SI NOS DEJAN
CAPITULO 1 Descubrimientos.
CATA
Capítulo 1. Descubrimientos.
Había llegado el día de su última Junta en Ecomoda. Al finalizar presentaría en privado a Armando su renuncia. No pensaba darle explicaciones. Ni tampoco pedirlas. Su decisión era irrevocable. No estaba dispuesta a que él siguiera jugando con sus sentimientos. Se sentía muy vulnerable después de lo que había pasado la noche antes en el hueco. Sabía que si él volvía a besarla ella no podría resistirse incluso sabiendo que a él le daban “asco” sus besos. Realmente Armando haría una buena carrera como actor, pensó. Sabía interpretar muy bien el papel que le había “tocado”, el papel de enamorado de ella. Lo hacía tan bien que ella se lo había creído y lo más irónico, se lo seguía creyendo a pesar de que sabía que todo era una farsa. Ayer cuando la besó parecía tan sincero..... Cuando le dijo que la amaba mirándola a los ojos, sus ojos parecían mirarla con ¿amor?..... Pero todo era mentira una mentira que habían construido entre él y su amigo para evitar que ella les robara la empresa.
Llegó a Ecomoda más temprano de lo habitual. Aún tenía que hacer las fotocopias del informe maquillado y preparar las carpetas con todos los documentos que se iban a presentar a los accionistas. Además tenía que redactar su carta de renuncia, quería escoger debidamente las palabras de esa carta para que sin decirlo él entendiera los motivos reales por los que se marchaba. No quería enfrentarlo. Tenía miedo. No de él, sino de ella. De su reacción si él intentaba explicarle. Tenía miedo de volver a creer en él. Porque en el fondo de su corazón lo deseaba. ¡Oh Dios! Que feliz hubiera sido si él la amara. Apartó esos pensamientos de su mente. Eso no iba a suceder nunca. Hoy ella saldría de Ecomoda y de la vida de Armando Mendoza para siempre. Ya le devolvería la empresa, pero cuando llegara ese momento buscaría la manera de no tener que verlo.
También debía recoger los pocos objetos personales que tenía en la oficina. Sobre todo debía sacar de allí la bolsa con las tarjetas y los detalles que le había dado Armando. No quería que nadie la encontrara. La bolsa de las mentiras como la llamaba ella desde que leyó la carta. Esa carta... no podía dejar de pensar en ella. A veces hubiera preferido no saber. Seguir viviendo esa mentira. ¡Había sido tan feliz mientras creyó que él la amaba! Pero no había sido real, sólo un sueño. Pero un sueño de ella, nunca de él. Para él fue un deber más. Un sacrificio por su empresa. En ese momento Betty pensó que su jefe lo que más amaba en la vida era esa empresa. Por Ecomoda era capaz de hacer cualquier cosa. Ya lo había demostrado sobradamente.
Al entrar en Ecomoda saludó a Wilson. En ese momento pensó que era la última vez que entraría por esa puerta. Y no pudo evitar que una lágrima cayera por su rostro.
____________________Cuando Armando llegó a presidencia ella estaba en el hueco preparando los documentos para la Junta. Lo oyó llegar y pocos minutos después él abrió la puerta y la miró. A pesar de que las ojeras de su rostro reflejaban que no había dormido bien, al verla le dedicó una sonrisa de oreja a oreja.
A.- Con su voz más seductora- Buenos días, Betty.
B.- Seria y sin levantar la vista de los papeles que estaba ordenando- Buenos días, doctor.
Se acercó a ella, la abrazó por la cintura y buscó su boca. Sin dejar de mirarla fijamente le dio un beso apasionado.
B.- No doctor, por favor. Alguien puede vernos.
A.- Lo siento Beatriz, no puedo evitarlo.
