Si Nos Dejan 5 Y 6

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SI NOS DEJAN

Capítulo 5. La despedida (primera parte).
Capítulo 6. La despedida (segunda parte).
CATA





Capítulo 5. La despedida (primera parte).

Cuando por fin Betty y Armando se encontraron solos en presidencia, él cerró por dentro las dos puertas y se acercó a ella para rodearla con sus brazos. Durante un buen rato se abrazaron fuertemente sin decirse nada. No hacían falta palabras.

Han pasado uno de los peores momentos de su vida pero el estar juntos les ha dado fuerzas para superarlo y después de todo, no pueden quejarse del resultado.

Armando está pensando que gracias al apoyo de su papá seguirá siendo el presidente de Ecomoda durante otros seis meses y él confía que en ese tiempo la empresa pueda recuperarse totalmente. Esta vez sí que seguirá los sabios consejos de “su” Betty. ¡Tan linda! Y la mira con ternura.

Pero lo mejor ha sido que Marcela ha roto su compromiso. ¡Uf! ¡Qué peso se ha quitado de encima! Por nada del mundo vuelve con ella. Ahora ya no tiene motivo alguno para seguir con su hasta ahora prometida. Y por supuesto que él no lo desea. Sospecha que Marcela, una vez pasado el arrebato que tuvo al enterarse de todos los problemas de la empresa, querrá reanudar su relación... ¡Ja! ¡Eso ni soñarlo! ¡Bye bye Marcelita!. A partir de ahora ¡que te aguante otro! No puede evitar sentir lástima por el “pobre desgraciado” que se atreva a comprometerse con ella. ¡Ja ja ja!

Betty le oye reír y lo mira con curiosidad. Es cierto que las cosas se desarrollaron mejor de lo que pensaban y temían, pero de eso, a reír a carcajadas... ¡Su Don Armando estaba bien “loco”!

B.- ¿De qué se ríe, doctor?

A.- Mire, Betty, estaba disfrutando de la sensación de libertad por haberme “librado” del compromiso con Marcela. ¡Y sin ningún esfuerzo por mi parte! ¡Lo rompió ELLA SOLITA! ¡Ja ja ja!

B.- Pero doctor....

A.- Además Betty, ¿sabe qué? Me puse a pensar en el futuro novio de Marcela..... y no pude más que compadecerle ¡ja ja ja ja!

Por un momento Betty duda de que los acontecimientos del día no hayan afectado seriamente la salud psíquica de su jefe.

B.- Don Armando, ¿está usted bien?

A.- ¡No había estado mejor en toda mi vida, Betty! –Y volviendo a mirarla a los ojos con mucha ternura- ¿Y usted como está, mi vida? ¿Ya se siente mejor? Ha sido un día muy duro para usted. ¿Qué le parece si nos vamos a algún sitio donde podamos estar relajados y tranquilos?

Betty no le contestó. Un cúmulo de pensamientos vinieron a su mente uno detrás del otro. Se acordó de cuáles eran sus planes esa mañana cuando llegó a la empresa. En primer lugar creía que ese sería su último día de trabajo en Ecomoda. Después de la junta pensaba presentar su carta de renuncia e irse a trabajar con Doña Catalina al reinado de belleza de Cartagena. No quería estar ni un día más al lado de Don Armando sabiendo lo que sabía respecto a los motivos por los cuales él había iniciado una relación con ella. Pero en sólo unas horas todo había dado un giro de 180 grados No sólo habían salido a la luz todos los problemas por los que atravesaba la empresa, sino que –lo más importante- ahora ella “sabía” que Don Armando la amaba de verdad.

Siguió repasando los acontecimientos del día. La Junta Directiva gracias al apoyo de Don Roberto, les había dado otra oportunidad que no podían desaprovechar. Tenían que trabajar duro para conseguir que la empresa se recuperara en esos seis meses. Por nada del mundo quería defraudar a Don Roberto y sobre todo quería que él se sintiera orgulloso de Armando. Ella lo ayudaría aunque le fuera la vida en ello.

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