Pedido por CGMayra21 <3
Gustabo: 18 años
Segismundo: 20 añosLos Santos; una extensa y soleada metrópolis llena de todo tipo de personas. Muchos decían ser artistas, prodigios, empresarios y muchas otras cosas. Pero todos los que pisaban ese lugar sabían perfectamente que lo que más reinaba el lugar era su corrupción e inseguridad.
La ciudad se divida entre policías y delincuentes, podías ser alguno de los dos o apoyar algún bando. Esta demás decir que la ley aborrecía a todos estos malandros, o bueno... no todos.
G.- Voy a llegar tarde a las prácticas y papá me matará, lo sabes no?-. Hablo suavemente, no quería romper la atmósfera tan íntima que había.
S.- 5 minutos más y te llevo yo mismo hasta comisaria-. Sintió como su novio soltaba un sonido de afirmación mientras se volvía a acurrucar en su desnudo torso, amaba despertar con aquel chico entre sus brazos.
Gustabo Conway Garcia, hijo del mismísimo superintendente y aspirante a policía se encontraba dejando caricias en el pecho del joven más odiado por la comisaria. Segismundo Garcia, o como solían llamarlo "el folla cabras", a su corta edad ya tenía una cantidad de multas y denuncias dignas para cadena perpetua. Desde los 15 años era un malandro, estafador y ladrón.
Como es posible que esos dos llegarán a ser novios? Acaso era algún tipo de brujería? La respuesta era fácil y algo irónica. Segis le enseñó lo bueno de la vida a Gustabo, le mostró que no todo es blanco y negro o bueno y malo.
Ese rubio jamas lo miro con ojos de asco como todos los maderos lo hacían, a contrario de eso lo ayudo cuando estuvo apunto de ser llevado a aguas internacionales con tan solo 18 años.
Estaban tan a gusto que el fuerte sonido del tono de llamada del menor los asusto un poco. Ni siquiera miro el número antes de contestar, sabía quién era.
G.- Ya estoy de camino, viejo. Una abuela se cruzo en mi camino y casi la aprasto-. Escucho un bufido del otro lado de la línea seguido de un "apresurate" y varios insultos más, amaba hacer enojar a Jack así que soltó una risita antes de colgar.
S.- No crees que deberíamos contarle a Conway de lo nuestro? Digo, ya llevamos más de un año de noviazgo y él ni sabe que nos conocemos-. Y como si hubiera dicho la atrocidad más grande del planeta el rubio se ahogó con su saliva y empezó a toser fuertemente.
S.- Ostiaaa, levanta las manos, levanta-. Lo sentó en la cama y tal como le indico coloco sus brazos extendidos hacia el techo mientras el gallego sobaba su espalda.- Estas bien? Si no quieres no le contamos nada amor, tranquilo.
G.- No no, no es eso simplemente me tomo por sorpresa. Siempre quise contarle a papá y si te sientes listo por mi genial tío. Puede que se enoje un poquito pero se que se alegrará por mi-. Unieron sus labios con felicidad, pobres niños ingenuos.