Y la volvió a besar. Ella intentó resistirse pero no pudo. Su amor era más fuerte que su voluntad. Se siguieron besando cada vez con más pasión. Él la acercó más hacia él. Estaban tan cerca que ella podía sentir su excitación. Se separó turbada. Sorprendida de nuevo por lo buen actor que era él y pensó: ¡Cómo puede fingir de ese modo! ¡Parece todo tan real! En el fondo está muy enfadada consigo misma por no poder resistirse a sus encantos. Sin dejar entrever su enfado pero sin mirarlo le dice:
B.- Doctor debemos acabar de preparar todo lo de la Junta.
A.- Con voz ronca- Si, Betty, yo sé.
Pero volvió a acercarla hacia si y la besó en el cuello. Ella se estremeció al sentir ese beso pero con firmeza se separó y salió decidida por la puerta llevando consigo los documentos para fotocopiar. Él también salió del hueco y se sentó en el sillón de presidencia. Se tocó los labios con los dedos y suspiró. Ella había conseguido que se olvidara por un momento de la temida Junta Directiva. Y en voz muy baja, casi un susurro, dijo:
A.- ¡Ay, Betty! ¿Qué me has hecho? No pararía nunca de besarte.
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Cuando Betty salió de Presidencia no escuchó la voz de Sofía que la llamaba desde su mesa. Se dirigió a la fotocopiadora mientras repasaba de manera automática los papeles que presentaría a la Junta. Pero le resultaba muy difícil concentrarse en ellos. En su pensamiento sólo había espacio para Armando Mendoza. ¡Dios, ese hombre la volvía loca! Seguía enfadada consigo misma por haber cedido ante él, pero al mismo tiempo recordaba con deleite sus besos. Sin darse cuenta y al igual que estaba haciendo Armando en ese mismo momento se acarició los labios y suspiró.
Estaba esperando el ascensor para bajar a hacer las fotocopias cuando se abrieron las puertas y salió de él nada menos que Daniel Valencia. ¡Lo que me faltaba!, pensó Betty, ¡tener que soportar las impertinencias del Dr. Mortis! Pero Daniel estaba hablando con alguien por su celular con cara de preocupación. No pareció darse cuenta de la presencia de Betty. Ella también lo ignoró y subió al ascensor cerrando las puertas presurosa. Ya dentro del ascensor pudo por fin concentrarse en los papeles de la Junta. De repente se dio cuenta de que le falta el informe de Doña Marcela sobre los últimos resultados en los puntos de venta. Sin salir del ascensor pulsó el botón de la planta ejecutiva y se dirigió a la oficina de Marcela. Iba a llamar a la puerta, pero se detuvo al escuchar la voz airada de Daniel Valencia.
D.- Pero.. ¿usted me está diciendo que Ecomoda está embargada por una empresa que se llama Terramoda y que es propiedad de Beatriz Pinzón? ..... Y usted tiene pruebas de eso que me dice...... El registro mercantil... Pues haga inmediatamente una copia de esas páginas del registro y me las trae personalmente, ¿me entendió?, PER-SO-NAL-MEN-TE a Ecomoda.... Tome nota de la dirección...
Betty se quedó paralizada al escuchar la conversación de Daniel Valencia. Él lo sabe todo y seguramente su intención es comunicarlo a los miembros de la Junta Directiva. Para eso ha pedido que le traigan “las pruebas”.... Están descubiertos. De nada serviría ahora el informe “maquillado”, ni las explicaciones que ellos pensaban dar. Todos iban a saber la situación en la que se hallaba la empresa: ella, Betty la fea, “el garfio” como la llamaba Marcela, era la legítima propietaria de Ecomoda. Armando le había entregado la empresa y ahora tendrían que responder ante la Junta Directiva... ante Daniel y Marcela Valencia..., ante Doña Margarita y Don Roberto. Un temblor recorrió todo su cuerpo pero en un instante se olvidó de ella y sólo pudo pensar en Armando. Tenía que avisarle enseguida....
CREADA POR: CATA
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SI NOS DEJAN
FanfictionESTA ES UNA HISTORIA CREADA POR: CATA!! Que esta de ututuy! :)