II

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-CÓMO QUE LO DEJARON LIBRE POR FIANZA?!- Bakugo quería extrangular con toda su fuerza al oficial frente a él.

Había atrapado al maldito idiota que había enviado a sus hijos a quien sabe dónde y lo dejaron libre por fianza.

La puerta abriéndose de golpe hizo un impacto en el ambiente, el oficial tragó duro, no era la primera vez que trataba con una madre enojada.

-se que dejaron a uno de los responsable de que mis hijos están desaparecidos libre, porque está en esta habitación. Pero qué excusa de mierda tiene con el que si atraparon oficial?- el disgusto en la voz de la castaña hizo chasquear la lengua al rubio.

-vete a la mierda- ella lo ignoró totalmente.

-pues, señora Baku-

-señora Uraraka.-

-lo lamento, señora Uraraka, le pagaron la fianza y no hay ninguna prueba concreta de que fue él quien desapareció a sus hijos, el señor no está registrado con un quirk en nuestra base de datos- un tic se instaló en el ojo de la mujer.

-Bakugo cierra la puerta.- sin decir nada lo hizo de mala gana, en otra ocasión la hubiese mandado a la mierda y muy probablemente iniciar otra pelea, pero esto trataba de sus hijos.

En cuanto la puerta de cerró, Ochako rodeó el escritorio, agarró una tijera del escritorio y se la colocó sobre el cuello, ejerciendo presión sobre su cuello.

-más le vale que me diga dónde mierda están mis hijos. El sujeto ese tiene cuatro pedidos de captura y debería haber ido a la organización secreta de investigación.- el bajo y amenzante tono de voz hizo tragar duro al uniformado.

-lo juro, no se nada, solamente pagaron la fianza y se fue. Nunca nos informaron que les pertenecia- ella gruñó, le clavo más fuerte la tijera antes de soltarlo bruscamente y salir de la habitación.

Bakugo se quedó mirando con odio al oficial antes de irse también, debería encontrar a ese desgraciado cuanto antes.

Mientras salía de la comisaría vió a lo lejos a su ex mujer fumando, miró su reloj, diez y media de la mañana, con eso chasqueo la lengua para seguir su camino e ignorarla.

A sus 38 años admitía que si algo no le gustaba y le estaba carcomiendo la conciencia desde antes de divorciarse, era que todo estuviera mal con ella.

La seguía amando, pero no podía arriesgar a sus hijos a que vivan con una maniática que asesinó a mano armada a una inocente criatura.

Él lo vió todo, no le importaba si la corte o ella le dijeron que no era verdad, él sabe lo que vió y nunca lo va a olvidar.

Desde que ambos tenían tan solo ventidos años y tuvieron a los mellizos, se dejaron muy en claro que la principal prioridad eran sus dos hijos, luego todo lo demás, incluidos ellos mismos.

En el auto llamó a Deku, el bastardo mitad mitad, al pikachu y al pelo de mierda, llamaría a cara plana si estuviera en el país, pero no, al idiota se le ocurrió irse de vacaciones familiares al otro lado del mundo.

Todos aceptaron colaborar, iniciarían una misión particular para encontrar al villano y traer de vuelta tanto a Aiko como a Kiuru.

Katsuki agradeció internamente eso, ya que sabía que esto traería graves problemas con la custodia, por lo que debería actuar rápido y encontrarlos rápido, tendría que hacelo mucho antes que Uraraka.

Ochako por su parte, también había comenzado su investigación para encontrar a sus hijos, desde que dejó de ser heroína comenzó a transitar mucho más en barrios bajos, no tan peligrosos pero si con alto nivel de pobreza o problemas económicos.

un viaje que lo cambia todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora