SI NOS DEJAN

Si Nos Dejan 36 Y 37 FIN

SI NOS DEJAN

CATA

Capítulo 36. Nunca es tarde para decir... lo siento.

Al mediodía un médico salió a informarles sobre el estado de salud del enfermo. Las noticias eran esperanzadoras. Había rebasado la crisis y empezaba a recuperar la movilidad perdida. Debía seguir algún tiempo en observación, pero el pronóstico era mucho más favorable y las posibilidades de recuperación cada vez mayores.

Armando insistió en que su mamá y Camila se fueran para la casa a asearse y a descansar un rato y él se quedaría pendiente de la evolución de su papá. Estarían comunicados todo el tiempo a través de su celular y el de Camila. Mario insistió en quedarse con Armando. No sólo quería acompañarlo. También quería consultarle algo y... pedirle un favor. Mientras su amigo fue a buscar dos tintos, Armando aprovechó para llamar a su casa.

B.: ¿Aló?

A.: Hola princesa. ¿Cómo estás? ¿Y Beatriz?

B.: ¡Armando! ¡Qué alegría oírte! Por acá todos estamos bien, pero dime, ¿Cómo ha seguido Don Roberto?

A.: Hay esperanzas, Betty. Aún lo tienen en terapia intensiva pero parece que lo peor ha pasado. Quiero creer que se va a poner bien.

B.: ¿Te han dejado verlo?

A.: No. Los médicos dicen que no debe emocionarse, lo tienen prácticamente sedado y de momento no permiten visitas. Si sigue estable quizás esta tarde podamos pasar a verlo.

B.: ¿Cómo está tu mamá?

A.: Muy afectada. Ellos dos siempre han estado muy unidos. Ahora se fue con Camila a la casa a descansar un rato y yo me he quedado acá con Mario... Te echo de menos, ¿sabes? No sé qué daría porque estuvieses ahora conmigo.

B.: Y yo, Armando. Me encantaría poder estar a tu lado en un momento así. Pero no puedo dejar a la niña. Ella también me necesita.

A.: Lo sé, tesoro. Lo sé. No te preocupes que yo estoy bien. Tú cuida de nuestra pequeña.

B.: Lo haré, no lo dudes. Y dile a Mario de mi parte que... te cuide...

A.: Ja ja.ja. Ya lo está haciendo. Sigue siendo mi mejor amigo. Ahora llega con un tinto para mí.

B.: Ve con él. Y avísame en cuanto se sepa algo más de tu papá. Un beso.

A.: Un beso Betty. ¡Te amo!

B.: ¡Y yo a ti, Armando!

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Los dos amigos aprovechan para conversar mientras esperan noticias de Roberto. Mario quiere comentarle a su amigo algo que lo está angustiando y que no sabe cómo plantearle a su novia.

Ma.: ... Y estoy pensando en pedirle que se case conmigo. ¡Ahora no podrá negarse! ¿Usted que cree?

A.: Pues francamente no sé que decirle, hermano. Yo entiendo que usted prefiera que su hijo nazca dentro del matrimonio, pero no estoy seguro que Catalina... esté por la labor...

Ma.: ¿Y si usted hablara con ella?

A.: ¿Yooooo? ¿Qué le hace pensar que a mí me va a escuchar?

Ma.: Ella siempre le ha tenido mucha confianza y desde que usted se ha convertido en un hombre... respetable...

A.: -Interrumpiéndole- ¡Oiga, sin faltar! ¡Que yo siempre he sido una persona respetable!

Calderón lo miró con escepticismo.

Ma.: ¡Vamos hermano! ¡Que usted y yo hemos sido compañeros de juergas! ¡No me salga ahora con eso!