Capítulo 6: Muerte con honor

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Todo se había puesto oscuro para mí, mi pequeña hermana Rosie se había ido y ni siquiera estuve ahí para protegerla, la deje sola, ¿Cómo pude hacer algo como eso? Esa pregunta se repetía una y otra vez en mi cabeza, simplemente mi mundo, se había acabado ¿Para qué continuar?

Mientras yo tenía todos estos pensamientos, el mismo hombre nos guio hacia un grupo de personas, al llegar, uno de los hombres de casi 2 metros de altura, moreno, fornido e igualmente con una gabardina se dirigió hacia nosotros, tenía una presencia bastante imponente, pero al mirarlo a los ojos, me asusté, tenía una mirada profunda y aterradora, como... si no estuviera vivo, sentí que mirarlo, era como mirar a la muerte... daba bastante miedo.

Él se presentó como "el jefe". La primera pregunta que me hice fue, ¿Sera el líder de todos los de el nuevo equilibrio? Porque tenía toda la pinta de serlo, de lo imponente que era. El hombre que nos llevó con él, le conto lo sucedido de cómo es que llegamos, a lo que él se sorprendido, nos llamó "desafortunados".

Luego de eso, se percató de que Kara estaba cargando al pequeño Antony, a lo que el muy entusiasmado intento quitárselo, pero Kara no se lo permitió, hasta que saco un arma, diciéndole que si no le daba al bebé la matarían, por lo que tuvo que soltarlo, a pesar de realmente no querer hacerlo. Al ya tenerlo en sus brazos pregunto su nombre, cosa a la que no respondimos, pero cuando volvió a repetir la pregunta un poco más molesto, DG contesto, al mencionar que su nombre era Antony, los 2 hombres se voltearon a ver, para luego sonreír.

- Que casualidades de la vida, así se llama nuestro líder... seguramente esto lo pondrá muy feliz – Dijo el "jefe", dando a entender que había alguien arriba de él, que ni siquiera me lo imaginaba, ya que, si él era aterrador, el líder debía serlo aún más.

Se distrajo un poco con el bebé por lo que yo, pensando más que nada en Rosie, le pregunte ¿Por qué hacer todo esto? A lo que le contesto muy emocionado, ya que nadie le había hecho esa pregunta hasta el momento, por lo que con gusto me contestaría.

- Veras, cuando esto comenzó, nuestro líder, se percató de que muchas de las personas que estaban vivas aun, realmente no merecían vivir, dañaban el equilibrio de este mundo, por lo que decidió, juntar a muchas personas, para traer un nuevo equilibrio, deshaciéndonos de las personas que no merecen vivir – Contaba eso, con mucha admiración hacia el líder.

- El líder nos salvó la vida, porque supo elegir a la gente correcta, él es un verdadero héroe, es el único que se atrevió a hacer lo correcto, para que este mundo no se fuera a la mierda, él es la verdadera esperanza, gracias a él, tendremos un mundo, con un nuevo equilibrio, donde solo estarán las personas que merezcan vivir. – Realmente endiosaban a ese tal Antony.

- Por su lado, ustedes los jirafas, cada que se encontraban con alguien de nuestro grupo lo mataban, a pesar de que ellos solo les ofrecieron una oportunidad de ser parte del nuevo equilibrio, por lo que terminamos dándonos cuenta, que ninguno de ustedes merecía vivir... por eso hicimos todo esto. – Todo me sonaba bastante ridículo, pero ya no tenía ninguna importancia.

Luego de todo su discurso, le indico a una persona que nos llevara a "el patio" para ejecutarnos, sin embargo Alissia, no se quedó callada, rogando que la dejaran ir con el bebé, a lo que el jefe, tan solo la miro, para luego reírse ligeramente diciendo "tendrá una mejor vida con nosotros", cosa que claramente no convencía a Alissia, insistiendo de nuevo, pero esta vez, el jefe, estaba más alterado, diciéndole que no importaba lo que ella intentara, no llegaría a nada, por lo que debía aceptar su muerte y al ya verlo de esa manera, no volvió a insistir.

No dirigimos al patio trasero de una de las casas más grandes de todo el lugar, el hombre que nos escolto, dijo que podíamos despedirnos entre nosotros, antes de que viniera el "ejecutor". Inmediatamente Kara en voz baja, dijo que debíamos buscar si o si una forma de escapar, lo cual claramente era imposible, ya que había cientos de enemigos por todas partes, simple y sencillamente no teníamos ninguna escapatoria esta vez, todos seriamos ejecutados sin piedad y yo, ya no le encontraba mucho sentido al seguir peleando. Todos estaban muy estresados buscando una forma de escapar, incluso pensaron en atacar a la persona que nos escolto, ya que estaba solo, pero armado, por lo que era demasiado el riesgo, vieron varias posibilidades, pero ninguna los convencía lo suficiente como para arriesgarse, hasta que llego un joven rubio de unos 20 años o más, diciendo que él era "el ejecutor".

Este no es el final: Parte 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora