Capítulo 4: Conflicto

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En el camino nos enfrentamos a unos cuantos errantes, fáciles de eliminar y aunque si platicábamos entre nosotros, para no aburrirnos, todos estabamos muy alertas, para que no apareciera ningún oportunista o algo por el estilo, estabamos en un lugar bastante hostil, se podía sentir en el ambiente, lo que generaba bastante miedo, no había siquiera oportunidad para distraerse.

Aun así, era inevitable pensar en Rosie, tan solo quería volver con ella, con mi papá, estar todos juntos otra vez, pero, el peligro que sentía en ese lugar, no lo había sentido antes, no sé si era por el cuerpo, que habíamos encontrado recién o tan solo era un mal presentimiento.

- Me siento como una tonta, al ser la única sin ropa de policía... parezco alguien importante a quien ustedes deben proteger. – Dijo Kara, para romper un poco la tensión

- Claro, y espero que nos pagues muy bien, si no, jamás volveré a trabajar para ti – Respondí siguiéndole el juego.

Todos reímos, lo cual para ese momento nos venia mas que bien estar diciendo tonterías como esas, nos despejaba la mente, de todo lo que habíamos vivido recientemente.

Caminando un poco más, llegamos a una gasolinera, la cual estaba al lado, de una tienda de autoservicio, de hecho, había un auto ahí, como si fuera a cargar combustible, ni siquiera lo revisamos, porque nos daba miedo que sonara la alarma o algo así, por lo que decidimos entrar a la tienda, para descansar un poco, la cual, como casi todo, estaba vacío, solo encontramos agua, lo que nos venia perfecto, porque estabamos realmente sedientos.

Ahí mismo, platicamos un poco más, lo curioso es que esta vez Zack, estaba más participativo, como esforzándose por demostrar algo, lo cual era obvio ya que Kara estaba ahí, tal vez quería verse más interesante, lo que me daba risa, porque al menos yo, lo veía bastante forzado.

Luego de unos 20 minutos, una camioneta llego a la gasolinera, de la cual se bajó un señor de unos 60 o 70 años, afroamericano, calvo, pero con una barba de candado, llena de canas, a revisar si aún había combustible, pero aparentemente no salía nada, para luego con una manguera, tratar de sacar la gasolina del auto que estaba ahí, en lo que hacía todo eso, yo les dije, que podríamos arribarlos, para ver si eran hostiles o no, debíamos tomar esa ventaja, Kara, prefería dejarlos ir sin más, pero los demás estaban de acuerdo conmigo, por lo que seguimos mi plan, el cual tan solo consistía en salir, para apuntarle al sujeto, amenazando a los demás, para que bajen.

Lo cual funciono, ya que, de la camioneta, bajo una mujer Afroamericana, con el cabello rizado, de aproximadamente 1.70, apuntándonos con un arco, para luego bajar un chico, asiático, de unos 20 años, bastante delgado y con el cabello muy corto,que igual nos amenazo, pero con una pistola de bengalas.

De inmediato nos pidieron bajar nuestras armas, pero fuimos más rudos, exigiéndoles que ellos debían bajarlas primero, nosotros teníamos la ventaja, al estar mucho mejor armados que ellos, pero no querían ceder, estaban dispuestos a enfrentarnos, a tal grado que en un descuido, el hombre le quito la escopeta a Karen, para inmediatamente amenazarla con la misma, a lo que el hombre nos llamó "novatos".

Es ahí cuando decidimos bajar las armas, porque aclararon, que solo se estaban defendiendo, no eran hostiles, al menos no hacia nosotros, por lo que pudimos calmarnos, todos entramos a la tienda, pero antes, de la camioneta, bajo otra mujer más, una mujer morena, de unos 30 años, con una gorra y una cola de caballo, cosa que al principio no me dejo ver bien su color de cabello, el cual era negro, pero lo más peculiar de esa mujer, es que estaba cargando con un bebé, lo cual era sorprendente, ya que no habíamos visto un bebé en mucho tiempo y yo personalmente no esperaba ver alguno en esta época.

Al entrar, presente a todo nuestro pequeño equipo, luego el hombre presento a el suyo, la mujer afroamericana, se llamaba Alessia, que era su nieta, la otra mujer era Isabella, el chico que era coreano, se llamaba Nam Dong-Gyun, pero aclaro que le podíamos decir DG, el hombre se presentó como Henry.

Este no es el final: Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora