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Quien diría que luego de pedirle o más bien suplicarle que le dispare terminarían donde están actualmente. Siendo pareja.
[ Dos años atrás ]
Apenas era un mocoso de 21 años cuando decidió que prefería morir a dañar a las personas que más amaba. Todas las noches encerrado en esa carabana pensaba en maneras de suicidarse pero no tenía el valor para hacerlo, por eso cuando llego Horacio y le propuso esa última misión de atrapar mafiosos vio una perfecta oportunidad para acabar con su calvario.
Por eso, una noche antes de viajar a la ciudad de Marbella se dedico a escribir una carta de adiós hacia quien consideraba su hermano y a su padre, en esta plasmo todo lo que no podía hablar, se desahogo tanto que lloro como nunca antes. Cuando termino de hacerla sintió un inexplicable alivio, se sentía cerca de su tan anelado final.
(...)
G.- Por favor solo hazlo, disparame y huye si eso es lo que quieres. Pero solo te pido que aprietes el gatillo-. Su voz sonaba rota pero no lloraba, Toni sintió su corazón dar un vuelco al escuchar aquellas suplicas. Había matado infinidad de hombres y mujeres, pero ahora no podía, no podía cumplir con lo que le pedía ese tembloroso muchacho.
T.- Se supone que eres un agente de la ley y deberías llevarme a prisión, que te hace traerme a esta montaña y pedirme esto?-. En un principio pensó que su hermano le estaba jugando una broma pero sabia con solo mirar esos ojos azulados que no mentía en el sentimiento de dolor.
G.- Y-yo soy una persona mala, dañe a gente que amo y ellos me perdonaron. No me voy a permitir hacerles más daño, no a ellos, no otra vez. Me canse de pelear con las voces de mi cabeza, no merezco vivir, la gente mala se merece cosas malas pero yo simplemente ya no aguanto-. Todas las palabras dolían como un infierno pero el se convencio de que eran verdad.
A Toni le sorprendió lo dañino que era consigo mismo aquel joven muchacho, le recordaba a su hermano cuando eran niños y hacían una travesura pero se arrepentían. Podía ver lo roto y faltante de afecto que estaba. Así que simplemente tomo el arma que le extendía el contrario y la tiro al mar para luego abrazar fuertemente al contrario, Gustabo era bastante pequeño a comparación de él, lo noto cuando sintio como su rostro se escondia en a su pecho y sus manitos arrugaban su gabardina.
T.- Shhh, tutto andrà bene piccolo-. Dijo mientras acariciaba su cabello. (Todo estará bien pequeño)
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