Este no es el final: Parte 2

Capítulo 19: En busca de Rosie

Comenzamos comiendo, para poder recuperar energía, a su vez, pensábamos opciones de donde podríamos empezar a buscar, sin embargo, no era una tarea sencilla, ya que teníamos que buscar a 2 personas en toda una ciudad, sin tener idea de nada.

Propusimos varias cosas, como buscar en los lugares más cercanos a la pista de aterrizaje o buscar grupos a donde podrían haber llegado, pero ninguna de esas ideas parecía realmente sólida, hasta que se me ocurrió, que podrían estar en lugar que en el que ya hayan estado antes, quizá hayan usado esa lógica, esperando a que los encontremos, pero para eso, no solo tendríamos que estar en lugares donde Rosie haya estado, sino también donde estuvo Alexander, cualquiera de los 2 pudo haber escogido el lugar.

Eso sería algo bastante tardado, ya que serían demasiados lugares a los que tendríamos que acudir, prácticamente era gran parte de la ciudad, por lo que David propuso ir a los lugares más probables, por lo que entre Abigail y yo, nos pusimos a hacer recuento de los lugares donde estuvimos y que tan seguros eran cuando nos fuimos.

No fue para nada sencillo, especialmente para mí, ya que mi memoria no andaba muy bien y me costó mucho recordar algunos lugares, pero al final logramos concluir que solo pudieron ir a 4; La casa de Alexander, que está en unos suburbios, nuestra casa, la base de los ángeles de la muerte, el último lugar era la escuela donde estábamos, por obvias razones, eso ya había sido descartado.

Evans nos organizó, para dividirnos y así apresurar las cosas, David, Lena y yo iríamos a mi vieja casa, Abigail junto a Karen irían a su casa, por último, Kara y Evans se dirigirían a la antigua base de los ángeles de la muerte.

Antes de partir, Abigail, se me acerco para abrazarme y decirme, que tenía fe en que los íbamos a encontrar, algo en lo que estaba de acuerdo, nadie estabas dispuesto a rendirse.

Cada quien tomo un vehículo y nos fuimos, David por su parte empezó a desconfiar del plan, además claro de que era demasiado arriesgado separarnos, no obstante, dijo que era nuestra única opción, por lo que había que confiar sí o sí.

En el camino yo solo estaba pensando en que se hubieran puesto en un lugar seguro, era lo único que anhelaba, incluso si no los encontrábamos, lo mínimo que esperaba es que estuvieran a salvo.

Curiosamente, David tomo un camino, diferente a la última vez, por lo que terminamos pasando, por el autobús de la escuela donde iba cuando todo comenzó, de inmediato recordé ese día, fue triste y nostálgico a la vez, todo parecía ir correctamente, lo de siempre esquivando errantes, pero en un momento inesperado, vi a un errante arrastrándose, me parecía bastante familiar, así que le pedí a David que se detuviera, al bajarme del auto, me entro un escalofrió enorme, pero seguí

Me acerqué lentamente a ese errante, mientras miraba el rastro de sangre que dejaba al arrastrarse, debido a que aparentemente tenía un disparo en su rodilla izquierda, continúe acercándome, hasta el punto en que volteo, en cuanto lo hizo lo reconocí.... era mi hermano Alan.

No pude evitarlo, comencé a llorar, después de tanto tiempo, de haberlo buscado alguna vez, lo encontré, por fin iba a poder disculparme con él, por no haberlo protegido como era.

Me puse lo suficientemente cerca para hablarle, obvio intento atacarme, pero estaba muy débil al parecer, quizá era como los otros errantes, que no habían encontrado alimento, de principio no supe como hablarle, pero tomé aire y las palabras empezaron a salir.

- Hermanito, sé que nunca nos llevamos del todo bien, siempre nos molestábamos mutuamente, pero siempre te deje claro... lo mucho que te amaba y a día de hoy me sigo lamentando, por haberte fallado, por no haberte protegido como debí haber hecho, fui una terrible hermana mayor, deje que te convirtieras en esto... pero ahora, podrás descansar en paz... te prometo que la voy a encontrar hermanito, te amo y gracias por salvarnos aquella vez. - Fue inevitable no llorar.