé, cómo, por qué y no me preguntes; hoy, ayer y mañana, me han hecho, hacen o harán, de alguna manera lo que soy, no quiero nada de esto.

¿Comprendes? Yo no elegí absolutamente nada de lo que me pasa, nada de lo que siento, nada de nada.

Pero ¿Sabes qué es lo peor? Que yo sí sufro las consecuencias, la vida ha decidido reírse de mí, tal vez algún día pueda reírme yo en su cara, hoy no, mañana tampoco pero tal vez sí la semana que viene, estoy cansada de llorar lágrimas de un corazón roto que en realidad está totalmente reparado, no sé cómo, pero lo hago, sin parar, sin querer pararlo, de alguna manera ilógica y dolorosa que me hace daño en lo más hondo de mi vencida alma, la gente siempre dice que la esperanza es buena, que las ganas lo son todo, y yo les pregunto que si alguna vez han dejado la fe a un lado porque ya no les sirve, he tirado la toalla mil veces, algunas la he cogido y otras la han puesto sobre mi mano, pero aquí estoy, llorando, con pocas ganas de algo o de nada, aquí estoy, debatiendo si seguir o parar, porque ya no hay más, ya solo quedan yo y el dolor de un alma en pena que se arrastra porque no puede más, sin motivación ni seguridad, que se ha cansado de que la miren y sepan perfectamente que jamás va a madurar y que siempre va estar así, y así estoy, destruida, sin arreglo, sin nada, solo yo y el caprichoso dolor.

Vagando por el desierto de la soledad, sin un rumbo, sin nada a lo que sujetarme y sin nada que perder, porque estoy totalmente exhausta de mirar a las estrellas y que nunca me respondan, que la sonrisa sea una falsa mascara en mi rostro cansada de estar ahí, porque siempre hablamos mucho pero casi nunca decimos nada, prometemos que vamos a estar en lo bueno y en lo malo, sin dar tregua, sin importar nada, nos rendimos, caemos de rodillas, de pleno, contra el frío suelo de cemento que hace daño pero no tanto como el que ya estamos acostumbrados a sentir, desnudando nuestras almas a quienes solo quieren violarlas, no quiero saber nada de ninguna persona que me mire a los ojos y en ese instante me diga algo que debería significar para mí un mundo, porque son esas personas las que luego traicionan, las que nunca son fieles, las que dejan el dolor más grande, y las más grande agonía, mi alma no está preparada para vivir más aquí, en un mundo donde el dolor ajeno construye nuestra felicidad, no se equivoquen, no soy débil, me cansé de ser fuerte.

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