O2

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Caminé cerca de la cafetería, por tercera vez, estaba dando vueltas como loco.

No veía al chico de las pruebas por ningúna parte, era raro, bueno tal vez hoy era su descanso.

Acomodo mi mochila en mis brazos, doy un suspiro.

Era bueno que él no estuviera, no me sentía con el valor de entrar a esa cafetería estando él ahí.

Algo dentro de mi me gritaba que la cagaría, y no quería quedar en ridículo.

Es extraño, yo nunca quería impresionar a nadie, tampoco me importaba hacer el ridículo. Es mi vida y me vale una mierda lo que piensen de mi, pero ahora es diferente.

Siento el frío al ingresar a la cafetería.

Es hora de pedir un café por fin, son mis favoritos y por mi estúpido temor no los he podido disfrutar.

— Bienvenido, ¿Qué desea tomar? — me pregunta la cajera.

— Caramel Latte, deslactosado y un muffin de vainilla, por favor —pido, ella asiente y cobra el total.

Cuando finalmente me entrega lo que pedí busco una mesa desocupada, me dirijo a ella y me siento, acomodando mis cosas a mi lado.

Tomo un sorbo del latte, saboreando y detectando el toque de caramelo al instante, procedo con romper la envoltura del muffin, lo como despacio, no tengo prisa en realidad.

Trago y tomo la taza entre mis dedos, soplandolo un poco, cuando tomó el sorbo escucho una voz, causando que me atragante y queme los labios.

— ¡Seo!

— ¡Ahh! — me quejo.

— ¡Lo siento tanto~! — se disculpa el chico de las pruebas, tendiendome una servilleta.

Esto es vergonzoso, no me imagino mi cara al atragantarme y toser como loco.

— ¿Te encuentras bien? — me pregunta preocupado.

— S-sí, no te p-preocupes — sonrío, o hago un intento de sonrisa.

Diablos, me sudan mucho las palmas.

— Que bueno — suspira y sonríe, pero la borra de una —No me vas a reportar ¿cierto?

— ¿Qué?, digo, claro que no.

—Ah, eso me alivia porque no puedo permitirme otro reporte, hace unos días le tire la galleta a una niña sin querer pero su madre me reportó, ayer estaba sirviendo café y queme al cliente, Dios, creo que me dijo hasta de lo que me voy a morir — hace un mohín —Pero tú eres una buena persona, Seo.

— ¿Qué te hace pensar eso? — perfecto ChangBin, disimula y hazle creer que obviamente no te están temblando las manos.

— No lo sé, solo pareces agradable, aunque no hables mucho, ¿eres muy tímido? Por que realmente no hemos tenido una conversación decente.

— P-para tener una conversación decente mínimo deberíamos saber nuestros nombres. — joder, sí que quería saber su nombre y el idiota de SeungMin no pretende decirmelo.

— Ah, eso, soy un grosero— hace una mueca de desagrado —Mi nombre es...

— ¡Mocoso, trabaja ya! —esta vez no es el señor de hace unos días, ahora es una chica pelinegra.

— Debo volver, nos vemos luego Seo — se despide.

Entonces los nervios se van pero no me quedan ganas de seguir comiendo.

Tal vez pueda ir a vomitar ahora.

𝐂𝐎𝐅𝐅𝐄 𝐓𝐄𝐒𝐓; ChangLixDonde viven las historias. Descúbrelo ahora