Mi sangre fresca »Kookmin«

•36•

•Jimin•

—¿Me estás diciendo que jin Hyung tendrá un bebé?

—Asi es minie, tendremos un primito chiquito.

Empecé a saltar de alegría, y junto a mi empezó a saltar cookie mi pequeño conejito blanco, aún no podía creer que jin Hyung quien fue mi maestro hace dos años y que ya no pude seguir viéndolo por estar aquí con yoonie Hyung fue algo que me rompió el corazón y el alma, pero ahora que volví a ver a mi tae tae que también extrañe muchísimo ahora se que algún día podré verlo de nuevo, y más si ya tiene pancita donde lleva a su pequeño bebé.

—¿Y ya tiene pancita? —Pregunte emocionado.

—No una pancita no ¡Una pansota! Ya ni puede caminar el pobre.

Me reí y seguí jugando con el juego de mesa que tae había traído consigo.

—Es un bonito conejito minie ¿Quién te lo dio?

—Me lo dieron por regalo de cumpleaños.

—Mi minie cumplió 7 añitos, y yo cumplí 10 años.

—¡¿10 AÑOS!?

—Asi es, ya soy todo un hombre.

—Y un hombrecito muy guapo sin duda.

Taehyung salto del susto y corrió a esconderse detrás de mí, la risa de mi tío junki hizo que tae tae se apegara más a mi.

—Tranquilo tae tae es solo mi tío Junki, el hermano mayor de yoonie Hyung.

—¿Asi que te llamas tae tae? Es un placer. —Junki le estiró su mano para poder estrechar la, pero tae solo negó y se escondió más. —No temas hermoso, no voy a comerte, aunque te ves igual de apetitoso que él príncipe.

—Tio. —Dije mirándolo enojado, a veces a Hyung le gusta jugar de esa manera.

—Solo estoy bromeando... Oye ¿Te gustan los chocolates? —Tae asintió pero no me soltaba para nada. —Pues, en mi habitación tengo muchos chocolates ¿Me acompañas?

Tae me miró y yo solo asentí dándole la confianza de que estará bien, él empezó a caminar lentamente hacia Junki y lo tomo de la mano.

—Buen chico tae ¿Vienes príncipe?

—Mm, creo que me quedaré aquí con cookie, pero si quiero que me traigas un chocolatito.

Junki me giño el ojo y me sonrió mostrándome esos horribles colmillos que tiene, ¡Son gigantescas! Y da miedo, yo seguí jugando con cookie, hasta que él teléfono de la sala sonó, mamá Nere no se encontraba y Junki estaba arriba con tae tae así que no tuve de otra más que contestar.

—¿Bueno?

—¿Jimin? ¿Mi amor eres tú?

—¡Yoonie! —Dije emocionado.

—Me alegro escucharte cariño, ¿Cómo estás?

—Estoy muy bien yoonie, hace horas que te fuiste y ya te extraño mucho.

—No sabes lo mucho que te extraño yo, créeme que me dan ganas de bajarme de este maldito avión y correr hacia ti mi niño.

—No yoonie, no haga eso, se caerá y morirá ¿Y que haré yo sin usted?

—Solo bromeó chaparrito, oye ¿Y mamá Nere?

—Salio, pero aquí está tío Junki.

—¿y que está haciendo ahora?

—Esta con tae tae dándole chocolates.

—A menos mal... ¿¡Que?! Jimin, ve por tae, tráelo contigo ¡Corre!