Nunca tendremos nuestro final feliz (Sae-Byeok)

6

¿Morir, o verla morir?

–La hora de la comida comienza ahora. Todos los jugadores fórmense, y tomen su comida.

La comida era un asco en ese lugar. Olivia prefería no comer, a comer solo un huevo y un refresco.

Se formó, tomó su comida, y se dirigió a su cama, pero lo pensó dos veces. El huevo le daba asco, y mucha hambre no tenía.

Se dirigió a la fila, dónde Ali estaba saliendo de ella con su comida.

–Oye –lo llamó–. ¿Tienes hambre?

El no respondió. Tal vez le parecía de mala educación decir que sí o algo por el estilo, pero Olivia supo que sí, tenía mucha hambre.

–Toma –le dió el huevo que le daba hasta asco tocar.

–No, no puedo aceptaron. No comerías nada.

–Ese es el punto. No tengo hambre. Y el huevo me da asco. Mejor que lo coma una persona que sí lo quiere.

Volvió a ofrecerselo, y esta vez, lo aceptó, pero aún con algo de pena.

–Muchas gracias –volvió a hacer sus mini referencias hacia ella.

Olivia solo sonrió y se dirigió a su cama. No era muy buena para responder a un agradecimiento, considerando que casi nunca le agradecían algo.

–Falta comida para cinco –escuchó que una mujer se quejaba en la fila.

–Hay comida para el número exacto de jugadores –respondió cuadrado.

–Entonces explíqueme, ¿Por qué falto yo?

Cuando cuadrado apunto su arma hacia la cabeza del hombre, él dió un brinco hacia atrás.

–Se preparó el número exacto de comida –volvió a repetir cuadrado.

–Oiga –habló una mujer–. Esas personas, se formaron dos veces –y apuntó hacia el grupo del simio–. Yo los vi.

Simio solo volvió a comer, como si no estuviera comiendo comida de alguien más.

–¿Qué? ¿Qué me ven imbéciles? ¿Nunca habían visto una persona comer o qué?

Desde ese momento, Olivia supo cómo iba a terminar eso.

–Lo va a matar –murmuró Sae-Byeok a su lado.

–No hay duda de eso.

Cuando el hombre se acercó a simio en forma retadora, estuvo más segura de que el hombre terminaría muriendo.

Cuando el refresco terminó en el piso, estuvo MUCHO más segura de eso.

–Ya se enojó –volvió a hablar Sae-Byeok.

–Las cosas van a terminar muy mal –dijo Olivia para después darle un trago a su refresco.

Cuando empezó a golpearlo, Olivia sintió más culpa que nunca por no evitarlo, pero siendo realistas, nunca podría hacerlo, por más que quisiera evitar una muerte.

Cuando terminó su ataque de irá, el señor con lentes que ya no tenía lentes se acercó al hombre. Tocó su cuello, y susurró que estaba muerto.

–Era lógico.

–Oigan –habló Gi-hun–. Él está muerto.

Nadie contestó.

–¡¿Escucharon?! –volvió a gritar–. Una persona murió –se acercó a cuadrado–. Él acaba de morir. Ese jugador está muerto. Ese bastardo, acaba de matarlo –apuntó a simio.