•Jungkook•
Me duele tener a Jimin encerrado en ese cuarto oscuro, me recuerda lo que viví en mi horrible infancia, y desde ese entonces la obediencia y el respeto hacía mi persona es muy importante para mí, caminé hacía la cocina dónde había pisadas con sangre, sonreí satisfecho, sabía que habían obedecido mis órdenes y habían asesinado a ese hombre infeliz, las chicas estaban sentadas bebiendo de sus copas la sangre que podría adivinar que era de ese asqueroso humano.
—¿Guardaron un poco para mí?
—Señor Jeon, claro que sí, tomé.
Lisa me pasó una copa, lo olfatie, olía diferente, no se parece mucho al olor de la sangre humana, pero no me dio importancia y lo lleve a mi boca dando un pequeño sorbo, hice un gesto pues no solo olía raro también sabía raro, mire a las chicas no había nota de culpabilidad o de algo que yo pueda percibir como mala señal, deje la copa en la mesa y raspe mi garganta ganandome la atención de todas ellas.
—¿Que hicieron con el cuerpo del humano?
—Lo tiramos.
—¿En donde?
—Por ahí, no se preocupe señor Jeon, lo tiramos lejos muy lejos del bosque así que no habrá problemas.
Entre cerré los ojos, algo no anda bien por aquí, pero no me preocuparé de más, al final de todo la verdad siempre sale a la luz.
—Estare en mi oficina, Noona puedes venir un momento. —Sali de la cocina, dirigiendo me a la sala.
—¿Sucede algo?
—Jimin está castigado, estará encerrado por el resto del día.
—¿C-castigado? ¿Pero porque?
—Desobedecio una orden mía, y tú sabes que odio que hagan eso, así que no tuve otra opción que castigarlo, te pido de favor que por ningún motivo lo dejes salir, por está vez te pido no te ordeno que no le tengas compasión.
—Pero Jungkook, ¿Lo dejaras ahí todo el día?, lo matarás de hambre.
—¿Me crees tan monstruo? Bueno si lo soy, pero con él es diferente, si hubiera sido cualquiera de ustedes me valdría si se murieran de hambre o no, pero Jimin es muy pero muy especial para mí, es parte de mi vida ya, en pocas palabras me pertenece... Solo entra y le darás de comer y después te saldrás de ahí sin importar cuánto te llore o te supliqué que te quedes o lo dejes salir ¿Esta claro?
—Si.
—Muy bien, ahora sí me disculpas tengo cosas que hacer, que no se te olvide alimentarlo.
Caminé hacia mi oficina que se encontraba en planta baja, cerré con llave, necesitaba estar solo, pensar las cosas, ¿Como es que un humano entro en mi bosque? No más bien un cazador, era un maldito cazador, esos infelices que asesinaron a sangre fría a mi padre, tenía tantas ganas de asesinarlo, de hacerlo sufrir, que suplicara piedad, que obvio no se lo daría, pero no pude hacerlo, Jimin estaba presente y sería traumático para él y sí eso hubiese pasado otra vez tuviera que recurrir a Namjoon para que volviera a besarlo y así borrarle nuevamente la memoria pero para convencer de nuevo a Namjoon para que lo haga me costará un ojo de la cara.
Me senté en mi gran sofá, me quite el saco y abrí un poco mi camisa blanca y doble las mangas hasta arriba de mis codos, estaba cansado sin duda, quería cerrar mis ojos y tratar de dormir aunque odio hacer eso creo que lo necesito, me acosté completamente en mi sofá y cerré lentamente mis ojos, pero el sonido de una notificación en mi computadora hizo que rápidamente los volviera abrir, gruñi con fastidio y me levanté acercándome a la computadora, era un mensaje de Hoseok.
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Mi sangre fresca »Kookmin«
RomanceJeon Jungkook, un joven vampiro multimillonario, líder y dueño de uno de los clanes más poderosos y grandes de Corea, dueño también de un bosque completo, un día decide ir a cazar a una pequeña ciudad dónde varias familias de bajos recursos vivían e...