Capítulo 18: Plan de escape

510 35 3
                                    

James y yo, tomamos unas piedras que estaban en el suelo, esperando a que liberaran a todos los errantes, entonces empezaron con la cuenta regresiva, desde el 5, al llegar a 0, salieron los 8 errantes, Damián fue el primero que se lanzó hacia ellos, golpeando rápidamente a 2, los otros 6, se dirigieron a nosotros.

De inmediato le dije a James, que tratara de alejar a algunos, así que empezó a gritar, logrando atraer a 4, que empezaron a correr tras él, entonces aproveche la oportunidad y golpee fuertemente en la cabeza a uno que me seguía, pero no alcance a darle el golpe al otro, por lo que me pudo derribar, pero con la piedra le estaba alejando la cara de mí, lo podía controlar hasta que al otro que había golpeado, se levantó y se abalanzo sobre mí, el peso de esos 2 errantes me está venciendo muy rápido, pero sin esperarlo Damián me los quito de encima, porque él ya había eliminado a los que lo atacaron, él fue tras uno y yo tras el otro, golpeándolos múltiples veces en la cabeza.

James, nos pidió ayuda, nosotros gritamos para atraerlos, pero nos ignoraron completamente, cuando íbamos hacia ellos, uno se fue contra Damián, derribándolo, el pego un fuerte grito, pero aproveche para darle un fuerte golpe en la cabeza al errante, lo desoriente y Damián lo remato.

Me percate que se hizo una herida en la pierna izquierda cuando lo derribaron, ya que había una varilla de metal enterrada en el suelo, el cayo justo ahí, lo siguiente fue ayudar a James, porque los errantes, casi lo alcanzaban, pero cuando ya lo íbamos a hacer, tiraron granadas de humo, cortando nuestra visión.

Empecé a gritar el nombre de James, al principio si me respondió, pero luego de unos segundos dejo de hacerlo, yo seguí intentando, pero por sorpresa un errante me ataco, derribándome, pero logre zafarme de él, me arrastre por el suelo, a la vez de que el errante me seguía, llegue hasta donde estaba la varilla de metal y con el impulso que tomo el errante para tratar de morderme, lo empuje, provocando que su cabeza quede clavada en la varilla.

Me levante, esta vez sin gritar, comencé a caminar, hasta que me tope con Damián, el cual comento que elimino a otros 2 errantes, por lo que, en teoría, ya habríamos acabado con todos, pero nuevamente escuche la voz de James, diciendo mi nombre, seguido de un fuerte grito... se había transformado.

Con la voz quebrada, le grite para que fuera de tras mío, empecé a caminar hacia atrás, esperando salir del humo y efectivamente lo logre, inmediatamente lo vi salir también, fue algo doloroso verlo transformado, ya que siempre fue bueno conmigo, pero no había tiempo para lamentos, así que, con la roca en mano, lo golpe de costado, derribándolo al suelo con un solo golpe, que casi hace que me caiga también, pero rápidamente tome vuelo, pegándole repetidas veces en la nuca, hasta destrozarle parte del cráneo, incluso su sangre me salpico hasta la cara.

Pero al ver su sangre por todas partes, se me ocurrió algo bastante arriesgado, así que, para disimular, me incline hacia el cuerpo de James, como si estuviera llorándole, y me embarre los dedos de mi mano izquierda con su sangre.

"El presentador" anuncio que solo 2 sobrevivimos, Damián se acercó, dándome las condolencias, para luego dirigirse a la salida, pero en lo que los soldados llegaban, se sentó, por el dolor que tenía en su pierna.

Entonces aproveche, para acercarme, me agache frente a él, quedando en cuclillas.

- El mundo es bastante pequeño en ocasiones ¿No te parece?... H, te dije que no iba a olvidar tu maldita cara... infeliz – En lo que el reaccionaba, metí los dedos que cubrí con la sangre de James en su herida.

Grito del dolor, me empujo, para luego llamarme "perra" pero en ese momento entraron los soldados, para llevarnos a otro lado.

Cuando nos estaban llevando, Marcus nos detuvo, diciendo que quería llevarme a otro lado, por lo que me amarraron las manos con un plástico que parecía un pequeño cinturón, y era más resistente que una cuerda, lo apretaron tan fuerte que me dolió, en esto, me percate que algunos soldados andaban muy despreocupados, como si estuvieran en una fiesta.

Este no es el final: Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora