Capitulo veintiséis. El desayuno

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Ambos se quedaron dormidos...

Después de ver algunas películas acurrucados la pareja cayo en un sueño profundo.

Eric despertó después de un rato, miró la hora y eran las 7:30pm, vaya que se había hecho de noche, miro a Cordelia a su lado aún dormida.

No pudo evitar admirarla, se sentía bien tenerla así de cerca, poder verla dormir, no quería irse nunca, amaba la tranquilidad que inspiraba y la calma que adornaba el ambiente.

Después de un rato, el chico creyó que ya tendría que irse, era tarde y seguro en casa lo estarían esperando para cenar.

Con mucho cuidado dejo acostada a Cordelia, la tapo para que no pasara frío durante la noche. Salió de su habitación encontrándose con su suegra.

-Oh, Hola Eric, no sabía que estabas aquí
-Hola señora, si yo.. llegue en la mañana, nos quedamos viendo películas pero ahora Cordelia está dormida -le comentó susurrando.
-Oh, gracias por decirme, ayer terminamos tarde la fiesta así que seguro estaba muy cansada.
-Si, creo que lo estaba -contestó riendo un poco.

La señora sonrió ante el comentario del chico.

-¿Quieres venir a desayunar mañana Eric? Estoy segura de que a Cordelia le hará feliz tenerte aquí -invito con una sonrisa.
-Oh, eso me encantaría, muchas gracias por la invitación, ¿le gustaría que trajera algo?
-No te preocupes, yo les puedo cocinar algo.

El chico asintió y sonrió, realmente sentía una segunda familia con la madre de Cordelia, siempre lo recibió tan amablemente que le sorprendía.

-Muchas gracias, me retiro, buenas noches.
-Buenas noches

Y así Eric salió, fue directamente a casa, Justo como pensaba, estaban esperándolo para la cena.


Cordelia despertó, se sentía descansada por fin, pero se sintió mal al ver que ya era de día, se había quedado dormida en su cita.

Estaba a punto de mandar un mensaje disculpándose, sin embargo, se detuvo al ver que Eric había mandando uno la noche anterior.

De: Eric
Para: Cordelia

Hola bonita, te quedaste dormida y te veías tan tranquila que no tuve corazón para despertarte, saliendo me encontré a tu mamá y me invito a desayunar con ustedes mañana, llegaré como a las 10:30am. Me muero de ganas de verte, te amo.

Recibido...

Cordelia sintió mil mariposas en su estómago, amaba la forma en la que Eric la trataba y la tomaba en cuenta.

Miro la hora y eran las 9:30pm, tenía una hora para arreglarse, así que rápidamente corrió, se dio un baño, se vistió, peino y se maquilló un poco.

Como habían acordado Eric llego a la hora, lo recibieron y se acomodaron en la mesa para desayunar.

-Prepare chilaquiles, están algo picosos, espero no tengas problema con eso Eric.
-Para nada, me encanta, muchas gracias señora, por cierto, traje un poco de fruta picada para no llegar con las manos vacías.

Cordelia le sonrió a su novio, le encantaba que fuera atento porque sabía que a su madre eso le parecería un buen gesto.

Desayunaron entre pláticas, contaron que planeaban hacer antes de regresar de vacaciones y la madre de Cordelia salió para irse a su trabajo.

-Fue un agradable desayuno -comentó Eric recogiendo los platos.
-Lo se, me encantaría que fuera así siempre -contestó ella levantando los vasos y dejando todo en su lugar.

Eric abrazo a Cordelia rodeando su cintura y depositando un beso en su mejilla.

-Ayer durante la cena, hablé con mis padres, les caíste muy bien el día que te conocieron y ahora que mi padre se encuentra mejor quisiera... -hizo una pausa algo nervioso- quisiera invitarte a cenar para que se conozcan mejor.

Cordelia sonrió, estaba algo nerviosa por la invitación pero sabía que los padres de Eric eran amables, al menos con ella.

-Eso me encantaría Eric -dijo girándose y dándole un pequeño beso en los labios.
-Bien, ¿que te parece si vienes el viernes?
-Me parece Perfecto -sonrió abrazándolo y sintiendo los latidos de su corazón al mil.

Ella sonrió ante esto, y no pudo evitar preguntarle.

-¿Porque tu corazón está tan acelerado?
-Pues... porque estoy contigo... y la verdad estaba muy nervioso por invitarte.

A ella le pareció tan tierna su confesión, ella también estaba nerviosa, lo admitía, pero le parecía encantador que él también lo estuviera.

-Eres muy tierno ¿lo sabías? -dijo ella mirando directamente sus ojos, esos ojos verdes que amaba y buscaría en cualquier lado.
-Nah, tú eres linda.
-Eric ¡basta! -dijo ella riendo y escondiendo su cara en el abrazo.
-Ja me gusta cuando te hago sonrojar -comentó el levantando su cara para encontrar sus miradas.

-A mi no me gusta -dijo ella riendo.
-Ah ¿no? -retó con una sonrisa traviesa.
-No -contestó riendo.
-Lástima, lo haré muy seguido -y antes de que
ella pudiera contestar dejo un beso en sus labios.

Y así estos dos enamorados se perdían en ellos, estaban tan bien, tan cómodos con la compañía del otro, que todas las demás cosas no parecían importantes.

Porque sabían que mientras estuvieran juntos todo estaría bien...

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2022 ⏰

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