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•Jimin•

—Vamos pequeño pruébalo te gustará.

—Ya te dije que no quiero.

—Me esforcé mucho para hacerte este licuado de chocolate, de solo olerlo me está dando asco así que tómatelo.

Negué con mi cabeza y mis brazos los tenía cruzados mientras estaba  sentado en la mesa, viendo como suñy o supy como se llamé estaba peleando con la licuadora.

—¡Auch! Maldita máquina infernal, me picaste el dedo... Mereces morir.

Me reí ante lo gracioso que se veía ella voltio a verme y sonrió, yo volví a ponerme serio esperando a que me diera de comer.

—Eres un niño muy tierno y bello ¿Te lo han dicho?

—Kookie siempre me lo dice. —Dije tratando de hacerla enojar, sería divertido.

—¿Así?

—Si, me da muchos besitos, y su parte favorita es el cuello.

—¿El cuello? Y dime ¿Que más te hace? —Dijo mientras se iba acercando a mi.

—P-Pues el también... Duerme conmigo, y-y le gusta abrazarme.

—A de ser porque te vez apetitoso ¿No lo crees?

—¿A-Apetitoso?

—Creo que no eres tan niño como Jungkook me platico, ¿Que edad tienes? ¿7? —Asenti. —Lo suponía, pronto dejaras de tener 7 y pasarás a los 8 años, después a los 9, a los 10, y así sucesivamente... Hasta que te conviertas en todo un hombre, un lindo, hermoso y apetitoso hombre.

—¿Que eres de kookie?

—¿Que soy de kookie? Pues... Soy su novia.

—¿N-novia?

—Aja, su novia, la que lo apapacha, le hace el amor, lo besa, lo acaricia, todo eso, ese es mi cargo, hacer mío a kookie, así que anda toma tu lechita.

Nosé porque sentí coraje cuándo dijo todo eso, tomé la leche y lo arrojé tirando todo en la mesa y en el piso.

—¡Jimin! ¿Pero que? ¿Porque hiciste eso?

—Ups... Fue un accidente.

—Por supuesto que no, lo hiciste a propósito, rápido ayudame a limpiarlo antes de que Jungkook vuelva.

—Tengo mucho sueño. —Hice como si bostezara y me talle mis ojitos. —Creo que iré a dormir un ratito... Y limpia eso rápido si no kookie se molestará contigo.

—Jimin, espera, si no me ayudas le diré a Jungkook y te castigará.

—Dile, no me importa, adiós.

Subí las escaleras y me encerré en mi cuarto, me sentía raro estar aquí, ya no era lo mismo, de hecho nada es lo mismo, ya no hay nadie en esta casa, no están las sirvientas que un día me trataron bien, bueno unas que otras, no está nana, mi nana, no está más que esos hombres feos y musculosos por todos lados... Quiero volver con yoonie.

Escuché la voz de kookie, de seguro ya llegó, se que ella le está diciendo lo que hice pero no me importa, yo solo quiero regresar con yoonie, el sonido de la puerta se escuchó y yo rápido me tape con ambas cobijas se que es kookie apunto de llamarme la atención pero una caricia sobre las cobijas y el peso de alguien a lado mío hizo que rápido me destapara.

—¿Porqué? —Pregunto Kookie mientras me abrazaba.

—¿P-porque Q-Que?

—¿Porque te portaste mal con ella? Ella con tanto esfuerzo te hizo esa lechita, ¿Que te costaba con tomarla?

Mi sangre fresca »Kookmin«Donde viven las historias. Descúbrelo ahora