Capitulo diecinueve. ¿Lo prometes?

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La cita...

Esa cita que Eric estuvo planeando para Cordelia, era su primer cita como pareja oficial y quería que fuera perfecta, después de estar platicando con Cordelia todo este tiempo había aprendido de ella, sabía qué tipo de cosas le gustaban y le encantaba escucharla.

Ahora gracias a toda esa información y algo de creatividad Eric planeo la cita más romántica que se le ocurrió, saliendo de la escuela le había dicho a Cordelia que se irían en su auto, el lugar quedaba como a dos horas de ahí.

Ella estaba emocionada, no sabía que esperar, pero en realidad no le interesaba, sabía que en cualquier lugar se sentiría bien si fuera con él, él era lo único que necesitaba para hacer sus días perfectos.

Después del largo camino por fin llegaron, unos momentos antes de llegar Eric le pidió a Cordelia que vendara sus ojos hasta que él le dijera. La ayudó a bajar del coche y la guió a su destino.

Cuando le quito la venda Cordelia quedo impresionada...

Un hermoso prado lleno de pasto, árboles y girasoles brillaban bajo la luz del sol, y al centro un pequeño mantel con una canasta de picnic.

-Eric esto es... -se quedó un minuto pensando la palabra correcta para describir como se sentía.
-¿Demasiado? -preguntó él preocupado.
-No, es.. es perfecto... -respondió sonriendo.

Eric estaba feliz, le encantaba ver cómo Cordelia sonreía y tenía una mirada de ilusión en el rostro, una expresión que claramente demostraba lo encantada que estaba con la cita.

Ambos chicos se sentaron a comer, pasaron su platica entre risas, y el tiempo paso rápido.
Cuando el atardecer se hizo presente Eric sacó del canasto una pequeña manta y cubrió a ambos mientras miraban el sol esconderse.

El silencio los inundó un momento, y estaban en paz, solo entre ellos podían transmitirse una calma que no podían explicar.

-Cordelia... -habló Eric interrumpiendo el silencio.
-¿qué pasa? -preguntó ella mirando el cielo.
-¿Puedo preguntarte algo? -agregó algo inseguro por lo que estaba a punto de preguntar.
-Si dime, ¿qué pasa? -dijo ella con calma en su voz.
-¿Qué paso con tu padre?

Y así un silencio algo incómodo se formó en el ambiente, sintió a Cordelia tensarse ante su pregunta, ella simplemente se separó y lo miro unos segundos para hablar.

-¿Para que quieres saber?
-Yo... bueno ya sabes, somos novios y me gustaría saber más de ti, de lo qué pasa en tu vida y bueno, conozco a tu madre pero, nunca has hablado de él.

Cordelia pensó unos segundos, Eric estaba tan nervioso, no quería arruinar la cita que había planeado con su estupida pregunta.

-Yo.. lo siento, entiendo si es un tema del que no te gusta hablar... -añadió con nerviosismo.
-No, tranquilo, es solo que, no es algo que suela comentar... -contestó ella mirando el pasto.
-Escucha, fui un tonto, pésima pregunta, imaginemos que no la hice ¿si? -dijo tratando de arreglar las cosas.

Cordelia se quedó en silencio, estaba en un debate interno del cual Eric no estaba enterado, pero después de unos minutos al fin habló.

-No, está bien, confío en ti y bueno... después de conocer a tus padres quizá te lo debo -añadió con una simple risita.

Eric sonrió, amaba verla reír.

-Tranquila, entiendo si no te sientes cómoda diciéndomelo.
-Te contaré a grandes rasgos ¿vale? Y quizá con el tiempo... se me de hablar más sobre eso...

Eric sintió algo en el corazón, se veía que a ella le costaba hablar de eso pero, estaba confiando en el, estaba sincerándose sobre sus sentimientos y eso lo derretía de amor.

-Mis padres se divorciaron cuando tenía 12 -comenzó ella - yo en realidad siempre estuve agradecida, él ambiente que había antes de eso era realmente aterrador para mi.

Cordelia soltó un suspiro y Eric tomó su mano para darle seguridad, ella lo miro y sonrió levemente para continuar.

-Después del divorcio pasaron años donde intente tener una buena relación padre-hija con él, le di tantas oportunidades y en todas y cada una lo arruino. -había algo de tristeza en ella mientras hablaba y Eric pudo notarlo.

-Lo arruinó de maneras que... aún no puedo contarte... lo siento.. - se disculpó ella y respiró para no llorar, no le gustaba sentirse débil sobre ese tema.

Pero al final Eric podía leerla, sabía que le estaba doliendo hablar sobre eso.

-Lia... no tienes que contarme si no estás lista, quiero que confíes en mi, pero cuando tú decidas, no tiene que ser ahora.. - dijo acariciando su mejilla y dejando un beso en su frente.

Ella acarició sus manos y lo miro.

-Quiero hacerlo... eres la primera persona desde hace mucho tiempo con quien tengo el valor de hablar de esto.

Eric podía sentir su corazón al mil por hora, amaba la idea de que Cordelia tuviera confianza en él, quería poder ser una persona con la que pudiera hablar en los buenos y malos momentos.

-El punto es que, al final se cansó y se desentendió de mi, digamos que desde el divorcio no aportaba mucho, pero a partir de ese momento fue como si se hubiera borrado de mi vida...
Pero ¿Sabes algo? - preguntó ella, se veía triste pero para él sonreía de la manera más sincera.

-¿qué? -preguntó él acercándose a ella.
-No lo necesito... tengo a mi madre y... es la mejor madre que puede existir, me ha enseñado tanto y yo, creo que ella es una verdadera heroina, nunca creí en los héroes, pero puedo asegurarte Eric que eso es ella para mi.

Eric la miro, parecía que la tristeza de Cordelia se borraba poco a poco de su rostro mientras hablaba de su madre.

-Ella me enseño que puedo lograr cualquier cosa que me proponga, que no necesito a nadie y menos a un hombre para sostenerme, y que soñar siempre me llevará lejos.. - Cordelia soltó una sonrisa mientras seguía- ella además de ser mi madre es mi mejor amiga... confío en ella como en nadie y siempre está ahí para escucharme. La amo con todo el corazón, y puedo asegurarte que con una madre como ella, la ausencia de un padre pasa casi desapercibida.

Eric la miro y la abrazo. No sabía que decir, acababa de hacer que Cordelia hablara sobre un tema delicado en su vida, quería demostrarle que nunca estaría sola mientras estuviera con él, y la admiraba... admiraba la manera en la que tomaba las cosas, incluso las que podían llegar a ser dolorosas para ella.

-Lia solo quiero decirte que yo también amo a mi suegra -dijo haciéndola carcajear - y que, yo...
-¿Qué tu? - preguntó ella sonriéndole mientras se ponía frente a él para abrazarlo por el cuello.

Él tomó su cintura y la miro.

-Que yo quiero ser esa persona en la que puedas confiar, esa persona con la que puedas hablar sobre esto y sepas que nunca serás juzgada, quiero sé esa persona en la que confíes para desahogarte o pedir ayuda, y que siempre estaré para escucharte...

Cordelia miro a Eric, amaba lo que escuchaba, sus palabras hacían que se sintiera en casa, hablar con él se sentía tan bien, que por primera vez después de tanto podía decirle a alguien cómo se sentía sobre su familia.

-Claro pero con una condición..
-¿Cuál? -respondió confundido.
-Que yo también quiero ser esa persona para ti... -dijo mirándolo a los ojos.

Eric se sentía en el cielo cuando estaba con ella, dios, era perfecta, y claramente él también quería que ella fuera esa persona para él, pues no lo había confesado pero, confiaba mucho en ella, y era a la que más cosas le había contado sobre él mismo.

-Esa, señorita, me parece la condición perfecta.

Cordelia comenzó a reír.

-¿Lo prometes?
-Te lo prometo Lia...


N/A: solo quiero dedicar este capituló a mi mamá, es la mejor mamá del mundo, una manera de agradecerle el apoyo que me da siempre y que siempre está para mi, sin juzgarme y alentándome a seguir adelante. Seguro ella lea esto antes que todos ustedes porque siempre lee los capítulos que escribo antes de publicarlos pero bueno, cuando leas esto...

Mamá te amo. <3

QuiméricoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora