XIII

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Ya había terminado el último entrenamiento del día, sin embargo, Uraraka estaba esperando a su profesora temporal, pues había solicitado hablar con ella luego de que terminarán.

Mientras tomaba agua comenzó a escuchar pasos a sus espaldas, por inercia miró y pudo apreciar a quién la estaba buscando.

-gracias por esperarme Uraraka-chan- la castaña asintió en reconocimiento.

-no fue nada sensei... Para que quería verme?- la mayor sonrió.

-no es nada, solo quiero saber un par de cosas... me permites?- la menor asintió dudosa.

-bien... Que ocurrió en la misión a la que fuiste?- Uraraka frunció el ceño.

-no deberías saberlo? Eres yo después de todo- la adulta sonrió de lado.

-necesito confirmar algo, cuéntame qué viviste allí-

Confundida la menor comenzó a explicarle detalladamente, desde lo que ocurrió a lo que sintió y lo que le dijo Gunhead en la enfermería.

La treintañera escuchaba todo atentamente, no había nada que no encajara a lo que ella recordaba.

-alguna vez escuchaste los nombres de "Shin" o "Clea"?-  la adolescente lo pensó.

-mmm no... Creo que no- la adulta arrugó la nariz por unos escasos segundos.

-de acuerdo... Quién más sabe que soy tu versión del futuro?- la castaña se sonrojó.

-yo y Bakugo-kun nada más- la adulta asintió.

-por favor guarden el secreto, se armaría un alboroto si se enteran más personas- la menor asintió.

Mientras Uraraka veía a su versión adulta parada decidió preguntar algunas dudas que tenía guardadas muy dentro de ella.

-oye...-

-mmm?-

-con Bakugo... Que ocurrió? Con la abuela? Mamá y papá cómo están en el futuro? Nuestros amigos?- la mayor apretó su mandíbula.

-eso no son cosas que debas saber.- a la adolescente le enfureció esa respuesta tan seca que le había dado sin siquiera mirarla a la cara.

-si debo. Si algo malo sucede debo de estar ahí y ayudar en todo lo que pueda.-

La mayor ni siquiera la miró, solo comenzó a caminar hacia la puerta de salida, Uraraka frunció el ceño y fue corriendo hasta estar al frente de ella.

No había ni una pizca de vacilación, en la mirada reflejada de las dos la vacilación no exista.

Unos grandes y brillosos ojos castaños miraban a otros grandes y opacos ojos oscuramente castaños.

-...hay cosas que son mejores no saberlas Ochako.-

-por que?-

-porque te vas a decepcionar y aún te queda mucho que vivir-

Ambas castañas no bajaban la guardia entre ellas.

Un ligero malestar en el pecho le comenzó a surgir a la menor, aunque prefiero ignorarlo.

-dime que sucedió o le cuento a todo el mundo que eres yo, que está la versiona adulta de Bakugo y que los dos chicos que están siempre con ustedes son sus hijos-

La mayor suspiró y rodó los hombros mientras daba un paso hacia atrás.

-no harás eso, ahora quítate de la puerta-

-no.

-Ochako quítate de la puerta-

-respondeme que paso con nuestros padres.

-Ochako de verdad que me estoy enojando, sal de la puerta- la menor ni se movió.

-nuestros padres y te dejo ir- la mayor tomo aire profundamente antes de mirar a su versión adolescente, tan terca era?

-realmente quieres saber que paso con ellos?-

-si.

-si lo estás preguntando por los problemas económicos que están teniendo ahora no te preocupes no es por falta de trabajo ni nada de eso, tu padre se metió a los juegos de casino y tú madre no lo sabe parar. Si quieres saber sobre otra cosa ya no respondo- lo tangente que le hablo y la sequedad de las palabras hizo que ambas notarán la verdad emanar de sus palabras.

-los dos están vivos?- la mayor se encogió de hombros.

-nunca te dijeron que no le debes de creer a una mentirosa quien está vivo o muerto?- la menor fruncio el ceño.

-no eres una mentirosa. No lo soy- la adulta sonrió con altanería.

-ah no? Estás segura de eso?- Uraraka trago grueso.

-muy segura-

-soy tu, para la próxima que me mientras trata de no sonarte los dedos y trata de esconder la vena que se te marca en el cuello-

Ochako negó con la cabeza y empujó ligeramente a la menor hacia un lado mientras se volvía a disponer irse del gimnasio.

-JAJAJA realmente eres graciosa, lo sabías?~

De pronto la adulta comenzó a toser de un momento a otro fuertemente, el pecho le dolía con un dolor que en toda su carrera de heroína jamás había experimentado, no podía casi ni respirar.

Ochako cayó al piso de rodillas mientras con una mano sostenía su cuello y otra mano se aferraba al medio de su pecho.

Mientras los ojos se le llenaban de lágrimas y le ardía la garganta pudo divisar los pies de la joven adelante de ella.

-mirate... Pudriendote tan lentamente.... Y todo por mi culpa jiji- cuando iba a intentar levantar su rostro un inesperado golpe en el estómago la tiró al piso.

Ochako solo pudo acostarse de costado con un fuerte dolor en su abdomen mientras intentaba respirar, acción que a cada segundo parecía más imposible.

-eres patética... Simplemente patética- la chica parada comenzó a reírse aguda y macabramente.

De un momento a otra la adulta recibió otra patada en el abdomen, luego otra y después otra...

Mientras era golpeada al mismo tiempo que sentía que dejaría de respirar en cualquier momento, pudo escuchar una explosión a lo lejos.

Sin quererlo por un momento sonrió.

De un momento a otro Bakugo del futuro acompañado de Aizawa ingresaron por la puerta directo a atacar a la adolescente.

No le dieron tiempo a hablar que el pelinegro la inmovilizo con sus vendas y el ceniza fue directo a la adulta en el piso.

-carajo Ochako, aguanta...- el hombre de había arrodillado a su lado mientras rápidamente preparaba el inyectable que debía de colocarle en tiempo récord.

Hacia mucho que estaba así y normalmente no sería grave si no fuera porque también estaba tosiendo sangre, había que llevarla a la enfermería inmediatamente.

Rápidamente le clavo la aguja y le administro su medicamento en el cuello, de a poco el dolor junto a la tos fue cesando, al ya poder respirar mejor él la ayudo a sentarse con cuidado.

La adolescente ya se había desmayado, aunque el pelinegro aún la tenía entre vendas solo por las dudas.

La adulta poco a poco se estaba recomponiendo.

-lento... respira Ochako...- la mujer asintió mientras lo miraba de reojo.

-gra-gracias...- luego de aquel ronco susurro volvió a toser, el ceniza asintió en respuesta.

Cuando la vió mejor le tendió una botella de agua, la castaña acepto aunque lo miró curiosa.

-la llevaré a la enfermería, Bakugo llévala a ella también- el ceniza asintió mientras veía a Aizawa irse con la adolescente.

-Ochako que paso?-

-creo que conocí a Shin...-

un viaje que lo cambia todoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora