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Aldea Kim

—¿Esta segura que su hijo vendrá a la fiesta de mi hija?

—Muy segura señor Kim, mi hijo está emocionado por conocer a su futura esposa.

—Eso esperó señora Jeon, mi hija está ansiosa, a estado preparándose muy duro para ser parte de su familia, que es muy importante.

—Me alegro escuchar eso, Jenny es la esposa perfecta para mi hijo, y se que los dos harán crecer a nuestras aldeas más que nunca.

—No lo dudo, pero eso no es lo importante ahora, lo importante es que después de la fiesta de mi hija, la fiesta de compromiso y la boda será lo próximo en organizar, así que tenemos muchas cosas por hacer.

—No se preocupe, tenemos todo bajo control.

—Perfecto, entonces la veré en dos semanas más con mi futuro yerno presente claro.

—Asi será señor Kim, salúdeme a Jenny de mi parte y dígale que su futuro esposo la espera.

...

•Jimin

—¿Te gustan las mariposas Jimin? —Asenti mientras trataba de alcanzar una.

—Esa está bonita y la quiero.

—Deberias dejarla libre pequeño, está en su hogar dejala que vuele.

—Lo siento.

Dejé de perseguir a la mariposa y corrí de nuevo hasta colgarme de un árbol.

—Con cuidado Jimin porfavor.

—¿Porque no juega conmigo?

—Porque no lo tengo permitido, el señor Jeon me pidió que te sacará de la casa un rato y jugaras aquí mientras yo te cuidara.

—¿Esta muy mal?

—Algo, el señor Jeon se pone de esa manera cuándo tiene una sobredosis de excitación, su depredador despierta.

—¿D-Depredador?

—Asi es.

—L-Lisa ¿Q-Que es depredador?

Lisa me miró extraña, sus ojos color amarillos me examinaron por completó, agache la mirada y ella me hizo levantarla de nuevo.

—Eres muy bonito Jimin. —Tomo una de mis mejillas y la apachurro delicadamente. —Ahora entiendo porque el señor Jeon te cuida tanto, eres como un angelito.

—M-Muchas gracias L-Lisa, tu también eres bonita.

—Gracias Jimin.

—Bueno creo que es hora de entrar, ya está oscureciendo.

—¿No podemos quedarnos un poco más afuera?

—Ya está haciendo frío para ti, es mejor que estemos adentro, ven.

Estiro su mano y la tomé, subimos las escaleras y entramos a la mansión, solté la mano de lisa y corrí hacia la cocina dónde estaban varias de las sirvientas limpiando y lavando trastes.

—B-Buenas noches. —Todas voltearon a verme y hicieron reverencia.

—Buenas noches Jimin. —Dijeron todas al mismo tiempo.

—Jazz, porque no le haces algo de cenar a Jimin mientras yo checo ya sabes.

—Claro.

—Jimin, regreso en un momento de acuerdo, las demás sigan en su trabajo, nuestra jornada laboral terminará pronto.

Mi sangre fresca »Kookmin«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora