IV

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(créditos de imagen a quien corresponda)

Todo el curso 2-A se encontraba cenando y dialogando entre ellos cuando un fuerte trueno resonó en el lugar. Con curiosidad, la mayoría fue a ver qué sucedía, fue un día hermoso y no había indicios de que iba a llover.

Al asomarse por la ventana, aún podían ver el cielo despejado, aunque fue Ashido quien se le ocurrió ir a ver por la puerta.

-OIGAN!- el resto de la clase la miró curiosa, la pelirrosa estaba con la vista fija en algo.

De a poco se comenzaron a acercar y los murmullos comenzaron.

Tirados frente a los dormitorios, se encontraban dos adolescentes inconscientes, una chica con un cabello sedoso rubio ceniza, con grandes mejillas y con curvas bastantes redondas. Al lado de la chica, había un varón, notablemente más grande que ella, su cabello era castaño y muy extrañamente parecido al Bakugo que conocían, también tenía rubor en su rostro, solo que el suyo era mucho más fino que el de la mujer, también le pudieron ver cómo estaba bastante ejercitado.

Ambos chicos, aún llevaban un uniforme de la UA, lo que hizo aún más extraño todo.

De a poco se fueron acercando a los extraños, inspeccionando una y otra vez con la mirada quienes eran y por que se les hacían tan conocidos.

Bakugo al sentir tanto murmullo, enojado se levantó de su lugar y fue a ver qué mierda era lo que tenía así a los extras, aunque nunca se espero ver a un tipo que era casi igual a uno de sus primos paternos y una chica que tenía exactamente el mismo color de cabello que él.

La mujer se despertó de golpe cuando Kaminari le pico el hombro con un palo, Aiko le quitó eso e hizo el amage de golpearlo, aunque se detuvo enseguida, el rubio al ver que se había despertado gritó y saltó a los brazos de Sero.

La rubia se sentó y vió todos a su alrededor, sin quererlo su mirada cayó en sus padres, su madre la veía con fascinación y su padre con el ceño fruncido.

Antes de poder decir algo, comenzó a mover el brazo de su hermano.

-mmm, cinco minutos más...- algunos de los presentes rieron, Aiko en cambio le dió un fuerte golpe en medio del pecho a puño cerrado, haciendo así que Kiuru se despierte de inmediato y se siente en su lugar -QUE MIERDA TE............Aiko dime qué estoy soñando...- la rubia suspiró.

Los hermanos no sabían que hacer, a la mayoría los conocían como tíos y también estaban sus padres ahí, pero eran todos adolescentes.

-uhm... ustedes dos de dónde vienen?- Mina fue la primera en dar un paso al frente inspeccionandolos.

-que te importa.- sabía que era su tía, pero no podía evitar no estar a la defensiva.

-Ja! Son igual al bombitas, déjenme me presento, soy Mina Ashido, ustedes cómo se llaman?- la adolescente les había extendido la mano, Aiko dudativa también tomo la de ella.

-Aiko.-

-Kiuru.-

Antes de decir algo más, Aizawa llegó, a los adolescentes del futuro les brillaron los ojos al verlo, lamentablemente el hombre había muerto pero siempre habían escuchado maravillas de él, por lo que tenían una fuerte ilusión del hombre.

-todos adentro. Ustedes dos, vengan conmigo- para los hermanos fue increíble de ver cómo cada uno acataba la orden sin rechistar.

Rápidamente se pararon y siguieron al hartó pelinegro.

-les advierto niños, si esto es una trampa para algún tipo de ataque, no va a funcionar. No tengo idea de cómo llegaron aquí o si se querían infiltrar, pero un movimiento y se les arruina el plan.- eso maravillo aún más a los menores.

un viaje que lo cambia todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora