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Jimin

Kim Seok Jin, era un lindo nombre, la verdad es que este chico no se parece nada al monstruo come humanos, sus ojos se ven totalmente normal es, y no los tiene de color rojo, Jin acarició mi mejilla, un toque demasiado gentil para mí, cerré mis ojos disfrutando de su caricia, esa caricia que mamá me daba cuándo no podía dormir.

—¿Cómo te llamas tú hermoso?

—M-Me llamo Jimin, Park Jimin.

—Jimin, dime, ¿Tienes hambre?

Asentí, toque mi pancita pues al escuchar la palabra "hambre" mis tripitas gruñeron, hice un puchero, y sobe mi estómaguito.

—No te preocupes amor, hyung te está preparando algo delicioso, ven conmigo.

Tomo mi manita y me llevo hasta la mesa dónde me sentó y yo me quedé ahí quieto, Jin se acercó nuevamente a la estufa y siguió picando.

—Dime pequeño, ¿Te gustan las verduras?

Asentí, aunque mentí, odio las verduras, mamá me hacía comerlas, ya que era lo único que podíamos comprar, pues la carne aquí era bastante cara, papá no ganaba muy bien, así que solo comíamos verduras, pero con hambre ya todo se te hacía rico.

—No trates de mentirme cariño, a nadie le gusta las verduras.

—E-Entonces que estás preparando?

—Oh, eso es una sorpresa nene, ¿Quieres agua?

Veo que toma un vaso de vidrio y lo llena de agua ¿De dónde lo habrá sacado? Se acerca a mí y lo deja enfrente mío, sin pensarlo dos veces, la tomó y la bebo toda, mi garganta hace un sonido de satisfacción, tenía tanta sed que quisiera beberme todo un río, Jin hyung acarició mis cabellos y al terminar completamente mi agua, veo que me sirve más, y deja una jarra llena de agua en la mesa.

—Bebe todo lo que quieras mi niño, terminaré de prepararte el desayuno.

Jamás antes me habían tratado de esa manera, bueno, mamá y papá lo hacían, pero solamente ellos, nadie más, y desde que ellos no están siento un vacío en mi pequeño corazoncito, quiero llorar, extraño a mis papis, me levanté de la mesa y corrí hacia mi habitación cerrando la puerta con seguro, me habente a la cama y tome a chimmy entre mis brazos.

—Ch-Chimmy quiero a mi mami y a mi papi, quiero ir con ellos. —Le dije llorando.

—¿Jimin? Cariño ¿Estás ahí? —Dijo Jin hyung mientras tocaba la puerta. —El desayuno está listo mi amorcito, anda sal a comer. —Volvio a tocar.

—N-No hay que salir chimmy, no podemos aceptar comida de extraños, es lo que mamá nos decía.

—¿Jimin? Se enfriara, anda.

—N-No tengo hambre.

—¿Que?

—Que no tengo hambre, ahora vallase.

—Jimin, cariño, abre la puerta si, se que estás asustado, se que no me conoces, y te entiendo pero solo quiero que comas antes de irme.

Me quede en silencio, no quiero salir, abrace más fuerte chimmy conteniendo mis lágrimas, en verdad tengo mucha hambre pero tengo que aguantar.

—Jimin, porfavor sal.

—¡Que no tengo hambre! Ahora vallase de mi casa. —Grite enojado y con mi voz cortada.

—Esta bien, está bien, me iré, pero vendré más tarde para averiguar si comiste.

—No, no vuelva, no quiero tenerlo aquí, ni a usted ni a nadie prefiero estar solo.

Mi sangre fresca »Kookmin«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora