SI NOS DEJAN

Si Nos Dejan 29 Y 30

**SI NOS DEJAN **

**CATA **

Había transcurrido más de una hora desde que halló a Betty desvanecida en su habitación hasta que por fin alguien, en ese frío hospital, le informó sobre el estado de salud de su esposa. Armando recordaba ese tiempo como el más angustioso de toda su vida

Momentos antes le habían permitido pasar a verla a una sala de atención de emergencias. Ella estaba algo pálida y se hallaba estirada sobre una camilla, pero al verlo le sonrió con dulzura. La palidez de Betty no era nada en comparación con la de Armando. Aunque intentó disimular ante ella para no preocuparla y le sonrió tiernamente, su rostro denotaba la angustia que había pasado y que aún estaba pasando. Se acercó a ella y le acarició suavemente una mejilla con su mano.

A.: ¿Cómo estás, mi amor?

B.: -Con voz débil- Bien. ¿Qué... qué me pasó, Armando?

A.: Te desmayaste, Beatriz. ¡No veas el susto que me diste!

B.: -Acariciándole también la cara con su mano y mirándolo a los ojos- Lo siento mucho, cariño.

Armando no tuvo tiempo de responder porque en ese momento entró una enfermera.

Enf.: Salga un momento, por favor. El doctor quiere hablar con usted.

A.: -Dándole un suave beso en los labios e intentando que no se notara lo preocupado que estaba- Enseguida vuelvo princesa.

El minuto escaso que tuvo que esperar hasta que llegó el médico, a Armando se le hizo eterno. Cuando lo vio entrar, sin siquiera saludarlo, le preguntó ansioso:

A.: ¿Qué le pasa a mi mujer, doctor?

Dr. –Sonriendo- Tranquilo. Ha sido una bajada de tensión. Eso es normal.

A.: -Casi gritando- ¿Cómo que es normal? ¿Cómo va a ser normal que se caiga redonda al piso?

Dr.: -Ampliando su sonrisa- En su estado puede pasar.

A.: -Sin comprender- ¿Estado? ¿Qué estado?

Dr.: Su esposa está embarazada, señor Mendoza.

A.: -Como en trance- ¿Embarazada? ¿Mi Betty, embarazada? ¿Pero embarazada de verdad?

Dr.: -Divertidísimo con la reacción de ese papá a todas luces primerizo- De verdad de la buena. Se lo aseguro.

A.: -Nervioso- ¿Pero ella está bien...? ¿Y... la beba? ¿Cómo está mi chiquita?

Dr.: Su esposa se está recuperando y dentro de unas horas ya podrá abandonar el hospital. Simplemente tendrá que tomar algunas precauciones para que esto no lo vuelva a suceder. Respecto al bebé, todo parece indicar que está bien, pero deben ir lo antes posible a una revisión ginecológica y ya les informarán con más detalle. Por cierto, señor, yo no le he dicho que sea una beba. Es muy pronto para saberlo.

A.: -Más tranquilo ante las palabras del médico por fin sonríe- Yo sé, yo sé. Pero ya verá como no me equivoco... Doctor, puedo estar al lado de mi esposa.

Dr.: Sí, señor, ahora aviso a la enfermera para que lo acompañe.

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Betty estaba también feliz con la noticia de que iban a ser papás. Cuando Armando se lo dijo lo llenó de besos y le dijo:

B.: Doctor Mendoza me va a tener que mimar mucho, porque sólo de saber que tengo a mi niña acá –tocándose la pancita- me estoy poniendo... muy mimosa.

A.: -Con una sonrisa feliz- Usted de eso no se preocupe, mi doctora, que la voy a mimar tanto que no va a haber en todo el mundo una esposa más mimada.