**SI NOS DEJAN **
**CATA **
**Capítulo 27. Trabajando de nuevo en Cartagena.**
No fue fácil despedirse de Doña Julia y de los buenos amigos. Con la promesa de verse pronto, subieron al avión con destino a Cartagena. En el aeropuerto los esperaba Michel quien los llevó directamente a su nuevo hogar.
Mi.:Ay mijitos, que alegría verlos acá. Estaba temiendo que a última hora se arrepintieran y me dejaran colgado.
B.: ¿Cómo así, Michel?
Mi.: Es que la empresa desde que se fue Pernot no parece lo mismo. Necesita urgentemente de alguien que la controle. ¡Y a mí eso me gusta tan poco! ¡Lo mío es el arte!
A.: No se preocupe, Michel que mañana mismo nos ponemos a trabajar.
Mi.: No, si sabiendo que están acá ya no me preocupo... Oiga y ... Nicolás... ¿por fin va a venir? Es que... no me ha llamado y...
Armando y Betty no pueden evitar mirarse con una sonrisa de complicidad.
B.: No se preocupe, Michel, que dentro de unos días tenemos acá a Nicolás. Hemos decidido instalar la sede de Terramoda en Cartagena y él estará al frente de ella.
Mi.: -Con un suspiro- ¡Y cómo es que ese “hombre” no me ha dicho nada!
A.: -Volviendo a mirar a Betty y cada vez más divertidos con la situación- Pues no sé, igual es que le quiere dar la sorpresa...
Mi.: ¿Sorpresa..? ¡Me va a matar! ¡Pero del disgusto! Oiga Betty, usted que lo conoce bien.... ¿le parece que a él le gusta....le gusta... la idea de venir a vivir a Cartagena? Es que... una se hace ilusiones y después... ya se sabe...
B.: -A punto de soltar la carcajada pero intentando disimular- Mire Michel, yo lo que sé es que la idea de instalar Terramoda en Cartagena fue de Nicolás. Sus “motivos” tendrá, ¿no cree?
Esta última frase la dijo con tanta picardía que Armando tuvo que disimular un estornudo para no echarse a reír delante de Michel. Pero cuando oyó la respuesta del francés Betty también se puso a “estornudar” estrepitosamente.
Mi.: -Con voz de niño ilusionado- ¿Lo dice en serio?
Michel se quedó desconcertado ante tanto estornudo repentino. Poco a poco Betty y Armando se fueron recuperando y alegando una “reacción alérgica” a los “cambios climáticos” que el francés no entendió muy bien, intentaron cambiar el curso de la conversación hacia otros temas menos... divertidos.
Al llegar a la casa los recibió una señora de mediana edad y rostro apacible a quien el francés les presentó como Dorita.
Michel ya les había hablado de ella. Dorita se encargaba de los quehaceres de la casa cuando vivía en ella la familia Pernot. El Sr. Doinell la había llamado para que acondicionara la vivienda antes de que ellos llegaran, al tiempo que pensó que quizás estarían interesados en continuar dándole empleo como asistenta.
Mi.: ¡Es una joya! Mi amigo decía que si no fuera porque estaba casado, se casaba con ella. Yo no sé si ustedes tienen pensado buscar ayuda doméstica...
A.: Por supuesto que sí, Michel. Betty y yo vamos a estar muy ocupados en la empresa y al regresar a casa queremos... –mirándola con una mezcla de ternura y picardía- tener tiempo para... nosotros.
Mi.: Pues en ese caso, yo les aseguro que Dorita es la persona ideal.
B.: ¿Y usted cree que ella querrá quedarse con nosotros?

ESTÁS LEYENDO
SI NOS DEJAN
Fiksi PenggemarESTA ES UNA HISTORIA CREADA POR: CATA!! Que esta de ututuy! :)