XI

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-Katsuki...-

-mmm...?-

-prometeme que los vas a cuidar cuando no esté-

Ambos adultos estaban viendo el amanecer, Ochako con la cabeza en su hombro y Katsuki con la cabeza sobre la de ella, el frío golpeaba con fuerza sus rostros.

-por que lo asumes así por así?-

-por que no hacerlo? Ya van cinco médicos que responden lo mismo, incluida Recovery, no me puedo salvar Katsuki, solo retraso lo inevitable haciendo los tratamientos- él la miró de reojo y suspiró.

-a la mierda. Alguna vez te dije por qué te pedí el divorcio?-

La mujer se separó abruptamente para mirarlo enfadada, dolida y confundida.

-por que mate a un niño? Por qué discutíamos por todo? Por qué te daba tanto asco que te ibas a acostar con otras y volvías de madrugada?! Gracias ya lo sabia- Ochako intentó levantarse de su lugar, sin embargo, él no se lo permitió.

-no es por eso... Jamás fue por eso ni me acosté con alguien más que nos esas tú-

-entonces por qué? Por qué Katsuki?- la desilución se filtraba por su voz.

-sientate- ella lo miró antes de ver nuevamente aquel amanecer, suspirando volvió a sentarse.

-bien. Habla-

Katsuki tomo aire y se preparó para contarle todo, el médico hace años le habia dicho que la amnesia que sufría debía de volver sola, pero teniendo en cuenta que durante la noche anterior había preguntado por lo que había ocurrido se tomaría la libertad de revelarle todo.

-tienes un trastorno de personalidad, tienes dos personalidades más además de la tuya, una de esas personalidades es Shin, quién es la más peligrosa, y la otra es Clea, quién es avara y egoísta...

A Clea la conocí una o dos veces en medio de las misiones de rescate, siempre aparece cuando tú estás vestida como heroína.

Pero Shin... se puede clasificar fácilmente como una caníbal y una psicópata narcisista extrema, solo busca satisfacerse a sí misma por medio de los demás y luego los desecha, encuentra satisfacción en lastimar y torturar físicamente...

Te pedí el divorcio por Shin, a ella la vi más veces de las que me gustaría, primero en nuestra primer boda, luego se apareció muchas veces cuando nuestros niños eran bebés o muy pequeños, se apareció una o dos veces en los últimos tres años jurando y prometiendo muerte a nuestros hijos...

La misión que tuviste y que mataste al niño, no fuiste tú, la que actuó fue Shin, no volvía a casa por quedarme horas durante la madrugada trabajando solo, buscando algo que me ayude a comprobar que fue solo un quirk actuando...

Terminé pagandole al juez en el juicio para que diga que fue por un quirk y no por un trastorno de personalidad, si lo llegaban a decir por cadena nacional o si se hacía noticia tu carrera iría en picada y ni siquiera ibas a poder ver a los niños ni una vez la mes...

Un día, mientras estábamos discutiendo Shin apareció, inmediatamente quiso ir a matar a los niños que estaban durmiendo, yo interviene y me terminó clavando una botella en medio de la espalda antes de irse, quedaste inconsciente y te lleve a la cama antes de ir a curarme... Ella juro que cuando tenga la más minima oportunidad los mataría... Y necesitaba alejarlos de eso, haciendo que a la vez nos alejemos de ti-

La mujer al terminar de escuchar el relato sentía tu garganta seca y ni se dió cuenta cuando comenzó a llorar.

-e-entonces por qué me dijiste cosas tan horribles y me mirabas como si fuera alguien mala?...-

El cenizo suspiró, se ganaría un buen golpe de su madre si ella se enteraba.

-eres lo suficientemente terca como para no hacerme caso, por lo que tenía que alejarte para que no te des cuenta fácilmente. Comencé a iniciar discusiones para eso principalmente-

Se quedaron mirándose entre ellos, ambos con emociones mezcladas a flor de piel que se escapaban por medio de sus ojos.

Ira, enojo, tristeza, confusión, decepción.

Arrepentimiento, culpa, miedo.

-eres un idiota Bakugo-

-mierda, ya lo sé! Y merezco que me digas eso con muchas otras peores cosas!-

La mujer respiró pesadamente mientras se contenía de golpearlo.

-por que no me dijiste la verdad desde un inicio?...- en ese momento él bajo la cabeza y no la pudo ver a los ojos -Bakugo respóndeme, desde hace cuando que me estás escondiendo esto?-

El ceniza levantó su rostro y la culpa era notable en todo su ser.

-dentro de dos semanas... En dos semanas lo voy a descubrir-

La mujer iba a preguntar antes de recordar que estaban en el pasado y que hoy ella había ido a una misión que supuestamente le dió alucinaciones.

-...te odio por no poder odiarte Katsuki- con sus lágrimas cayendo pronunció esas filosas palabras que se clavaron como un puñal en el pecho del mayor.

Ella se levantó y se fue rápidamente de ahí arriba, él quedó solo mirando por dónde se había ido, ahogando sus lamentos en sí mismo.

Se arrepentía pero sabía que era necesario contarle aquello, ella lo tendría que saber en algún momento.

-p-perdón Ochako-

Aquel susurró fue lo único que escucho salir de sí y una de las cosas más sinceras en el último tiempo que se le escuchó decir.

Katsuki no supo en que momento había comenzado a llorar, solo era conciente del gran dolor en su pecho y los lamentos adoloridamente rotos que le salían por su ardida garganta.

un viaje que lo cambia todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora